La realidad virtual permite subir a bordo del barco en un entorno tridimensional realista e interactuar con los objetos de a bordo.
En línea con la tendencia de diseño del sector del automóvil, que se ha informatizado cada vez más y ha desarrollado un sistema tecnológico capaz de diseñar trabajando directamente en una dimensión 3D, los astilleros también están adoptando cada vez más la realidad virtual, que permite entrar, a través de un recorrido interactivo pero muy realista, en el interior del barco y «tocar con las manos» el entorno tridimensional creado.
La industria naval, por tanto, está captando cada vez más la importancia de esta evolución tecnológica de la informática, que ha permitido navegar por entornos fotorrealistas, creados con el desarrollo de complejos modelos 3D. Con un visor especial, de hecho, es posible subir a bordo del barco, percibir los espacios, apreciar los detalles del mobiliario, los colores, los materiales y «respirar» la sensación que transmite el entorno diseñado.
También puedes interactuar con los objetos del entorno como si fueran reales, experimentar una vista previa de tu barco, pero no sólo: el punto fuerte de esta herramienta es poder intervenir en tiempo real sobre todo lo que se puede mejorar durante este viaje virtual.
Los propietarios, al entrar en esta sala virtual, suben realmente a bordo, pueden sentarse al timón y comprobar que la ergonomía y la funcionalidad son exactamente como esperaban.
Pueden nadar alrededor del barco y verlo desde la superficie del agua, darse un chapuzón bajo la quilla, o meterse en la dinette, sentarse en la carta de navegación o simular la sensación de estar tumbado en una cama de camarote.
Se trata, por tanto, de una nueva forma de experimentar el diseño que se desarrolla a través del análisis de los modelos de estilo, partiendo de los primeros bocetos tridimensionales en blanco, experimentados como objetos reales con los que se puede interactuar y que se pueden examinar desde todos los ángulos, hasta tocarlos y comprender sus peculiaridades de forma exhaustiva.
Es posible intervenir casi en tiempo real sobre los materiales y los colores para comprender los distintos efectos de estas modificaciones y, en breve, también existirá la posibilidad de manipular directamente los modelos tridimensionales y las superficies que los componen directamente en la sala virtual.
Ciertamente, los renders en 3D siempre han dado una excelente contribución hasta ahora, pero varios elementos perceptivos se perdían inevitablemente, hasta el punto de que actualmente Felci Yachts, habiéndose casado con el modo de diseño de la realidad virtual, ya no modela nada sin una verificación inmediata «a lo real».
Un paso más allá lo representa la percepción de los volúmenes internos y las proporciones de los distintos elementos: gracias a esta tecnología, es posible actualizar y modificar un proyecto paso a paso y alcanzar un grado de «perfección» mucho mayor.
En la práctica, toda la fase de «moke up» y creación de prototipos, que en un proyecto de primera línea seguía siendo la posibilidad real de percibir y dejar que los clientes percibieran los ambientes, se revisa por completo, con la ventaja adicional de que también se pueden apreciar los detalles estilísticos, los colores y los materiales. Evidentemente, para ello es necesario un modelado preciso y de alta ingeniería.
Para trabajar con grandes centros de producción, el modelado empujado al llamado «gemelo digital» es obligatorio y es también el que ofrece más ventajas y el que mejor aprovecha las posibilidades que ofrece la realidad virtual.
Incluso los ingenieros de planta y los técnicos de los astilleros que trabajan con proyectos firmados por Felci Yachts (en la foto de al lado, de izquierda a derecha, Lorenzo Giovannozzi y Umberto Felci, socios fundadores de Felci Yachts Design) pueden beneficiarse mucho de esta nueva forma de diseñar, entrando primero en lo que van a construir, percibiendo las peculiaridades y los problemas.
Imaginar que se puede entrar en la sala de máquinas y tratar de alcanzar e interactuar con las distintas máquinas es una experiencia muy estimulante, sobre todo si se tiene en cuenta que este enfoque también permite imaginar los procedimientos de intervención y puede ayudar a elaborar especificaciones para los técnicos encargados de la gestión «después de la vela» o los profesionales de a bordo.
En resumen, lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción ahora es posible. Y el siguiente paso, la fase de diseño directamente a través de la realidad virtual, será otra gran revolución.
