La náutica post-Covid vuelve a empezar con más fuerza que nunca, pero necesita el apoyo del gobierno
El tsunami de la pandemia ha barrido todos los sectores de la economía mundial. Sólo un sector ha resistido el impetuoso impacto de Covid y está listo para volver a empezar más fuerte que nunca: el sector náutico, especialmente el italiano.
Sí, ha acertado: nuestro sector náutico ha apretado los dientes en un pésimo 2020 y ahora se prepara para relanzarse a lo grande, pero para ello necesita un importante apoyo.
De hecho, el Gobierno es llamado a apoyar el sector marítimo, uno de los segmentos más estratégicos de nuestro país y, por ello, uno de los primeros en impulsar el reinicio de Italia desde el punto de vista de la producción y el turismo.
Con una cadena de suministro que emplea a 180.000 personas y el liderazgo mundial en producción industrial como motor, el sector requiere una contribución activa de todos los actores públicos implicados en términos de capacidad operativa, experiencia y conocimiento de los materiales, para desarrollar un proyecto a medio y largo plazo dentro de una visión multisectorial y una perspectiva integrada.
Incluso antes de ser una frontera, el mar es un recurso económico fundamental para Italia, un pilar de nuestra economía, la vitrina de los territorios interiores que viven en simbiosis con los puertos y las costas, un activo medioambiental que hay que proteger.
De ahí el mensaje lanzado conjuntamente por Unioncamere, Confindustria Nautica y Assonat, que reiteran en voz alta la necesidad de identificar figuras profesionales cada vez más capaces de potenciar la industria náutica y el mundo marítimo en general, teniendo en cuenta la importancia económica y social que representan, respondiendo a las expectativas de los empresarios, los operadores del sector y los ciudadanos y usuarios internacionales.
Por ello, ahora más que nunca, la rápida aprobación del nuevo Reglamento de aplicación del Código Náutico, el nombramiento del nuevo Comandante General de las Autoridades Portuarias y el refuerzo de la Dirección de Transporte Marítimo del MIMS, también con la introducción de nuevos recursos, asumen una importancia estratégica también en consideración a su coincidencia temporal.
La industria náutica ha mostrado solidez y compacidad en el año más crítico desde la posguerra. El inesperado éxito del 60º Salón Náutico de Génova del pasado otoño (cuando el virus volvía a acechar) y los excelentes resultados del recién concluido Salón Náutico de Venezia son la prueba más clara de ello. Pero para ganar las batallas del futuro, la industria náutica post-Covid necesita inevitablemente fuerzas frescas, emprendedoras y con visión de futuro.
