El conflicto entre Rusia y Ucrania ha llegado a las Islas Baleares. Un marinero ucraniano ha sido detenido esta mañana en Mallorca acusado de haber hundido el yate de lujo de un conocido multimillonario ruso atracado en Port Adriano, el principal puerto deportivo de la isla más grande del archipiélago español. El yate ruso hundido es el Lady Anastasia, propiedad de Alexander Mijeev y valorado en unos 7 millones de euros (ver fotos).
Mijeev es también un oligarca activo en el mercado armamentístico: tras haber estado en la cúpula de la Corporación Rusa de Helicópteros, una empresa que produce helicópteros de guerra, en 2016 fue nombrado director general de Rosoboronexport, una empresa estatal que vende armamento en nombre del Estado de Vladímir Putin. Estos serían los motivos del gesto del marinero ucraniano, que una vez llevado ante el juez afirmó haber realizado su acto en venganza tras el ataque militar de Moscú a Kiev. «Uno de sus misiles destruyó un edificio en Kiev, no podía quedarme de brazos cruzados», dijo el hombre ante el tribunal, según las agencias de noticias. «El dueño de este yate es un criminal que se gana la vida vendiendo armas que ahora están matando a los ucranianos».
El marinero ucraniano, cuya identidad no fue revelada, se declaró culpable ante el juez y relató la secuencia exacta de sus acciones. Para ser precisos, el hombre declaró que había subido al barco y que primero abrió una válvula grande en la sala de máquinas y luego otra válvula más pequeña en el compartimiento de alojamiento de la tripulación. El marinero tomó entonces la precaución de cerrar las válvulas de combustible y cortar la electricidad para evitar el riesgo de incendio, y finalmente invitó a todas las personas a bordo a abandonar el barco. Todavía no está claro si el marinero era realmente un miembro de la tripulación del yate ruso hundido.
A pesar de la inmediata intervención del personal del puerto, que trató en lo posible de salvar el barco, éste se hundió a medias y sufrió grandes daños. Sin embargo, por el momento el juez decidió no validar la detención y poner en libertad al delincuente, a la espera del juicio. Una vez liberado por la Guardia Civil, el marino anunció su intención de viajar a Ucrania para unirse a los nacionalistas contra las fuerzas rusas.