Si la ven cerca de ustedes no deben caer en pànico.. no son, aunque parezcan, orcas asesinas. Anagràficamente aparecen como Seabreacher Y y vienen – no es difícil imaginarlo – de los Estados Unidos. Representan la ùltima evoluciòn en el campo de «water toys» y la versiòn màs actual, la Y, sigue una serie con formas de delfín (Seabreacher Z), tiburòn (X) o tambièn tigre o caza de guerra.
«La orca juguete» tiene 5,25 metros de largo y pesa 650 kg,y tiene la particularidad de poder manejar la cola en modo de realizar una giro alrededor de 360° en aire, precisamente para simular al mejor modo el comportamiento de los grandes mamíferos. La cabina es, por supuesto, resistente al agua y permite breves inmersiones, la estructura es autodrizarà. El tiempo bajo el agua dura al màximo (segùn el nivel de experiencia) 6 segundos, sin embargo tiene un snorkel para cuando se navega semi sumergido (y el medio emerge automàticamente si se completa la inmersiòn). El desceno màximo alcanza los dos metros.
La propulsiòn està ligada a un motor de 225 HP sobrealimentado, pero se ha enviado poco tiempo atras un modelo especial de 300 HP para un cliente de Abu Dhabi: velocidad màxima 48 nudos sobre la superficie del agua. Bajo el agua la velocidad màxima de la veriòn es en cambio de 25 nudos.
Manejarles debe ser (no hemos tenido todavía oportunidad de probarles) extremadamente divertido en vista de que se mueven sobre tres ejes, como los aviones, y se pilotean ademas con los dos cloche (que corresponden a las aletas laterales) ademàs con los pedales (que mueven las aletas cobre el frente y sobre la cola). Puden partir de un muelle, de un dispositivo normal o pueden (y es lo ideal) ser internnados y almacenados en cuencas de mega yates y garajes a medida.
Ademàs de la cabina interna de la que se puede pilotear, el Seabreacher ofrece tambèn la posibilidad de una segunda ubicaciòn de manejo externa, con una posiciòn de pie similar a las motos de agua. En conclusiòn, no hay límite para la diversiòn (y las ganas de adrenalina). Todos los medios son obviamente ampliamente personalizables.
Quieren probarlos? La casa productiva ofrece la posibilidad de prueba (de màs días dicho en el sitio) en sus sedes ubicadas en California del Norte. La experiencia cuesta mil dòlares, pero no se preocupen, si deciden di comprar uno de estos encuentros entre jet y mamífero marino, se le descontaràn del precio final.
Cuànto cuestan exactamente? No logramos descubrirlo. Los precios varían de los 80 a los 100.000 dòlares, pero se dan en base a preventivos personalizados.