El nuevo Absolute 52 Fly, que tuvo su estreno mundial en el salón náutico de Miami de este año, aunque comparte nombre con el legendario modelo anterior del mismo nombre (2017), es un barco completamente nuevo.
Nuevo diseño, tanto exterior como interior, nueva tecnología a bordo y, por supuesto, nuevo casco también. Por eso teníamos que probarlo cuanto antes, sobre todo teniendo en cuenta el éxito mundial que está cosechando este modelo.
Absolute 52 Fly: la prueba en el mar
A pesar de las previsiones de lluvia, hoy nos recibe un día espacial en Marina di Varazze. Sol, calor y mar en calma son la receta perfecta para pasar unas horas en el mar a bordo del nuevo Absolute 52 Fly.
Dicho y hecho, soltamos amarras y, gracias al joystick con las hélices de maniobra integradas, abandonamos nuestro amarre con una facilidad vergonzosa. Fuera del puerto, el mar está casi en calma, hay una ligera ola larga que el barco ni siquiera siente.
La direccionalidad es excelente, incluso a baja velocidad, señal de un casco que es cualquier cosa menos plano. Acelero lentamente y el barco cobra vida, gana velocidad sin hundirse a popa y luego, para mi asombro, ya a unos 10/11 nudos sale del agua y acelera sin cambiar su trimado.
Siempre he concedido gran importancia a la capacidad de un casco para mantenerse equilibrado, es decir, horizontal, independientemente de la velocidad. Es una cualidad poco común, muy útil para navegar con suavidad, sin desarrollar demasiada fricción.
Acelero de nuevo y, a unas 2.400 rpm, el Absolute 52 Fly navega entre 17 y 18 nudos con una comodidad absurda, consumiendo menos de 160 litros por hora. Piso el acelerador y alcanzo una velocidad máxima de 28,3 nudos, nada mal para un yate como éste, que tiene tres cubiertas reales y desde luego no es una ramita.
A máxima velocidad, me desvío a la izquierda y el barco me sigue sin girar, transmitiendo una gran sensación de seguridad. Contragiro todo a la derecha y mantengo la virada hasta encontrarme con las olas, considerables por cierto, generadas por nuestro propio paso. El Absolute 52 Fly las atraviesa con facilidad, la proa rompe el oleaje y el casco lo amortigua todo sin impacto.
Estoy gratamente sorprendido por este comportamiento que, más propio de los grandes pesqueros americanos que de los fly mediterráneos, se adapta bien a las exigencias de confort de un barco de lujo como éste.
Abandono el timón y bajo del Fly a la cubierta inferior, luego al master y, aparte del chapoteo del agua, el ruido es muy bajo y el confort de navegación realmente alto.
Gran casco este barco, gran casco de hecho….
Rendimiento medido
RPM | VELOCIDAD | LT/H | LT/MILLA |
600 | 4,4 | 5,7 | 1,3 |
800 | 5,2 | 10,4 | 2,0 |
1.000 | 6,5 | 16,4 | 2,5 |
1.200 | 7,6 | 25,8 | 3,4 |
1.400 | 8,7 | 41,5 | 4,8 |
1.600 | 9,5 | 58,9 | 6,2 |
1.800 | 10,4 | 75,4 | 7,3 |
2.000 | 11,6 | 110 | 9,5 |
2.200 | 13,8 | 130 | 9,4 |
2.400 | 17,5 | 158 | 9,0 |
2.600 | 20,5 | 188 | 9,2 |
2.800 | 24,1 | 212 | 8,8 |
3.000 | 28,3 | 244 | 8,6 |
Cómo es el nuevo Absolute 52 Fly
Es difícil subir a bordo del nuevo Absolute 52 Fly sin preguntarse si se está en el barco adecuado. La sensación de espacio es tan fuerte que se tiene la clara impresión de estar a bordo de un yate mucho más grande. Una sensación que comienza ya desde la dinette de popa que, cuando la escotilla está completamente abierta, ofrece una vista ininterrumpida hasta el puesto de gobierno, situado a más de diez metros a proa. En la práctica, un loft sobre el mar, de unos cincuenta metros cuadrados.
Hasta seis asientos encuentran espacio en la popa y, gracias al balcón transparente, disfrutan de una vista privilegiada del mar. Aquí todo se puede desplazar y adoptar así nuevas configuraciones; reposabrazos, respaldos y cojines son, de hecho, modulares, al igual que la mesa central extensible, que se puede trasladar para adaptarse a las necesidades.
También es digna de mención la península en forma de U de la cocina exterior que, cuando se levanta la ventana de accionamiento eléctrico, no sólo elimina las barreras entre el exterior y el interior, sino que también hace las veces de mueble bar. En el interior de la cubierta principal, delante de la cocina, hay dos sofás opuestos con capacidad para ocho personas que ocultan el televisor extraíble eléctricamente. Dos ventanas de apertura eléctrica ventilan la estancia y permiten pasar días fondeados sin encender el aire acondicionado.
Al subir a la cubierta superior, se repite el milagro y, esta vez al aire libre, vuelve a haber un espacio multifuncional de tamaño considerable que da cabida a un salón de popa con sillones, un mueble bar/cocina equipado con dos neveras, un sofá en forma de U para seis personas que desemboca en un solárium de proa sencillamente enorme. Frente al sofá hay dos asientos de timón y el puesto de mando superior. Todo ello protegido y sombreado por un Hard-Top de bella factura que, gran trabajo de diseño, no vibra incluso navegando a toda velocidad.
En el extremo de proa encontramos una zona de estar caracterizada por una cubierta portuguesa que, mientras por un lado crea una cuarta (sí, has leído bien, realmente son cuatro) zona de comedor, gracias al respaldo reclinable, también consigue crear un enorme solárium. Toda esta zona se puede sombrear claramente con las ya infalibles lonas y los postes de carbono. Una ubicación que no hay que subestimar, sobre todo cuando estamos en puerto y queremos intimidad y frescor.
Bajando a la zona de dormir, encontramos en primer lugar el camarote principal que, en el nuevo Absolute 52 Fly, está situado en una posición elevada y privilegiada. Nada más cruzar el umbral de esta suite, los ojos se nublan: las dimensiones son las de un superyate. A la izquierda, una pasarela muy ancha permite la inserción de una boiserie/escritorio que, continuando hacia proa, da paso primero a un enorme ventanal e, inmediatamente después, a la entrada del gran cuarto de baño privado, obviamente equipado con una cabina de ducha independiente.
Descendiendo más encontramos un camarote VIP que, dispuesto por vigas, es a todos los efectos un segundo máster. A continuación hay un tercer camarote doble, con camas separadas que, si se desea, pueden unirse para formar una tercera cama doble. Los dos camarotes están servidos por un cuarto de baño dedicado, que también tiene una ducha separada.
Desde la playa de popa se accede al camarote del marinero que, equipado con un aseo dedicado, será sin duda el más popular entre los hijos de los propietarios, dada la innegable ventaja de poder regresar a altas horas de la noche sin tener que pasar ante la atenta mirada de sus padres.
Sí, porque, como sin duda habrá comprendido en la prueba, este nuevo Absolute 52 Fly le permite desplazarse solo, sin necesidad de ayuda exterior, pero aprovechando el espacio de un 60 pies…
Absolute 52 Fly: datos técnicos
ESLORA | 16,76 m |
MANGA | 4,67 m |
Agua dulce | 650 lt |
Combustible | 1.800 lt |
Capacidad personas | 14 |
Categoria | B |
Motores | 2 x Volvo Penta D8-IPS800 |
Potencia | 2 x 600 HP (2 x 441 kW) |