JEANNEAU YACHTS OWNER’S MEETING 2024, S.TROPEZ vigésimo quinto año
Cada año, el astillero francés Jeanneau acoge a los propietarios de los modelos de la gama Jeanneau Yachts en este lugar dedicado a la gran vela. Tres días de pasión por el mar y de amistad. Los propietarios de estos magníficos yates se reunirán en este golfo para desafiarse amistosamente y redescubrir el placer de navegar en estas aguas. Esta edición es la 25ª y la sensación que se tiene es la de estar en familia, una familia que ha crecido a lo largo de los años gracias a este evento que promueve el encuentro y el intercambio de ideas entre propietarios y astilleros.
El sábado por la mañana, durante el briefing, el tiempo no promete nada bueno, el mar ya está blanco y las rachas alcanzan los 35 nudos con el Siroco presionando en el golfo y levantando el mar, con una previsión de empeoramiento por la tarde.
Los armadores discuten qué hacer y cuatro barcos de los diez presentes salen para ver si es posible realizar la navegación prevista.
El viento entra directo en el golfo y los barcos quedan expuestos al través, la maniobra para abandonar el amarre es más complicada de lo esperado. Los patrones, con la ayuda de la hélice de proa, contrarrestan la bajada de la proa en cuanto se suelta la amura de barlovento. Las tripulaciones lanzan los cabos de popa al muelle y los barcos quedan libres.
«Les Quatr Vents» Jeanneau yachts 55, «Catari» Jeanneau yachts 65 y Jeanneau Yachts «A u sole III» abandonan el muelle y nada más salir del rompeolas se enfrentan a un viento de proa y a un mar en contra, algunos aparejan la mayor con dos rizos y abren el foque hasta la mitad, dejando la otra mitad enrollada, los barcos encuentran su equilibrio y a pesar de las difíciles condiciones, se dirigen a barlovento para salir del golfo. La ola se hace sentir, las tripulaciones ensanchan el paso para disminuir la escora, los barcos prosiguen su carrera hacia el borde del golfo y luego viran de nuevo hacia el puerto a paso ligero.
Yo también salgo en el Jeanneau Yachts 60 «Sublime», llevamos chubasqueros y chaquetas porque las olas ya superan el metro y medio, a pesar del viento cruzado conseguimos salir ayudados por la hélice de proa, nada más salir del puerto abrimos un pañuelo de mayor y el trinquete ya aparejado con un rizo de trinqueta en el segundo estay de proa.
Ahora estamos a 27 nudos de velocidad verdadera y con un mar muy fuerte, apretamos y el barco acelera rápidamente sin escorar demasiado, seguramente un 60 pies marca la diferencia hoy, hubiera sido muy difícil salir en barcos más pequeños. Está claro que la regata se anula y sólo salimos por el placer de probar los barcos de Jeanneau Yachts en estas condiciones. Gracias a la gran barra antivuelco y a la protección del bimini no sentimos el frío y el salón permanece absolutamente seco, mientras que en proa las olas mojan la cubierta.
Cabos en tierra y doble remolque, creo que las salidas han terminado por hoy, los propietarios están entusiasmados con sus Jeanneau Yachts que, a pesar de estas condiciones, dieron grandes emociones sin problemas de seguridad.La gama Jeanneau Yachts incluye el Jeanneau Yacht 55, el Jeanneau Yacht 60 y el buque insignia Jeanneau Yachts 65, tres modelos de ergonomía sofisticada y moderna, un diseño que se adapta a las necesidades de cada uno para una navegación de ensueño.
La jornada finalizó con una cena de gala en el «DOMAIN BOURRIAN», a pocos minutos de St. Tropez, con la entrega de premios y el habitual lanzamiento de sombreros que simboliza la amistad y el deseo del astillero de mantener el contacto con sus propietarios. Cita en la REUNIÓN DE PROPIETARIOS DE JEANNEAU YACHTS del año que viene con el mismo espíritu que distingue a este evento pero confiando en que haga mejor tiempo.
