Llega el momento en el cual nuestro barco lo dejamos de usar, que como se sabe, coincide con el momento en el que más nos necesita: acarreo, almacenamiento, pequeños trabajos, alojamiento para la temporada de invierno. Pero no disimulemos que la cosa no nos agrade … Al final trabajar en el barco, tal vez incluso con un poco de sol, no es para nada mal, y cuidar de nuestro compañero de confianza que nos hace navegar, nos regala siempre satisfacción.
Si no hay prisa, luego, los trabajos en barco se vuelven aún más agradables. Nosotros hoy, por ejemplo, tuvimos que hacer mil cosas, pero al final nos limitamos a sistemar los motores para el invierno, haciendolo con toda atención.
La buena regla dice de eliminar tanta sal como sea posible del interior de los circuitos del motor, para evitar la cristalización causando cada tipo de inconveniente: incrustaciones, engranajes bloqueados y los conductos obstruidos. Básicamente se debe hacer pasar el agua dulce en el sistema de refrigeración.
Para el fuera de borda sólo se debe poner el motor en un recipiente con agua fresca lo suficientemente grande
como para adaptarse a los pies, encenderlo y dejarlo correr durante media hora. Nosotros hemos añadido al agua de un litro y medio de aceite emulsionante, para estar seguros…
Ánodos, enchufes y varios conectores los controlamos: la corrosión galvánica y la oxidación siempre están al acecho. Todo bien, gracias a Dios, y para este año ha sido suficiente una abundante salpicadura de spray lubricante. Y un poco (tanto) de lubricante también lo rociamos en el exterior, una vez lavado y secado el motor fuera de borda.
Una vez seco, el motor se debe engrasar en todas sus partes: todo el movimiento del acelerador, las tuercas de mariposa del motor en el travesaño, sustancialmente la totalidad de las juntas de movimiento y todas las partes de metal no pintadas.
Para hacerlo bien hay que cambiar el aceite del motor fuera de borda, o el aceite del pie y el del motor. Son tareas sencillas que sin embargo, no llevamos a cabo todos los años: evaluando el número de horas del motor y el uso que se le ha dado, se puede decidir si desea o no cambiar los aceites. Lo mismo se aplica al impulsor, que necesariamente no tiene que ser cambiado cada año, siempre y cuando se lave bien con agua fresca.
En cuanto al motor dentro de borda, hemos mantenido al mínimo indispensable, es decir, dejar correr el agua fresca en el sistema de refrigeración.
Que el barco se encuentre en el agua o en tierra, el proceso es el mismo: se cierra la válvula de aspiraciòn de agua salada, se coloca la manguera de agua dulce en el filtro de agua y se pone en marcha el motor. Esto se hace yendo a un 1.000 rpm durante media hora, en modo que el agua dulce lave todas las conducciones de refrigeración y todos los residuos de sal dejados en el interior del intercambiador de calor.
Mientras el motor está caliente, retirar el aceite del motor (que será más fluido) y poner el aceite nuevo, cambiar tambièn el filtro para asegurar aceite limpio al motor durante el invierno.
Incluso en el caso del motor dentro de borda el impulsor debe ser verificado, tal vez extraiendolo a travès de la bomba de refrigeración, y si està consumido debe ser cambiado. Si no, tambièn una onza de grasa alrededor de la bomba es suficiente para mantenerla suave para el invierno y para la próxima temporada.
es posible cambiar el aceite si sacar el barco del agua?