El encuentro es al azar, durante una hermosa tarde, fría y con viento fuerte en el Lago Maggiore, para probar los nuevos instrumentos de Raymarine, el Axiom, pantalla multifunción, y la cámara térmica Flir. La casualidad es que estas dos gemas, sobre las cuales les hablaremos en profundidad durante los próximos días, se encontraban instaladas un semirrígido de Nuova Jolly, el Prince 23. No es una novedad del astillero pero, al no haberlo probado nunca, finalizadas las pruebas con los instrumentos, nos dejamos llevar entre las manos del bote neumático para obtener, y contarles, algunas impresiones.
Mientras tanto, partimos de la característica que nos pareció como la principal: la gran habitabilidad de la cubierta. Lo que no se da sólo por las dimensiones internas, que permiten tener 6,35 metros de eslora y 1,80 de manga, pero sobre todo por una especie de walkaround ganado alrededor de la consola.
Los dos canales delanteros por parte, y el plano de pavimento libre tanto detrás del conductor como delante del triángulo de proa, logran una movilidad excelente para un semirrígido que en total mide 7 metros. De hecho, un nivel de confort que se puede esperar en los barcos más grandes.
En este contexto, hay tres áreas que son claramente distinguibles en el plan de cubierta Prince 23, la de pilotaje y las dos zonas dedicadas huéspedes hacia proa y hacia popa. La consola conquista la parte central, con un asiento doble y un panel de control equipado con dirección hidráulica. El manejo es cómodo tanto en posición de sentado vertical, y la visibilidad, aun cuando está bien protegida por el parabrisas, es muy buena, incluso en movimiento de desplazamiento.
Detrás de la consola se abre la primera zona de invitados: un sofá en forma de U en el cual los tres asientos cuentan con un buen apoyo para la espalda. Hemos probado todos los arreglos, sentándonos durante la navegación en los tres sofás, y en todos los casos el nivel de confort es notable. Al extremo de popa, cercanos a los conos de los tubulares, dos plataformas de baño. Manteniéndonos en esta zona, debemos señalar el espacio para la estiba obtenido por los cajones bajo de los asientos. En el centro del plan de pavimento, un amplio armario con apertura a escotilla donde se han instalado los sensores del Aximo Raymarine.
Alcanzando el triángulo de proa, hemos registrado la misma sensación de agradable acogida obtuvimos en la popa. Un solarium cubre parte del espacio, ocultando un enorme armario disponible para la estiba de defensas y equipos, mientras que detrás de la consola se ha colocado un cómodo asiento.
En cuanto al comportamiento en navegación, aunque no se ha tratado de una una prueba real, podemos decir que la suerte nos ayudó, permitiéndonos navegar en diferentes condiciones dependiendo de la zona del lago en la cual nos encontrábamos. En agua plana el Pince 23 impulsado por un Mercury Verado de 225 CV, literalmente vuela. Hemos presionado el acelerador a fondo y con nuestro GPS portátil hemos registrado 39 nudos vivido en estructura plana y casi con la sensación que el planeo nos permitiese colocar solo la parte final del casco. Un planeo que de manera aproximada, calculado sin cronómetro pero con el segundero del reloj, se dispara en menos de 4 segundos.
Es bien sabido que en el lago, son suficientes pocos metros y unos pocos segundos para encontrar condiciones muy diferentes. El Lago Maggiore se encuentra, en los días de las pruebas, con un fuerte viento del norte que levanta una ola, en las zonasexpuestas, empinada y molesta. Y cuando navegamos en estas aguas es que el casco en V profunda (25 grados) muestra todo su potencial. No tocamos el trim, manteniéndolo ligeramente negativo así como lo habíamos establecido en aguas tranquilas para comprobar la velocidad máxima, pero a pesar de eso, tal vez sería mejor levantar un poco la proa, el Prince de 23 corta con decisión los muros de agua armados por el viento del norte, manteniendo el triángulo de proa seco.
El tiempo se acaba, hemos desembarcos los colegas antes de concedernos este «gusto» y debemos volver a la marina de Verbella para atracar el bote. Aprovechamos para evolucionar en aguas restringidas y apreciar la maniobrabilidad del semirrígdo que incluso en retroceso, gracias al sistema de dirección hidráulica, se deja corregir velozmente sin poner resistencia. No es una prueba en mar verdadera, como decíamos al inicio, sino algunas impresiones obtenidas en unas pocas decenas de minutos, suficientes como para hacernos apreciar la calidad del casco y el espacio interior de la cubierta que realmente nos ha sorprendido.
Datos técnicos
Eslora total | 7,50 mt |
Manga | 3,00 mt |
Eslora interna | 6,35 mt |
Manga interna | 1,80 mt |
Compartimientos | 6 |
Peso en seco | 1.150 kg |
Motor | Mercury Verado 225 Hp |
Personas | 14 |
Homologación | CE cat C |