Todavia resultan desaparecidos 30 iraníes y dos bangladesíes que componían la tripulación del «Sanchi», el nombre del petrolero iraní que chocó con un buque chino a 140 millas de la costa de Shanghai el pasado domingo. Ningùn temor, afortunadamente, para los 21 tripulantes, del «Crystal», el carguero involucrado en el accidente que transportaba cereales desde los Estados Unidos.
Luego de la colisión, el petrolero, que transportaba 136,000 toneladas de condensado de petróleo, se incendió y comenzó a perder carga en el mar. Las autoridades chinas inmediatamente enviaron vehículos de rescate y tres barcos equipados para desastres ambientales al lugar.
Para el National iranian Tanker Co., armador del petrolero, es la segunda colisión en menos de dos años, de hecho, en agosto del 2016, otro petrolero de la empresa estuvo involucrado en una colisión con un contenedor suizo causando grandes daños a ambos barcos, pero afortunadamente, sin haber causado derrames de petróleo en el mar.
La colisión se habría producido el sábado por la noche y, el domingo por la noche, el buque seguía flotando y quemándose.
El gobierno chino aún no ha dado a conocer la dinámica del incidente ha roto el silencio en relación con el destino de los 32 desaparecidos en el mar.