Gennaro Coretti y el aparejo a Queche
John Goode es un instructor de vela que vive y trabaja en Southampton, miembro del Instituto de Navegación Real, es a menudo el examinador de los candidatos al famoso título de instructores del RYA, el equivalente Inglés de nuestro FIV.
A este monstruo sagrado de la navegaciòn muchos recurren a el para obtener consejos y sugerencias para sus elecciones náuticas y él responde con prontitud y con el indispensable «humor Inglés» a numerosas cartas que se reciben en una revista británica dedicada exclusivamente a armadores que desean ser aconsejados.
Me llamó la atención el detalle de las explicaciones que supo dar a una pareja que había escrito una simple carta de solo diez líneas. «Mi esposa y yo» habían comenzado los dos interpelantes «decidimos vender todo y navegar». Y luego siguieron «queremos comprar un Queche Victory de 40 pies que nos permita realizar nuestro sueño. Todas nuestras experiencias solamente se nutren de la lectura de artículos y libros escritos sobre balandros (con un solo mástil) Dado que estoy convencido de que la técnica es siempre la misma, ¿qué ventajas tendré o qué inconvenientes voy a encontrar si compro un Queche?
John Goode ha llenado una página, pero no se detuvo en especulaciones teóricas pedantes, al contrario, con la ayuda de dibujos muy claros, se ha desarrollado una verdadera «recompilación» sobre el uso más apropiado de los aparejos con dos mástiles.
Presentación telegrafica: creo que es una buena opción comprar un Victory de 40 pies porque es un auténtico caballo de batalla, adecuado para la navegación en alta mar pero igualmente útil en puertos y muelles. Cuando estamos orientados a navegar con un 40 pies o más, el aparejo dividido es la solución ideal, especialmente si solo son dos a bordo.
Nosotros del Mediterráneo evitamos de evocar infortunios y en las descripciones náuticas estamos más inclinados a representar el confort del interior, el tamaño de los baños y los refrigeradores y admirar con un ligero desprendimiento de la dureza de los navegantes nórdicos que luchan contra situaciones climáticas muy duras, a veces prohibitivas .
Sin embargo, agotado el homenaje respetuoso al ilustre visitante extranjero surge en mí el espíritu un poco a la Crescenzo, que me hace decir: Estimado John, después de embromara los over 40, tratandolos como ancianos, olvida las explicaciones sobre los mástiles e, incluso si estoy de acuerdo con las cualidades del Queche, al menos para estos dos no evoques desgracias; ¡ han dicho inmediatamente que vendieron todo …!
Buen viento