Absolute Weekend. Navetta 73, el nacimiento de una Reina.

Un Absolute Weekend, super lleno, nos acoge en el marco encantador de la Marina di Varazze, y rapidamente tenemos la sensación de estar en casa. Es desde que visitamos este astillero, que percibimos que estamos en una dimensión particular, acojedora.

Absolute Yachts ha hecho las cosas en grande y, si por un lado en el puerto las decenas de barcos amarrados atestiguan ya, el éxito del astillero, en el agua, en exposiciòn encontramos cinco modelos, todos disponibles para visitas y sobre todo, para las pruebas en mar. La serie Navetta se representa aquí con gran detalle con la Navetta 52 y la Navetta 58, las cuales crean gran curiosidad al público.

Pero nosotros queremos verla a ella, el buque insignia, la Navetta 73.

Hemos estado siguiendo la construcción de este barco desde el principio, hemos comprobado los avances de la producción, debemos conocerlo bien y aún así … verla en el agua nos llena de expectativas.

El día pasa rápido y luego llega la noche y como ocurre en las grandes ocasiones, Absolute Yachts organiza una cena de gala donde, a pesar del lujo y la sofisticación que se manifiesta tangiblemente en todas partes, todavía se respira ese ambiente familiar que distingue a este astillero.

Y así, cenando al aire libre con una música de fondo delicada, llega la medianoche y algo sucede. Un par de «ojos de buey» se iluminan y disparan sus haces de luz hacia el cielo. Desde el agua se ve, de lejos, un barco que, iluminado por completo, avanza lentamente hacia el muelle de honor de la marina. Tan pronto como el yate está en camino, la música entona las notas de «Stay with me», las luces se bajan e iluminan a la reina del evento.

 Navetta 73 es hermosa, elegante y se hace admirar.

Son cientos las personas en el muelle, todas amontonadas en el borde del puerto, admirando la embarcaciòn, que conducida por expertos, gira sobre sí misma y sin agua en movimiento, sin confundir su propia imagen reflejada que, del mismo modo, se obtiene una vista como si fuera el velo de un vestido modelado perfectamente.

La festejada realiza tres giros de danza, a continuación, se acerca, se deja amarrar en el muelle y se ofrece definitivamente a la mirada de los presentes que, como el resto de nosotros, no vemos la hora de subir a bordo.

A la mañana siguiente, el stand se encuentra aún más lleno que el día anterior, yo quiero escribir este artículo y me gustarían algunas fotos del interior, pido permiso para subir a bordo y me embarco.

Desde el final de la pasarela, se logra entender el tamaño de los ambientes de esta embarcaciòn. Son inmensos, parece estar en un barco de recreo mucho más grande.

Desde la bañera, la vista es fenomenal, un plano ùnico, sin ningùn desnivel, conduce la mirada hasta percibir el puesto de comando, veinte metros más adelante. Camino entre esta extensión de elegancia y llego a la plancha, donde una enorme colección de pantallas, mostran todos los datos a bordo.

Sigo haciendo fotos y luego voy bajo cubierta para ir a ver el apartamento del armador. Puesto en lugar a un nivel intermedio en una posición privilegiada, desde los grandes ventanales la vista del mar es perfecta, pero teniendo en cuenta la altura, la privacidad está garantizada, porque no hay manera de ser visto desde abajo.

Despuès es el turno de las otras cabinas, que honestamente, no tienen mucho que envidiarle a la principal en cuanto a espacios y acabados. La que se encuentra en el centro del barco en particular, es prácticamente una segunda cabina principal por cómo es de espaciosa y elegante.

Entonces un zumbido me despierta de mis pensamientos y me doy cuenta de que los motores están encendidos y están dejando los amarres. Entiendo que estoy a bordo para la salida y una sonrisa se dibuja en mi cara, ahora veremos cómo va esta belleza.

Me subo a la cubierta principal justo cuando la Navetta 73 se mueve, apoyo la cámara fotogràfica y rápidamente monto el estabilizador para hacer la directa. No puedo tener solo para mí esta esperada salida, los lectores tienen todo el derecho de estar a bordo de este barco, para ver realmente cómo navega.

Dejamos el puerto mientras me doy cuenta que no se oye casi ningùn ruido, Absolute y Volvo han hecho un trabajo excepcional, los niveles de sonido están al mínimo del mercado.

Fuera hay un poco de olas y habrán unos 15 nudos de aire residual, pero a bordo de la Navetta todo es estable y seguro. La proa de este barco no es sólo hermosa, realmente funciona, ni siquiera se siente la oscilación.
Tal vez un poco por la ausencia de ruidos, tal vez un poco por su estabilidad, pero sobre este barco, la única manera de saber la velocidad es mirar las herramientas. Y así descubro que ya estamos en planada y ya tenemos más de 20 nudos.

¿Tienen presente la tendencia a «encajarse en la popa» de algunos barcos? A bordon de esta embarcaciòn la pueden olvidar, por qué aquí la actitud no cambia, se pasa desde el desplazamiento a la planada sin notar ninguna diferencia, el único espía que indica el tipo de navegación es la estela, que en planada se agranda para indicar el cambio de estado.

Desde el Fly, enorme, la vista es fantástica y me sorprende observar a las personas que, después de la emoción inicial, están ahora sentados y conversando amorosamente unos con otros.

Pero es Gimmy Valente, el simpatico distribuidor de Absolute, que nos trae de vuelta a la realidad al hacernos darnos cuenta del verdadero tamaño de este barco. Se gira hasta encontrar nuestra estela, que realizamos en ese momento, produce una ola de notable altura

Navetta 73 entra en las olas y simplemente mueve el agua de lado a lado. Este barco ama el mar, no lo combate, y de esta amplitud, nace una navegación de un placer incomparable.

La velocidad máxima es dicha por Gimmy ,es notable, e incluso para nosotros, desde aquí, parece en efectos que es asì, pero tenemos la intención de probar este barco dentro de muy poco tiempo, por lo que no queremos anticipar ningùn dato en este artículo.

Sobre todo, queremos regresar a bordo de esta fantástica Navetta 73.