La prueba en el mar del Aquila 50 Yacht
Es un día ventoso el que nos recibe, estamos en Clearwater (FL), desafortunadamente justo en medio del paso de los dos huracanes que han azotado esta hermosa zona. Aquila 50 Yacht ya ha tenido que enfrentarse a uno y, como prueba de la solidez de la construcción, no ha sufrido ni un rasguño.
El catamarán que estamos probando está equipado con la motorización intermedia propuesta por el astillero, para empujarnos tenemos un par de Volvo D6 de 480 caballos cada uno. Como alternativa también se puede adoptar un par de Yanmar de 550 caballos aunque, como veremos, Aquila 50 Yacht no lo necesita.
Salimos del amarre con gran facilidad, las hélices de proa son una opción realmente útil y hacen su trabajo propio para bien. Navegando con calma la sensación es de gran estabilidad, las pequeñas olas empinadas formadas por el viento no tienen ningún efecto sobre el avance del poderoso barco.
Saliendo a mar abierto nos encontramos inmediatamente con una ola empinada y mala que, alimentada por el fuerte viento, transformaría la navegación de cualquier otro barco en una experiencia bastante incómoda. Nosotros, por el contrario, procedemos a 8 nudos sin ningún problema, rodando apenas, con la máxima comodidad.
A esta velocidad, nuestras emisiones son muy bajas y no consumimos casi nada, podríamos recorrer más de 800 millas (teóricas) sin siquiera repostar. Con el depósito adicional, el Aquila 50 Yacht dispone de poco menos de 3.000 litros de combustible, algo muy útil cuando se navega por zonas escasamente abastecidas.
Al acelerar las velocidades aumentan sin incertidumbres, la fricción desarrollada por los cascos es mínima. Entre los 12 y 14 nudos, el Aquila 50 Yacht se desliza y abre dos hermosas estelas en la popa, el barco se libera de su peso, se desliza sobre el agua y acelera naturalmente.
A 18 nudos este gato alcanza un equilibrio fantástico, las olas apenas se sienten y el confort es máximo. Qué ritmo extraordinario, ¡parece estar a bordo de un superyate! A esta velocidad, por cierto, a pesar de las 35 toneladas a plena carga de hoy, el consumo es muy bajo, alrededor de 8 litros por milla náutica, muy poco para una embarcación de este tamaño.
Al bajar las esposas se alcanzan y superan los 21 nudos, una velocidad que en comparación con los objetivos de este barco es realmente alta y es la señal inequívoca de dos carenados bien estudiados. Una cualidad que se nota incluso cuando nos deleita en las curvas más estrechas donde, sorprendentemente, este catamarán logra sorprender por las sensaciones que ofrece.
En conclusión puedo decir que este nuevo Aquila 50 Yacht me ha conquistado, es un «Explorer Yacht» ciertamente bien estudiado, que tiene muchos puntos fuertes. Es muy fácil imaginarse a bordo de este barco, participando en largos y divertidos cruceros que, como habrá entendido, se vivirán bajo el signo del máximo confort. Con este catamarán, además, nunca sentirá la necesidad de entrar en un puerto aunque, hay que decirlo, incluso en los puertos deportivos el Aquila 50 está destinado a no pasar desapercibido.
Datos de la prueba