Asaltos a barcos en Croacia: otro episodio reciente.
Como se puede ver en los comentarios de abajo, acaba de ocurrir otro incidente. Nico, así se llama el propietario de la embarcación que ha denunciado el suceso, fue abordado por un individuo mientras estaba fondeado, bastante fuera del campo de boyas, que le exigió el pago por aparcar como si la embarcación estuviera en la boya.
Ante la respuesta negativa de Nico, el individuo en cuestión le exigió, no obstante, 20 euros, que, para no tener problemas, el capitán le entregó a continuación.
Si te ocurre algún otro incidente como estos, denúncialo, lo recogeremos y lo enviaremos a las autoridades croatas pertinentes.
Fue a finales de julio de 2017 cuando Enrico y su familia, mujer e hija, desembarcaron con su velero cerca de la isla de Selve (Silba en croata) y, a una distancia prudencial del campo de boyas, que por otra parte estaba lleno, seguían con la intención de pasar la noche fondeados.
Mientras tanto, el concesionario del campo de boyas, Marko M., un lugareño de 39 años, una vez terminada su ronda de tomas de boyas, consideró oportuno iniciar otra, mucho menos legal, en detrimento de los barcos anclados en la bahía que no tendrían que pagar nada.
El perjuicio fue para los numerosos armadores, de todas las naciones, a los que se pidió que pagaran un canon equivalente al 50% del canon de boya por fondear en la bahía. Al final de su recorrido, el concesionario se acercó también al barco de Enrico, que, al pedirle el canon, se negó cortésmente, explicando que estaba fondeado bien fuera de la concesión.
Es en ese momento cuando ocurre lo inimaginable, el croata de 39 años enloquece, ataca el barco y amenaza de muerte a Enrico. Entonces coge un cabo, lo enrolla en la cadena del ancla e intenta llevarse el barco remolcándolo con la lancha que estaba utilizando.
La esposa les ordena que se marchen, amenazando con llamar a las autoridades, la hija llora asustada.
El barco de Enrico se acerca peligrosamente a otra embarcación anclada cerca y, afortunadamente, el isleño desiste y se marcha.