Con Brunello Acampora descubriendo el Salón de Düsseldorf: «Proyectación y Design son un todo en uno»

La distancia recorrida en un viaje no siempre es la distancia medida por millas o pasos. A veces se define por el flujo de imágenes que incluso una historia puede evocar. Como cuando lees un libro o escuchas una pieza de música.

Lo vivido en el salòn de Dusseldorf con Brunello Acampora, considerado uno de los grandes nombres del diseño de yates, ha tenido el poder evocador de una historia de mar. Cascos, bañeras, proas y planos de cubierta se convirtieron, durante una mañana caminando entre los barcos en exhibición, en las palabras utilizadas por Acampora para interpretar un mundo vasto y variado.

«El mio – Brunello me advierte cuando nos encontramos bajo las amuras del Gozzo Apreamare, ganador del premio Boat del año 2018 en la categoría 25/35 pies – es un enfoque humanista, que no entra en conflicto con las especializaciones de las que se compone la actividad de diseño, pero utiliza una vista general del universo del barco. Yo a los barcos los pienso, los diseño y los miro como todo en uno «.

Pruebo a pedir un ejemplo para comprender mejor el significado de esta visión general y la atención se fija inmediatamente en una parte fundamental, es decir, el casco. «Esta es una parte esencial, explica el diseñador, que no puede verse solo como un conjunto de problemas técnicos. Tiene, por ejemplo, también un valor comercial, porque el consumo depende de su diseño. En resumen, a menos que la dibuje un aficionado, nunca puedes decir que un casco es en sí mismo incorrecto como un hecho aislado en el diseño. Depende, en pocas palabras, de lo que se construye arriba».

Tan equipados, comenzamos nuestro viaje a partir de la última obra de Brunello Acampora, el Gozzo de Apreamare. «En este caso, tenía claro, lo que quería Cataldo Aprea: algo innovador que tuviera un fuerte atractivo al gozzo tradicional. La idea me convenció, pero no pude limitarme a dibujar una lancha con una popa redonda. Y luego imaginé algo completamente diferente: una lancha a motor con una vela como hélice auxiliar. Es de ahì que nace todo. La marca tradicional del gozzo ha acogido con satisfacción la «provocación» convirtiéndola en algo que nunca se ha visto. Y mira que realmente Gozzo también puede ser arbolado para navegar. Tal vez sea un poco pronto para dejarlo claro en el mercado, pero creo que conseguiremos construir una lancha motora que tenga una vela auxiliar para embarcaciones de recreo, y no al contrario».

Nuestro itinerario no tiene una ruta preestablecida. Las paradas son dictadas por la curiosidad de Acampora que de repente se detiene y pone su atención sobre un hermoso barco, el San Lorenzo SX 88. Gracias, diràn ustedes, ¿cómo no asociar el concepto de belleza con un San Lorenzo. Pero Acampora va más allá. «Por supuesto que es hermoso. Pero, sobre todo, es un barco con un concepto fuertemente innovador. En este barco se celebra la idea de un diseño que tenga un fuerte valor funcional. Y también se necesita valor, por ejemplo, para concebir una popa tan abierta, para asignar todo este volumen al espacio exterior, ofreciendo así a los huéspedes un verdadero beach club. Al mismo tiempo, el líder de la banda de la izquierda también juega un papel importante, el de las grúas para acarrear y lanzar los tender y los toys. Aquí el esfuerzo innovador ha combinado funcionalidad, belleza y novedad. Un acto creativo que tiene repercusiones positivas y genera otras innovaciones también en los espacios interiores, donde, por ejemplo, desaparece la posición de conducción que es única sobre el fly. Además, San Lorenzo nos hace aceptar la idea de que la velocidad debe satisfacer las necesidades del viaje pero puede contenerse, nos dice que a 16 nudos podemos disfrutar del viaje y no solo del deseo de llegar, consumir menos y vivir más cómodos».

Y mientras se gana la salida del stand para buscar algún otro barco que por alguna razón despierte el interés del diseñador, nos encontramos con el Sirena 64. «Mire, en una era donde hay esta contaminación de producto, con resultados no siempre ejemplares, ver a German Frers, que siempre ha diseñado veleros, probar suerte en el motor, es algo muy interesante. Porque no es solo una operación de marketing, aquí hay dos mundos que se hablan entre sí. Creo que solo a través de este dialogo quizás se puedan hacer productos más maduros. El Sirena 64 tiene un casco con este largo skeg que va de proa a popa. Es una opción de diseño que obviamente ha sido importada por Frers, desde su experiencia de navegación, con el objetivo de brindar una gran estabilidad direccional en todos los andares, especialmente con mar en la popa. Siempre abierto al debate? Lo veremos en el mar, lo importante es que dos mundos se comuniquen entre sí, que experimenten, que tengan coraje».

Contaminaciones culturales pero también inspiraciones.

Esta es la clave que usa mi Cicerón cuando me detiene frente al Fjord 42 open. «Este barco contiene todas las huellas de una evolución en la que muchos diseñadores han contribuido. Mira esta proa vertical, trae consigo toda la contribución de Luca Bressani que impuso esta estética. Pero tenemos que volver a los años 90, cuando diseñè el primer Tender Wally del que encontramos una pista en este open. Fjord dibujó una inspiración inteligente, se insertó correctamente entre la visión de Bassani y la visión de Wally, interpretando en una nueva manera el day cruiser, concibiendo un barco más grande, insertando el concepto de walk around, imponiendo esta popa abierta«.

Pero enfrente de Rivamare de Riva, Brunello Acampora parece suspender todo juicio técnico y se desliza hacia la emoción pura. «Aquí estamos frente a la excelencia, no hay nada que agregar. El de Mauro Micheli, de Officina italiana design, es una pluma muy feliz que se identifica completamente con Riva. Micheli también tuvo la inspiraciòn correcta, es decir, la inteligencia de un emprendedor que entendiò lo importante que era conservar el diseño de la marca. Y luego, Riva tiene el gran mérito de haber limpiado el grupo de popa, que tiempo atràs se pensó que era el uso exclusivo de embarcaciones más baratas».

Brunello Acampora diseña principalmente barcos a motor, pero siempre ha sido velista. Convencerlo a emplear todavía màs tiempo en este extraño papel de guía para una rápida aprobación en los pabellones de la vela, no fue difícil: ‘Veamos un par de barcos y nos vamos. Acuerdo hecho.

Y es con la mirada de marinero que busca un barco, y se detiene bajo el nuevo Bavaria C45. «Te hablo como posible comprador, me dice. Este astillero no es famoso por el acabado y la calidad de la madera. Pero, aparte del progreso logrado en los últimos años, ciertamente es un astillero que ofrece precios más bajos que otros para embarcaciones del mismo tamaño. Entonces, si me das un buen casco, con bandas, que no cruje, no me importa si los interiores no son necesarios. El casco es bueno? El precio es asequible? Bueno, gracias, me estás poniendo en condición de comprar un barco.

Aquí, tal vez el casco tan redondo es un poco clásico, tal vez nos podemos esforzar en experimentar un poco más «.

Como por ejemplo con el nuevo Oceanis 51.1. «Sí, es un casco muy interesante con este borde que va de popa a proa, seguramente puede abrir los flujos. Por lo tanto, espero un casco más seco y aún más rápido. Y creo que este borde también permite apoyar mejor la proa bajo la presión que sufre en dirección a favor del viento, con la presión del màstil que tiende a comprimirlo en agua».

Y aún es una proa, a llama la atención del diseñador antes de dejarnos. Estamos hablando de uno de los nuevos Southerly 480. «Tan lleno, representa una reserva de flotabilidad, tal vez se debe renunciar a un cierto grado de bolina, pero definitivamente te hace salir de la ola. Aquí nos enfrentamos a una idea precisa, la de un barco muy seguro, destinado a un crucero puro«.

Pero en esta larga navegación entre los pabellones, ¿es posible que no hayamos encontrado un bajìo, una roca, algo de criticar ferozmente?

«Sí, pero no critico un barco sin una contradicción. Puedo decir algunas cosas que, en general, creo que tenemos que cambiar «. Es decir? «Antes que nada, tener más coraje«. Nosotros los diseñadores no tenemos que tener la mentalidad de los ingenieros. Ya estàn ellos que hacen su trabajo muy bien. Debemos imaginar, experimentar, cambiar las cosas. Pero esto no significa que cualquier idea sea admisible. Creo, por ejemplo, que se estè exagerando con el tamaño de los ventanales porque son un punto de vulnerabilidad demasiado cerca de la línea de flotación. Creo se estàn realizando fundamentalmente barcos con volúmenes cerrados excesivamente habitables tienden a ser tendentes, con centros de gravedad demasiado altos y pasillos externos expuestos demasiado estrechos. Y luego necesitan emprendedores iluminados. El barco hoy comienza a un precio muy alto y se deprecia rápidamente. Creo que tenemos que reducir los costos de producción haciendo economías de escala, pero también aceptando márgenes más bajos, que sin embargo permitirían números más altos «.

Nosotros continuaríamos durante horas. Cada paso nos lleva frente a algo que comentar: los foil «útiles de difundir» los catamaranes a motor, los motorsailer «de valorar», y así sucesivamente. Por cada línea de agua, por cada proa, por cada idea de barco, Brunello Acampora sugiere un punto de reflexión. Y la sospecha es que su graduación en yacht design que  tuvo lugar en Southampton, tenga que ver si, pero hasta cierto punto. Tal vez la resaca que mueve los pensamientos vienen de más lejos, de años de mar con experiencia como un niño, desde que navegaba sobre el Dragon Italcraft superando los hidroplaneadores de la ruta Nápoles – Capri, por su amor a la navegación y de esa amistad con un mito, ese Renato «Sonny» Levi que «todavía inspira mi trabajo».