La colisión en mar es en muchos casos un accidente muy grave, a menudo con víctimas y por desgracia muy dindundido.
Según las estadísticas del Ministerio de Transporte contenidas en un estudio del 2013, la colisión es el tipo de accidente porcentulmente más común en el mar, hasta el punto que representa más del 36% del total de accidentes en los que estaban involucrados los buques de carga, casi 29% los que comprenden las embarcaciones de recreo y un pico de más del 49% de la cantidad de accidentes que han sufrido los buques de servicio.
Vimos hace un tiempo cuales son las normas de prevención para evitar colisiones en el mar. Pero a parte las reglas, evitar una colisión es un deber que nos llama a todos independientemente de las normas. Así que no sólo es una regla de sentido común, sino también una obligación establecida en el código de navegación. Traducido en pocas palabras, en caso de colisión, si bien de nuestro lado estè la razón por las reglas de precedencia, si se hace evidente que no hemos hecho nada para maniobrar, aunque si lo podiamos hacer, para evitar la colisión, seremos de todas formas en parte responsables por el accidente.
De ello se deduce que, en cada momento de nuestra navegación, sobre todo, pero no exclusivamente, de noche, tenemos que prepararnos para estar siempre listos a maniobrar cuando haya una situación de riesgo.
Las herramientas como el radar, pero sobre todo como el sistema AIS son de gran ayuda. El AIS nos da una información muy precisa, entre otros, la ruta y la velocidad de la unidad que estamos cruzando. Pero aparte del hecho de que no todos nuestros barcos están equipados de esta manera, incluso la presencia de herramientas sofisticadas presupone el respeto de una primera regla fundamental de comportamiento para evitar colisiones en el mar: la vigilancia.
Tener siempre un guardia en la bañera o en el puente es la primera regla debe ser respetado. Desde aquí descienden todos los otros comportamientos. Una persona de guardia activa, que sea de noche que sea de día debe saber cómo comportarse en caso de intersecciones. Y esto nos lleva a otro elemento transversal en todos los aspectos de la navegación: la preparación de la tripulación.
Cualquier persona que sea llamada a contribuir a la navegación, debe ser capaz de llevar a cabo su tarea. Si estará involucrado en el servicio de guardia, se le informará qué medidas tomar: escuchar la radio, ver con binoculares incluso por la noche, cuales maniobras poner en acto frente a una intersección o si no es capaz de maniobrar, a quien alertar inmediatamente.
Esta toma de conciencia de cada miembro de la tripulación es un dato fundamental para la seguridad de la navegación. Antes de zarpar, incluso para un crucero de vacaciones, el comandante debe efectuar un briefing con el cual proporcionar los conceptos básicos a todos- uso del radio, encender y apagar el motor, la colocación de los equipos y chaquetas salvavidas – y las más específicas para quien es llamado a colaborar en los turnos y en maniobras.
Quien tendrá la tarea de cubrir un turno de guardia tendrà que saber entonces que en caso de intersecciòn serà su tarea tomar el rilevamento de la nave y en el caso que el rilevamento fuese constante y la distancia disminuyera, maniobrar o alertar al capitán.
Los binoculares, especialmente por la noche, es una gran ayuda. Se pueden ver las luces de un barco o una nave, observarlos con binoculares sobre todo aumentar la luminosidad y distinguir la forma entendiendo mejor, sobre todo si no tiene mucha experiencia, cuál es la dirección que està tomando el barco.
Otra herramienta importante es el radio (VHF). Como es normal debe siempre estar sintonizado en el canal 16. Una llamada por radio directa al barco que estamos atravesando puede ser decisivo para aclarar una situación confusa y maniobrar en consecuencia. Por otra parte, si no obtenemos una respuesta, esto sería una importante señal de alarma que nos debe impulsar para maniobrar inmediatamente al salir del riesgo de colisión o, en caso que por alguna razón no se pudiera maniobrar y estubieramos en una situaciòn de emergencia grave con el riesgo una colisión trágica, hacernos sentir con un medio acústico y hacernos ver disparando un fuego rojo.
Se trata en definitiva de adoptar comportamientos que nos permitan comprender en qué situación nos encontramos y actuar con rapidez. Una vez que se haya determinado que la colisión es posible y no vemos señales de maniobras de la otra nave, tenemos que maniobrar nosotros, aunque si tenemos la prioridad, de forma rápida y decidida sin dejar ninguna duda sobre nuestras intenciones a los que están cruzando nuestra ruta.