Las defensas desempeñan un papel crucial para preservar la integridad de las embarcaciones cuando están amarradas o se acercan a un atracadero, protegiéndolas de colisiones con el pantalán o con otras embarcaciones.
Pero, ¿qué son exactamente las defensas? ¿Qué modelos existen y en qué situaciones es aconsejable utilizarlas? En este artículo exploraremos en detalle todo lo que hay que saber sobre las alas: desde su definición y composición hasta sus principios de funcionamiento y la importancia de utilizarlas correctamente.
Qué es una defensa
Un ala es un objeto, generalmente esférico, cilíndrico o plano, que sirve para proteger de los impactos la superficie sobre la que se aplica. En las embarcaciones, las alas se colocan en los costados, la popa o la proa para evitar golpes o roces accidentales contra el muelle u otras embarcaciones.
El material del que están hechas puede variar según el modelo: pueden ser huecas, macizas, gomosas o esponjosas, pero las más comunes tienen una cubierta exterior de PVC o caucho y un tubo interior. Sus propiedades absorbentes y elásticas las convierten en herramientas indispensables a bordo.
Tipos: una visión global
En función de la superficie a proteger, existen diferentes tipos de alas: para embarcaciones auxiliares, para pantalanes, para barcos, para superficies específicas, etc.
Cada una tiene una forma y una composición precisas para el trabajo que debe realizar. Veámoslas en detalle.
Defensa cilíndrica
La defensa cilíndrica es uno de los modelos más comunes del mercado. Su forma alargada y su composición de PVC la convierten en un ala de alto rendimiento.
Colocada verticalmente, proporciona protección al costado de la embarcación incluso en presencia de variaciones de la marea, mientras que aplicada horizontalmente ofrece protección en una zona más amplia de la embarcación.
Las alas con esta forma suelen tener una cubierta exterior de goma y un tubo interior, ajustable mediante una válvula.
Defensas esféricas
Defensa esféricaEl ala esférica se caracteriza por un aspecto más redondeado, lo que le confiere una gran capacidad elástica y un excelente rendimiento bajo grandes esfuerzos. Las alas esféricas son un excelente soporte, ya que ofrecen una buena resistencia a los impactos, pero deben ajustarse cada vez que la marea modifica el punto de tensión a bordo.
Las alas con esta forma, al igual que las cilíndricas, son huecas y utilizan el aire de su interior para amortiguar los impactos contra otras superficies.
Defensa plana
La defensa plana tiene una estructura rígida y sólida. Por su forma esbelta y su pequeño tamaño, es una solución excelente cuando el espacio es limitado. Normalmente, las alas planas están hechas de espuma, a veces con una cubierta de nailon, dependiendo del modelo. Su forma y estructura compacta son compatibles con la necesidad de espacio limitado, versatilidad de uso y amplia protección.
Una característica interesante de estas defensas es que, cuando no están protegiendo la embarcación, pueden convertirse en excelentes cojines o pequeñas mesas. Por otro lado, tienen poca resistencia a los impactos y son muy ligeras. Esto las convierte en víctimas fáciles de fuertes vientos y marejadas.
Defensa de proa
Para las embarcaciones que amarran de proa, existe un ala en forma de media luna que se adapta perfectamente a su función: proteger la proa de impactos accidentales contra el pantalán u otras embarcaciones.
Fabricada normalmente en PVC o caucho, tiene un tubo interior que le proporciona elasticidad y resistencia.
Cuántas defensas aplicar en el costado
La pregunta más habitual sobre el tema es: «¿Cuántas defensas debo llevar a bordo?». El contraste entre el espacio limitado disponible y la necesidad de proteger la embarcación abre varios escenarios y posibilidades. Ciertamente, la elección del tipo de alerón afecta al resultado final, ya que colocar sólo alerones esféricos proporciona una mejor protección, pero requiere mucho más espacio cuando no se utilizan en los laterales.
Por lo tanto, el tipo de defensas, su diámetro y la eslora de la embarcación influyen a la hora de definir un número ideal de alas para llevar a bordo en todo momento.
Siguiendo una línea teórica, deberíamos colocar las alas a unos 2 metros de distancia, teniendo en cuenta su diámetro, que puede oscilar entre 9 y 50 cm, dependiendo del tamaño de la embarcación y de la altura del costado.
Por ejemplo, en un velero de 10 metros, podemos aplicar a cada banda 3 alas cilíndricas de 20-25 cm de diámetro cada una.
También teóricamente, el tamaño de las alas debe garantizar la cobertura de ⅔ de la superficie vertical del costado muerto.
Cómo fijar las defensas
La forma más habitual de fijar las alas en el costado es haciendo una cornamusa en el extremo del ala y atando un nudo de barquero (también llamado nudo ballestrinque) en la red de arrastre o en la base del puntal con el otro extremo del cabo.
La longitud del cabo varía en función de la altura del deadrise. A título indicativo, debe ser lo suficientemente largo como para bajar el ala hasta la superficie del agua, en caso de que haya obstáculos muy bajos de los que protegerse.