La pesca a drifting en busca de nuestro amado atún rojo se basa básicamente en el cebo generalmente hecho con sardinas, algas y anchoas. Éstos se arrojan en agua, enteras o en pedazos pequeños y tal trabajo (a veces aburrido) puede hacerse a mano, por una persona que se dedica constantemente a esta operación, o por medio de alimentadores eléctricos.
La estela que deja, que constantemente ejerce un fuerte atractivo olfativo y visual durante el día, es indudablemente el punto fuerte de esta técnica.
A diferencia de los cebos típicos de otras disciplinas, donde a menudo se prepara un lecho de cebo en el fondo, en el drifting es la estela, larga y continua, que es capaz de estimular a los peces que hambrientos, siguiendola la suben hasta llegar cerca de nuestro bote, área donde se encuentran los cebos.
Entonces, sin muchos giros de palabras, podemos decir que el cebo en el drifting es la cosa más importante. Si está bien hecho, representa los cimientos sobre los cuales desarrollar nuestro proyecto diario de pesca. Sin esta suposición, las posibilidades de mordedura se reducen mucho, llegando a ser prácticamente casuales.
Sin embargo, una vez dicho esto, debemos centrar nuestra atención en dos aspectos fundamentales sobre cómo hacer la operaciòn del utilizo del cebo , por lo tanto, entender rápidamente cuál es la dirección del agua, al menos en la superficie y luego, lo que es muy importante, decidir que cantidad de cebo de utilizar en nuestro día de pesca.
Hablando de la corriente, se deben tener precauciones especiales, especialmente si se pesca fondeado (este último enfoque es cada vez más común entre los pescadores, incluidos los agonistas). En este caso, inmediatamente intentaremos estudiar la corriente en la superficie , para entender mejor, debemos intuir su dirección y velocidad. Para ello, lo que hay que hacer es tomar algunas sardinas, enteras y cortadas en pedazos y una vez lanzadas en agua con la embarcaciòn completamente detenida , observar el movimiento, es decir, el hundimiento y la velocidad de movimiento con respecto a nuestra posición. Este aspecto será muy indicativo, sugiriendonos a qué profundidades y a qué distancias del bote colocar los diversos cebos enfilados en el agua.
Todos los pescadores de atún, especialmente al principio, siempre hacen la pregunta sobre la cantidad de cebo de utilizar. Desafortunadamente, cuanto más años pasan, más aumenta el costo del pescado azul, también debido a una crisis económica que no quiere terminar y que ha llamado la atención de tantas familias hacia peces de menor valor económico. Cuando la demanda aumenta, el precio también aumenta, lo sabemos, y esta es también la razón por la cual los precios de las sardinas y anchoas están aumentando y dado el gasto que se incurrirá en cada salida, es normal preguntar cuántas son las cajas de sardinas de usar durante una captura. Nadie nos prohíbe hacer un viaje de pesca, incluso con un par de cajas, sin embargo, como no es difícil de adivinar, el mar es grande y el atún no es un pez que come poco. Por lo tanto, en mi opinión, para una sesión de pesca exitosa será el caso avanzar hacia el uso de cuatro/cinco cajas para una sesión de medio día, para obtener hasta ocho – doce cajas (de 5-7 kg) para una pesca de un entero día.
Podemos hacer el cebo con sardinas enteras, a las que con las tijeras les cortamos la cabeza o a las que tal vez hacemos un corte en el vientre, este último para evitar los problemas de hundimiento debido a las burbujas de aire dentro del cuerpo. A estas alternaremos sardinas cortadas por la mitad, o en tres o cuatro partes (esto también dependerá del tamaño de la sardina). Una vez arrojada una sardina al agua, o algunos pedazos pequeños, esperamos a que se mueva a unos pocos metros del bote para arrojar màs cebo en el agua.
Si se recomienda el uso de 8/12 cajas para un día entero de pesca (8-9 horas de promedio), podemos entender que podemos orientarnos con alrededor una caja de cebo (o algo más) por cada hora de pesca y por lo tanto, esperar resultados muy satisfactorios.
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