Hablando del futuro, ¿hay algún proyecto que le gustaría anticipar o alguna innovación que se avecine?
Hay varios incentivos que empujan hacia modelos innovadores, y ahora mismo la innovación que nos pide el mercado, pero quizá más que el mercado, el medio ambiente, es eléctrica.
Así que la idea es, por supuesto, crear una versión eléctrica, probablemente del Eolo 7, pero todavía es muy difícil conseguir las prestaciones que queremos para nuestros barcos. De momento no veo las condiciones todavía, aunque por supuesto estamos deseando que se resuelvan las cuestiones técnicas obvias.
Necesitamos garantías sobre la eliminación de las baterías, de lo contrario corremos el riesgo de contaminar aún más que con los motores diésel clásicos, y también necesitamos elementos menos voluminosos que no ocupen demasiado espacio en el barco. Y luego, por supuesto, el rendimiento. El barco debe al menos planear y permitir un cierto tipo de velocidad de crucero, al menos 16 nudos, y la capacidad de recorrer al menos treinta millas náuticas.
De momento funcionan bien en los lagos, hay varios servicios de chárter interesantes, pero en barcos que alcanzan como mucho 8 nudos, y para un chárter tranquilo de domingo por la tarde está bien, pero si pienso en comprar un barco, creo que de momento no es suficiente.
En cualquier caso, estamos a favor del progreso, y cuando se den las condiciones adecuadas, sin duda estaremos en el juego».
¿Hay algún mensaje que quiera dejar a nuestros lectores antes de despedirse?
Sí, por supuesto. Espero que Eolo 9 nos dé la oportunidad de darnos a conocer también en este sector del mercado, y que nos acerque a todos aquellos que quieran acercarse a nuestra espléndida y variada realidad Made in Italy. Para nosotros, Eolo 9 es como una meta final, la culminación de un largo rediseño, del que estamos muy orgullosos.
Espero que lo disfruten y se diviertan».