Hay mucho viento hoy y el mar está surcado por olas formadas, empinadas y secas. Una condición incómoda, que pondría en dificultad muchas embarcaciones de este tamaño. Nosotros navegamos en cambio plano, en total confort, mientras que el particular diseño de la proa del Fiart P52, dirige los salpicaduras hacia el exterior y abre las olas como si fueran mantequilla.
Empujo las manillas ligeramente hacia adelante y, alrededor de 12/13 nudos, sin que este yate modifique en lo más mínimo su disposición longitudinal, el barco entra en planeo y acelera espontáneamente hasta 16 nudos.
A partir de aquí, Fiart P52 cambia de cara y se vuelve realmente divertido, solo hay que hundir las esposas y este barco se transforma y se convierte en rápido y reactivo, como si fuera un maxi-rib. En más de 25 nudos, inicio una serie de virajes y contrarvirajes que, junto con el ángulo de escabroso, se convierten inmediatamente en puro placer, mientras este yate está en la trayectoria como si fuera una superbike que recorre la Parabolica de Monza.
Me pongo en el recto, bajo las esposas y, de nuevo sorprendido, siento la aceleración empujándome hacia atrás mientras la pantalla muestra progresivamente velocidades cada vez más inusuales para un barco de este tamaño, a 3.000 revoluciones hacemos más de 35 nudos!
Respiro, me detengo y vuelvo a los 25 nudos. La adrenalina baja y me doy cuenta de que las condiciones del mar han empeorado mientras tanto, el viento ha aumentado y ahora hay más de un metro de onda pero nosotros, a bordo de Fiart P52, no nos dimos cuenta de nada.
Este casco es simplemente emocionante, permite pasar de la comodidad de navegación de un superyate a las satisfacciones que solo un barco vivo y reactivo puede dar.
Fiart P52 realmente navega como un Stradivarius, y hay que probarlo para darse cuenta.
La cubierta principal de Fiart P52
Difícil no enamorarse a primera vista de este plano de cubierta que, enorme y totalmente dedicado al aire libre, es de una belleza embarazosa. Visto desde la popa, el puente principal se presenta como un crescendo de áreas delimitadas por su función de uso, todas dispuestas con gran inteligencia.
La plataforma de popa está a nivel del agua y desde su interior libera una plataforma equipada con escalera que, cuando está completamente bajada, crea un lujoso descenso al mar, equipado con escalones. Para completar este magnífico beach club de más de 20 metros cuadrados encontramos dos grandes soláriums, uno doble y otro individual que, equipados con respaldo inclinado y engarzados a los lados de esta extensión de teca, permiten admirar el mar desde una posición muy privilegiada.