On test. Prestige 680 S, he aquí la primera prueba en mar

Después de un fin de semana de tormentas, en Cannes es casi verano en este periodo de abril. Dos días transcurridos con aguas agitadas, viento y lluvia, que los marineros de Jeanneau pasaron a llevar dentro y fuera decenas de potenciales clientes llegados a la ciudad francesa para probar los diferentes barcos de vela y de motor antes de decidir de hacer una posible compra.

Historias teñidas de satisfacción, típicos de los que van al mar en condiciones difíciles, y de quein se enorgullece de su sentido de pertenencia a un equipo «Señal de que nuestros barcos son verdaderamente de calidad», nos dicen en el muelle.

Pregustando los placeres de una jornada marcada por el sol cálido y suave brisa, subimos a bordo de el que serà el principal protagonista de esta sesión de pruebas, la nueva criatura de la gama Prestige de la Jeanneau, el 680 S. Quien escribe era 5 años desde que no ponìa pie a bordo de un barco Prestige. El impacto fue impresionante. No habiendo seguido la evolución del astillero en términos de diseño, como también, y especialmente, en cuanto a la calidad de los acabados y los materiales utilizados, el efecto Wow no se hizo esperar. En cinco años, Prestige ha dado un salto cuántico que mueve el rango de unos pasos más arriba en el mercado náutico.

Afirmación desafiante que ahora es el caso de motivar.

Partimos del design. Vittorio y Camillo Garroni, firmas históricas de Jeanneau, tienen experiencia y autoritatividad para vender, y en esta versión deportiva del 680 Flybridge, parece que le han hecho soportar todo, imponiendo una visión de elegancia y el estilo todo italiano sin ningún otro tipo de contaminación. Es semplicemte, la nuestra, una deducción totalmente gratuita, pero la diferencia en términos de estética entre el 680 Flybridge clásico y la versión deportiva es abismal.

Las líneas se inclinan, hasta hacer màs esbelta la silueta del barco que parece descansar en el agua y se une al casco dando armonía a todo el artefacto. Si era la idea de un carácter deportivo que quería dar la imagen de este barco, han tenido éxito, aunque manteniendo el cauce de la elegancia.

Interior

Lo mismo se puede decir del diseño de interiores. La entrada en la sala de estar se lleva a cabo a travès de una bañera no muy grande, completamente reparado de la parte popiera del fly y sobre todo, está amueblada con una sobria y elegante simplicidad: un sofá adherente al espejo de popa en contraposición a una mesa y dos sillas. Este espacio, al que se accede por una hermosa plataforma de baño recubierta en teca que se puede elevar eléctricamente, tiene en sì algunos elementos técnicos de prestigio.

En primer lugar, en el lado de estribor, oculta por una solapa inmediatamente antes de la entrada, se coloca una palanca de mando para maniobrar en amarre directamente desde la cabina del piloto, con una visibilidad total. Luego, dos tornos eléctricos posicionados en los dos lados a una altura óptima para el tensado de las líneas de amarre.

Una vez dentro, nos detenemos un momento para apreciar el elemento que domina sobre todo en los primeros segundos: la luz. Por supuesto, en casi 22 metros de embarcación no es difícil deducir ventanas. En el Prestige 680 del elemento natural, sin embargo, se ve reforzado por las decisiones proyectuales y de design. Es cierto, no hace falta ser un genio para darse cuenta que los colores claros promueven la sensación de luminosidad, pero también es cierto que no es suficiente dar una capa de blanco para conseguir el efecto que tiene este barco. El juego aquí es más articulado y se juega con la sabiduría a diversos niveles: algunos colores claros, tanto en el mobiliario que la madera y la alfombra (extraíble) sobre la que descansan los muebles, pero capaz de absorber sin ningún tipo de distonía elementos oscuros como los asientos del piloto.

Grandes ventanas, realizadas de tal manera que parecen envolver toda la superestructura sin fisuras, techo en la posición de conducción que se puede abrir, gran puerta frontal acristalada. El resultado es un entorno capaz de ofrecer la máxima protección y al mismo tiempo una gran apertura, también visual, hacia el exterior.

La disposición de los muebles ayuda a definir tres entornos diferentes. El primero entrando a la izquierda es el comedor: una mesa con seis sillas, un sofá en forma de L y tres sillas componen la estructura. En el lado de estribor encontramos la cocina, que como equipo adicional, la colocación de una barra central y la proximidad a la cabina del piloto, que puede manifestarse como un segundo entorno familiar tan cerca del comedor.

Por lo tanto, moviéndonos unos pasos hacia la proa, la tercera sala: una sala de estar amueblada con un gran sofá en forma de U, donde su espacio es delimitado por el puente de mando interno. Como siempre es en navegaciòn que se aprecien  algunas cosas en esta área vital de la embarcación. Ya podemos enumerarlos: asiento de dos puestos ajustables, también la timonera ajustable en altura, tres pantallas de Ray Marine a través de las cuales se tiene una lectura completa de los datos de navegación funcionales del barco, y muy apreciado, la puerta lateral a estribor para un acceso rápido en las cubiertas.

En el área noche se accede a través de una escalera a la izquierda del tablero de instrumentos. El modelo en prueba en Cannes se organizó con tres cabinas. Elección óptima, lo que permite crear una suite principal de un impacto considerable. Hecho por todo el ancho del casco, con la cama doble central, vistas al mar a través de las ventanas laterales, zona de oficinas y una entrada privada que, además de los servicios normales tiene una ducha separada y una bañera de piedra sintética.

La cabina Vip se distingue de la armadorial por el tamaño un poco reducido y por la colocación de la cama, siempre dispuesta centralmente a lo largo del eje longitudinal. Incluso esta tiene su propio acceso a un baño privado con ducha y bañera como el propietario.

Por último, la tercera cabina tiene dos camas individuales con la posibilidad de convertirlas en una cama individual, mientras que el cuarto de baño tiene ingreso externo en el pasillo.

Una cabina reservada a la tripulación se encuentra detrás de la carlinga con entrada a través de una puerta estanca en el travesaño y está equipada con dos camas individuales.

Fly

En comparación con la versión fly brige clásico, la del fly sport debe ceder, juego de poder, un poco de espacio para sus líneas de hecho más deportivas.

Pero no va un paso atrás en términos de integridad de equipamiento y confort. Partendo desde la popa, donde se hizo un comedor con sofá en forma de U que rodea una mesa de teca convertible en una gran terraza solarium. Hacia proa, nos encontramos a estribor el mueble cocina con un refrigerador de 30 litros, la parrilla y un fregadero. Por último, el asiento del conductor con dos asientos para el piloto y el segundo y la repeticiòn de toda la instrumentación del panel interior.

Prueba en mar

Dejamos el puerto de Cannes maniobrando desde la postaciòn con la que tomamos confianza. Asientos y el volante ajustables nos ponen a gusto. En primer lugar apreciamos la visibilidad externa, muy buena, sin zonas de sombras a veces generadas por los montantes. En el Prestige 680 Fly Sport la vista exterior es siempre muy amplia.

Fuera del puerto las condiciones meteorológicas son muy buenas: se alzò una brisa del mar, con una ligera ondulación. Vamos de inmediato al modo sincronizado de las palancas en modo de utilizar solo una y al sistema automático de los ajustes que regulan la posición de acuerdo a la velocidad. Las condiciones del mar nos permiten ese lujo.

Y mientras aceleramos para llevarnos a 2000 rpm, sufrimos un fashback que nos lleva algunos años atras, cuando durante la prueba de un Prestige, el silencio no era una nota positiva. En régimen de crucero abrimos el parasol y la gran puerta de entrada de la bañera, mediante la detección de una muy buena insonorización de la cabina. Con todo abierto, podemos seguir conversando en un tono de voz normal.

En ausencia de olas, maniobramos para interceptar la estela del Prestige 630 Fly que está en el mar para otras pruebas. Las dimensiones del barco sin duda ayuda, pero la calidad del casco es todo, y se hace sentir a través de un ritmo suave, un ritmo casi ágil donde el movimiento se experimenta casi en cámara lenta. La sucesión de vueltas produce movimientos armoniosos y lentos. No es el espíritu deportivo lo que se busca en un yate de este tipo, sino la estabilidad y el paso regular y seguro. Y sobre el Prestige 680 lo encontramos en su totalidad. Realezamos un 360 y el radio de giro no supera las dos longitudes.

Llevamos el acelerador hasta el fondo: la velocidad es de casi 30 nudos con el barco con el tanque lleno de diesel y 7 personas a bordo.

Desactivamos el trim automático y probamos el cepillado. Trim negativo, aceleramos y en nueve segundos a 16 nudos, el Prestige 680 Flysport separa la estela de la popa y se desliza con la proa hacia la isla de Santa Margarita.

Cuando volvemos al puerto es un placer moverse para ayudar al comandante en la maniobra de amarre. La palanca de control interno activa los dos Volvo IPS 900 en combinación con el bowthrust, llevando el barco exactamente alineado con el embarcadero donde damos los cabos al suelo. Ni siquiera hay necesidad de pasar al joystick en la bañera, el atraque es abarloado. Demasiado fácil.

Condiciones de la prueba

La prueba se llevó a cabo frente a Cannes, con mar en calma, brisas, 7 personas a bordo, 90% de combustible, 30% de agua.

Datos tècnicos