Navetta 75: prueba del buque insignia de Absolute Yachts

Presentado en primicia mundial en el Cannes Yachting Festival de este año, el Navetta 75 captó inmediatamente nuestra atención. Síntesis perfecta de belleza, equilibrio y tecnología, el nuevo buque insignia de Absolute Yachts trae consigo importantes volúmenes que, a pesar de sus veintitrés metros, le hacen pertenecer de hecho al segmento de los superyates.

Una embarcación intrigante, capaz de combinar las características que acabamos de describir, como verá a medida que lea el artículo, con grandes cualidades para la navegación.

Navetta 75, la prueba en mar

La primera aproximación con Navetta 75 no es la más fácil. El barco está tan apretado en un amarradero que llamarlo problemático sería un eufemismo y, con el salón náutico en pleno apogeo, salir del Port Vieux de Cannes no será ciertamente fácil. Hay 15/16 nudos de viento de través y tenemos por delante 4/500 metros de navegación entre aparejos de proa estirados, espigones en movimiento y espacios realmente estrechos; en estas condiciones, las maniobras de precisión milimétrica no son una opción, sino la única forma de salir a aguas abiertas.

Sin embargo, veo a Gimmy Valente extrañamente sereno, está a los mandos y desde el Flybridge, con calma y tranquilidad, ordena soltar los cabos y agarra la palanca de mando. Navetta 75 avanza lentamente y comienza a evolucionar con una facilidad impresionante, sin prestar atención a las ráfagas que se acercan por la manga. Me asomo al fueraborda y en la superficie del agua veo los signos irrefutables de las hélices de maniobra y las vainas IPS trabajando al unísono, coordinadas por un único movimiento, el de la mano de Gimmy sobre el joystick de maniobra. Un concierto de tecnología que hasta ayer era imposible pero que hoy hace realmente fácil desenredar estas complejas situaciones.

Fuera del puerto, el viento se intensifica y sube a unos 18 nudos. El mar está agitado y tenemos una ola corta y empinada que viene (como siempre que se navega) exactamente de la única dirección en la que podemos ir. Tomo los mandos, la visibilidad hacia delante es excelente y el barco, aunque está casi parado, apenas se balancea. Acelerador a proa y comenzamos a navegar, a 10 nudos el Navetta 75 navega como una belleza, trimado perfectamente horizontal, ni siquiera insinúa hundirse a popa, se nota enseguida que se encuentra a gusto en este elemento.

Entre 10 y 12 nudos se aleja de la estela, pero lo hace de forma totalmente progresiva, sin variar su trimado, tanto que hay que mirar el monitor de popa para darse cuenta. Pero eso es sólo el principio, porque a medida que acelera más, Navetta 75 revela una propensión a la velocidad decididamente inusual en barcos de este tamaño. Rápidamente alcanza los 20/22 nudos y luego, impertérrito, sigue aumentando su velocidad hasta alcanzar unos impensables 25,6 nudos, que es realmente mucho para un barco de este tamaño.

Pero lo que más le caracteriza es que, incluso con este mar en contra y a esta velocidad, da la sensación de estar sentado en una terraza viendo el mar, el nivel de confort del que es capaz es sencillamente magnífico.

Reduzco la velocidad y empiezo a intentar averiguar cuáles son las velocidades de crucero pero, tras varios intentos, simplemente me doy cuenta de que se trata de una lanzadera capaz de ir cómoda a cualquier velocidad, tanto en desplazamiento como en planeo. Navetta 75 navega tan cómodamente a 10 como a 20 nudos, a 15 o a 25, sólo depende de su capitán elegir.

Haciendo este estudio, sin embargo, también me doy cuenta de que si navego a 10 nudos, de milagro dentro de un milagro, sólo soy capaz de consumir seis litros por milla, lo que en la práctica serían 65 litros por hora, que es el consumo de una embarcación auxiliar con dos fuerabordas de última generación, una locura. Al acelerar, el consumo aumenta sin duda, pero siempre se mantiene en un rango muy bajo, señal irrefutable de un casco especialmente bien diseñado.

La autonomía también es notable, desde las casi 1.000 millas de crucero de desplazamiento (a algo menos de 9 nudos, se recorren 983 millas) hasta las 300 millas de velocidad de crucero clásica de 20 nudos. En cualquier caso, los viajes largos pueden afrontarse con la cabeza despejada, sin la molestia de planificar paradas para repostar.

Vuelvo a ponerme en marcha y, a unos 20/22 nudos, empiezo a hacer una serie de giros que Navetta 75, astutamente, aborda sin incertidumbre, permaneciendo siempre firmemente plantada en el agua, navegando impertérrita en su rumbo, sin devolver nunca una sacudida, dándome siempre una gran sensación de equilibrio y seguridad absoluta.

Dejo los mandos al siguiente periodista y, mientras mi colega disfruta de su calvario, bajo al puesto de mando interior. Si desde el Flybridge la sensación de velocidad era reducida, desde aquí es prácticamente inexistente, se siente como estar al mando de un superyate de 30 metros. Deambulo por la cubierta principal y luego bajo también a la cubierta inferior, entrando en los camarotes, aquí el silencio es absoluto, no se oye ni un chirrido, ni siquiera por el precio.

Realmente un gran barco este nuevo Navetta 75.

Cómo está hecha Navetta 75

Empecemos diciendo que, sin ánimo de ofender a los demás astilleros, para equiparar los espacios, la habitabilidad y las soluciones del Navetta 75 debemos compararlo necesariamente con yates de 30 metros o más. De hecho, hay nada menos que tres cubiertas completas en las que se desarrollan los interiores y exteriores, donde Absolute Yachts también ha conseguido labrar un alojamiento dedicado a la tripulación que incluye el puesto de pilotaje superior, la cabina de mando inferior y la cocina. Una solución propia sólo de los superyates y que permite al capitán y a las azafatas gestionar la navegación y las necesidades de todos los invitados a bordo, sin obstáculos y con total privacidad.

Exteriores

Empecemos por el Flybridge que, de hecho, es un completo entorno de vida, utilizando toda la extensión de la lanzadera para crear cuatro zonas: el área dedicada al manejo del yate, una enorme zona de comedor (completa con una mesa para 8 personas, una cocina completa y un bar móvil), una zona de estar completa con sofás modulares y la enorme zona para tomar el sol que incluso alberga tumbonas de playa.

En la proa hay una segunda zona de estar que alberga un sofá en forma de U con una mesa central y un gran solárium que también sirve de asiento opuesto a este segundo salón al aire libre. Por lo tanto, aquí también será posible, quizá para tener más intimidad cuando estemos en puerto o para disfrutar del aire fresco cuando estemos fondeados, cenar al aire libre en una amplia zona equipada que también puede, por supuesto, sombrearse con palos de carbono y lonas.

Pero es en la popa donde Navetta 75 reserva otra gran sorpresa. Aquí, en efecto, Absolute ha creado una terraza que, sin barreras arquitectónicas, se asoma directamente al mar. Tres maravillosos sofás modulares (todo el mobiliario exterior es realmente bello y funcional, realizado especialmente para el astillero) dan cabida hasta a seis invitados que, gracias a la mesa central, se ven mimados tanto por la vista del panorama como por el inteligente mueble bar exterior que, además de contener todo lo necesario para satisfacer a sus invitados, oculta el tercer puesto de maniobra del barco. Por lo tanto, será muy fácil amarrar a popa desde esta posición, una solución que denota el interés del astillero por simplificar el uso del barco.

El interior de Navetta 75

Al entrar en la cubierta principal por popa, la mirada es sencillamente fenomenal, las ventanas son enormes y la ausencia de la amurada, sustituida por un exquisito pero invisible puntal, crea la sensación de estar en contacto directo con el mar y amplifica los ya de por sí enormes espacios disponibles. El acabado de los muebles, la elección de las maderas y los cueros están decididamente por encima de la media, la calidad de construcción que produce este astillero mejora de año en año y, con Navetta 75, alcanza niveles verdaderamente altos, esto se nota mirando los detalles y tocando los componentes individuales.

En la entrada, a babor, hay un sofá en forma de L para 5/6 personas, mientras que a estribor encontramos un mueble bajo que, además de proporcionar espacio de almacenamiento, oculta el movimiento eléctrico del televisor, que, al levantarse, crea efectivamente una «zona de cine» de tamaño considerable. Hacia proa, de nuevo a babor, hay una enorme mesa de comedor para 10 personas que, otro toque de genialidad, está separada de la cocina por una pared de espejos oculta con movimiento eléctrico.

La cocina es enorme, hermosa y, debido a su construcción, puede dejarse a la vista o cerrarse mediante la pared eléctrica que acabamos de mencionar. Esta sala tiene dos salidas, una en la cubierta de proa y otra en la zona de mando (que a su vez está conectada con el flybridge), por lo que es la solución ideal para que la tripulación pueda moverse libremente sin entorpecer la vida de los invitados.

El puesto de mando interior es un concentrado de tecnología y espacio, desde aquí se puede controlar todo sin moverse del sillón de mando. Gracias a las 3 grandes pantallas, será posible ver las cámaras de proa y popa, gestionar la navegación o la domótica de todo el yate.

Zona noche

Una escalera en proa da acceso a la Master Suite, situada en un nivel ligeramente más alto que los demás camarotes. El camarote principal es decididamente fuera de lo común, es enorme y aprovecha el nivel elevado y los grandes ventanales para crear un conjunto que calificarlo de impresionante sería reductor. La cama king-size está en posición central, rodeada de amplios pasillos bordeados a babor por la carpintería y a estribor por otro mueble bajo, mientras que una puerta a la izquierda de la cama conduce al vestidor. El mamparo de proa, por su parte, alberga el televisor y marca la entrada al cuarto de baño en suite donde, para dar una idea de su tamaño, hay una encimera de mármol que alberga dos lavabos, la zona de servicio completa con bidé y una gran ducha separada.

Al resto de la zona noche se accede por una escalera de estribor en la cubierta principal. La cabina VIP, situada en la manga, es de hecho una segunda master que, aprovechando los 5,61 metros de anchura de la embarcación, crea un entorno realmente enorme. Aquí también encontramos una cama king-size y planos de considerable tamaño. A estribor hay una elegante boiserie, mientras que a babor hay un cuarto de baño en el que queda a la vista la encimera de mármol que contiene el gran lavabo, mientras que a babor y estribor hay aseos separados y una cabina de ducha independiente.

Siguiendo alrededor encontramos el tercer camarote de invitados, que también cuenta con una cama doble tamaño queen y unas instalaciones dedicadas que inesperadamente contienen acceso a un enorme vestidor y, continuando, también a una zona técnica que nos permite acceder a las instalaciones de proa del barco. Luego hay un camarote doble con camas individuales servido por un cuarto de baño que, además de dar servicio al camarote, sirve de aseo de día para el resto del barco.

Tripulación

Hay espacio de sobra para la tripulación, que puede contar con tres camas, una de ellas en una habitación reservada para el capitán. Esta habitación también está equipada con una gran ventana con vistas al club de playa de popa, una solución muy útil para proporcionar aire fresco a todo el entorno. La lavadora, la secadora y el acceso insonorizado a la enorme sala de máquinas también están instalados en esta zona.

Datos de la prueba