Nuova Jolly, desde Fort Lauderdale International Boat Show hasta América completa

Stand importante y barcos valiosos para Nuova Jolly en el Salón Náutico Internacional de Fort Lauderdale. Una elección en línea con el próximo movimiento comercial, que en términos militares podría definirse como Campaña de América.

Nos explicó Teo Aiello, director general de la marca que durante 50 años ha sido la producción de semirrìgidos de alta gama, «es la tercera exposición que se organiza en los EE.UU., en colaboración con nuestro distribuidor Intermarine con el que comenzamos esta relaciòn comercial ya de hace un año y medio, pero se trata de la primera con vista a una penetración verdadera y generalizada en el mercado estadounidense «.

En los próximos meses, de hecho, Intermarine se convertirá en el importador de productos de ultramar Nuova Jolly Marine y para alcanzar una clientela cada vez más amplia podrà tomar ventaja de la red comercial con distribuidores ubicados en los puntos vitales del recreo estrellas y rayas.

«Hoy en día los números que desarrollamos en los EE.UU. son relativamente bajos en términos de unidades vendidas, alrededor de una docena, pero importantes como los ingresos, ya que se aplica a los modelos de 30 pies en adelante», dice Aiello. Y los modelos expuestos en el salón reflejan esta predilección: un Prince 33 sport cabin y un Prince 38, acompañados por dos modelos más pequeños, el NJ 630 y el Prince 25.

A convencer a los compradores estadounidenses, la validez del rib como medio para sus propias vacaciones, están los beneficios inmediatos que tal bote puede brindar. En primer lugar, estabilidad en el amarre y la navegación. «Nuestros barcos tienen los flotadores muy cerca a la flotación, por lo que tan pronto como el barco comienza a balancearse, el movimiento se amortigua inmediatamente por el volumen neumático que encuentra el agua con el resultado que un semirrìgido es mucho más tranquilo que una lancha rápida equivalente. Y las mismas consideraciones se aplican cuando se maniobra en velocidad «, dice el gerente.

Pero los tubulares también tienen otro beneficio para los que están a bordo. Con la superficie de protección adicional que ofrecen además de las embarcaciones tradicionales, protegen del chapoteo generado por el casco en la navegación. La consecuencia que, a las mismas condiciones climáticas, la cabina del piloto y la cubierta de un inflable permanecen secas. Además, en el caso específico del fabricante milanés, el estudio cuidadoso del casco beneficia a estos medios con líneas de agua capaces de garantizar un paso suave en la ola.

Si esta ventaja es casi compensada por un navegante europeo, bien acostumbrado al suministro de productos neumáticos en el mercado, se vuelven menos obvio para los boater estadounidenses.

«Aquí en EE. UU., el inflable ha sido considerado hasta ahora solo una posibilidad para el barco de servicio, no una verdadera opción al elegir el barco. Esto ha significado que la presencia de varias marcas se concentra en medidas menores. En cambio, hemos demostrado que un rib es una real alternativa y ventajosa para el clásico open».

De no subestimar cuánto el aspecto vanidad puede beneficiar de una opción que privilegia el inflable en comparaciòn a otros tipos. Una lancha rápida de 38 pies desaparece al interno de un marina escondido entre cientos de barcos similares en forma y tamaño, con un bote inflable de 38 pies, en cambio, tienen un objeto que también llama la atención sólo por como se presenta: difícil permanecer indiferente al ver algo que es tres veces más grande que cualquier espécimen de la misma categoría vista hasta el día anterior.

No menos importante es el peso que se le atribuye en Estados Unidos al design y el estilo de los productos Nuova Jolly. «Son productos made in Italy y se puede ver en los acabados, en las elecciones cromáticas, en el entorno general, así como en la capacidad de personalizar cada barco. Esta es una ventaja que hemos construido con el tiempo y que todavía tenemos respeto por la competencia de los productores orientales y chinos. Para aquellos que eligen un modelo de 30 pies, no es el precio a marcar la diferencia, como sucede con los de menor tamaño, sino la calidad de lo que se encuentra a bordo. Y podemos garantizar calidad y estilo en cada barco que realizamos. También porque no podrìa ser diferente», concluye sonriendo Teo Aiello.