Desde una perspectiva de rendimiento, los paneles fotovoltaicos rígidos tienden a tener una eficiencia ligeramente mayor que los paneles flexibles. Esto significa que, para una determinada superficie de exposición al sol, los paneles rígidos generan más energía que sus homólogos flexibles. Además, los paneles fotovoltaicos rígidos suelen durar más que los flexibles, principalmente porque los materiales con los que están fabricados son más robustos, por lo que tienen mejor resistencia a los agentes atmosféricos y al desgaste.
En cualquier caso podemos considerar que con una instalación de 150 W produciremos entre 50 y 100 A en un día dependiendo de la potencia del sol y de la orientación/exposición de las células.
En definitiva, no hay una solución mejor que otra: ambos tipos de paneles (rígidos y flexibles) tienen características propias que pueden resultar útiles dependiendo del estado de tu embarcación.
Los paneles fotovoltaicos rígidos ofrecen mejores rendimientos en términos de energía, durabilidad y resistencia a la intemperie, pero son más voluminosos, pesados y requieren un asiento sólido y resistente. Los paneles fotovoltaicos flexibles son más ligeros, más manejables y no necesitan estructuras fijas sobre las que colocarse. Por otro lado, son menos resistentes a los agentes atmosféricos y al desgaste y tienen rendimientos energéticos ligeramente inferiores.
Generador eólico: energía del viento
Los generadores eólicos utilizan la fuerza del viento para producir electricidad. Estos dispositivos, habitualmente montados en estructuras elevadas (como el mástil, si hablamos de veleros), transforman la energía cinética del viento en energía eléctrica mediante un sistema de turbinas. En comparación con los paneles fotovoltaicos, los generadores eólicos pueden producir energía incluso de noche o en condiciones de poca luz, ofreciendo una mayor fuente de energía. En general, los paneles eólicos suelen tener una potencia nominal, que es el valor con el que se mide el rendimiento energético de un dispositivo y se expresa en Watts, superior a la de los generadores fotovoltaicos de tamaño comparable. Esto se debe a que los aerogeneradores pueden aprovechar una fuente de energía (el viento) que es capaz de producir energía incluso de noche o en condiciones de poca luz, mientras que los paneles fotovoltaicos dependen exclusivamente de la luz solar disponible durante el día. En cualquier caso, un buen aerogenerador produce desde cero (en ausencia de viento) hasta 10 o incluso 15 Ah.
A pesar de ello, la cantidad de energía realmente producida por los paneles fotovoltaicos y los generadores eólicos depende de múltiples variables, como las condiciones climáticas locales, la velocidad del viento o la radiación solar.En algunas áreas con vientos fuertes y constantes, los generadores eólicos pueden generar más energía que los paneles fotovoltaicos, mientras que en otras áreas con abundante luz solar, los paneles fotovoltaicos pueden ser más eficientes.Además, es importante considerar que los paneles fotovoltaicos generalmente son más fáciles de instalar y requieren menos mantenimiento que los generadores eólicos.Para el primero basta con una limpieza periódica de los módulos, para el segundo es necesario intervenir en las turbinas, que son más delicadas y más complejas de revisar.Además, los paneles eólicos necesitan un empuje de viento específico para entrar en funcionamiento, sin el cual permanecen inactivos.En conclusión, no existe una respuesta universal sobre qué tecnología genera más energía, ya que depende de las circunstancias específicas y de las condiciones ambientales de cada instalación.Ambos sistemas tienen sus propias ventajas y pueden utilizarse de forma complementaria para maximizar la producción de energía a partir de fuentes renovables.
Hidrogenerador: energía del movimiento de las olas
Los generadores hidroeléctricos aprovechan el movimiento del agua para generar electricidad. Montados en el casco del barco, normalmente en el espejo de popa, utilizan hélices o turbinas submarinas para transformar la energía cinética de las olas en energía eléctrica. Esta solución es especialmente eficaz durante la navegación, donde el movimiento no requiere intervención energética del motor, o en condiciones de mar agitado, porque cuanto mayor es la velocidad de crucero, más rápida es la rotación de la turbina y, por tanto, la producción de energía eléctrica.
Las dimensiones y propiedades del hidrogenerador ideal dependen de las características de su embarcación y de la velocidad media de crucero.
Por ejemplo, con un barco que navega a una velocidad de crucero de entre 4 y 6 nudos, un hidrogenerador de 300W podría ser óptimo, ya que compensa con creces el consumo de unos 8 amperios del sistema de a bordo.
Para embarcaciones de más de 35 pies, sin embargo, puede resultar útil instalar un hidrogenerador de 600W, que además de proporcionar una mayor cantidad de energía, produce electricidad de manera exponencial a partir de 6 nudos de velocidad.
Panel solar, generador eólico e hidrogenerador: las conclusiones
En un mundo cada vez más atento al medio ambiente, la adopción de fuentes de energía renovables a bordo de los barcos se ha convertido en una opción recomendada para todos aquellos que deseen aumentar su suministro eléctrico de forma sostenible.
Los paneles fotovoltaicos, los generadores eólicos y los hidrogeneradores ofrecen soluciones eficaces para producir energía limpia y reducir el impacto medioambiental de la navegación. La elección de la mejor solución depende de las necesidades específicas del barco, de las condiciones habituales de navegación y de los costes en los que se debe incurrir para la instalación del equipo, pero una cosa es segura: el futuro de la navegación, un futuro que vive en armonía con el medio ambiente. y con un alto rendimiento energético, hoy es posible y alcanzable incluso manteniendo inversiones limitadas.