Prueba Nimbus W11: el weekender ideal para los que realmente quieren vivir el mar

Siguiendo hacia proa, a la izquierda hay otro mueble que puede utilizarse como almacén y, ocupando todo el triángulo de proa, está la gran cama doble del propietario. Los grandes ventanales dan sensación de amplitud y ligereza al interior y la altura es realmente notable. Un ojo de buey en el techo permite que la cabina se abra hacia el exterior y un gran espejo cierra finalmente la proa, aumentando aún más la percepción del espacio. A la derecha de la cama, justo al lado del camarote de invitados, se encuentra el cuarto de baño, equipado con lavabo, inodoro y ducha independiente.

Los acabados son de altísima calidad, la elección de la madera para los interiores ha sido impecable, y la paleta de colores, compuesta por tonos neutros, elegantes y refinados, confiere una sensación de lujo al W11 y amplía aún más los espacios.

La prueba de mar

Embarcamos en el Nimbus W11 muy temprano, el sol acaba de salir por el horizonte y abandonamos tranquilamente el puerto de Cannes. A esta hora, el mar se tiñe de los maravillosos colores del amanecer, que se reflejan en la superficie del agua en tonos entre el rojo y el naranja vivo.

El mar está en calma, no sopla ni una brizna de viento y el día parece ideal para cualquier tipo de prueba. A las afueras del puerto, nos tomamos unos instantes para fotografiar la singular plataforma hidráulica de popa entre dos magníficas islas de Îles de Lérins, donde el agua es sencillamente espectacular.

Aquí comienza nuestra prueba: zarpamos y me coloco a los mandos del W11, el asiento del conductor es cómodo y alto, puedo ver de frente. Gracias a las grandes ventanillas laterales, la visibilidad es total y no hay ningún ángulo muerto. También puedo moverme libremente a bordo sin impedimentos y con gran seguridad… eso es muy importante, sobre todo a la hora de amarrar.

El salpicadero de la W11 que probamos estaba equipado con dos plotters de 12 pulgadas, joysticks y aceleradores Mercury con Skyhook, y mandos Quick para manejar el estabilizador giroscópico Quick. Empiezo a acelerar lentamente, porque quiero entender lo ágil que es el W11 con los dos fuerabordas Mercury Verado V10 de 400 CV, y la respuesta es impresionante, en cuanto piso el acelerador ya estoy a 12 nudos, casi en el plano. Acelero con más decisión, y al poco rato ya estoy a 23 nudos, pero me siento como flotando.

Gracias al casco redan de dos pasos, que también ha tenido un gran éxito y ha sido muy apreciado en los modelos T11 y C11, el impacto con la superficie del mar es realmente suave, apenas se siente resistencia. Lo que noté desde el principio fue que tenía entre manos un casco que te da seguridad, estabilidad y una precisión extrema, gracias también a la forma tan afilada de la V de proa.

Alcanzados los 32 nudos, desacelero un poco y realizo algunos giros y contragiros, más o menos cerrados, pero la respuesta es la misma: el barco se inclina con decisión y parece que navegue sobre raíles, pero al mismo tiempo siento la emoción de ser ligero sobre la superficie del mar, casi no noto el impacto del casco con el agua.

Al cabo de un rato, decidimos volver y termino la navegación hasta el puerto, pasando entre los barcos anclados frente al Vieux Port de Cannes sin ninguna inseguridad: los movimientos del W11 son precisos y controlo bien la distancia con los demás barcos, ni siquiera las olas pasajeras de los otros barcos nos molestan.

Si estar a bordo del W11 ya es muy agradable, seguro y cómodo, navegar con este barco es un verdadero privilegio: la adrenalina de más de 40 nudos no falta, pero lo que realmente me sorprendió fue su precisión y maniobrabilidad. Aunque pueda parecer «pesado» de mover, al contrario, la sensación que tuve fue la de navegar por encima de una nube… ¡realmente súper e inesperado!

Datos de la prueba Nimbus W11

Especificaciones técnicas