ON TEST. Espera 34, la elegancia combinada con los deseos de correr

Un bote auxiliar de lujo? O más bien un open clásico y deportivo, un verdadero day cruiser? O mejor, las dos cosas juntas?

Preguntas que han surgido durante nuestras pruebas en el mar en Miami, y en última instancia ayudan a definir el carácter de esta versátil embarcación del Astillero Rio Yachts.

El Espera 34, de hecho, expresa la idea de un barco que se puede definir depende el uso que se haga de ella. Poca personalidad entonces? No, todo lo contrario. Un carácter fuerte y bien definido que se expresa en diferentes declinada siempre a través de dos claves: la navegabilidad del casco y confort. Términos algo abusados. Tratamos de apoyar las razones de su uso a proposito del entry level del astillero de Bérgamo.

Mientras tanto, existe una historia de en su pasado. Espera fue el nombre del primer barco construido en caoba laminada en 1961.

Estos fueron los años de la Avionautica de Rio, una empresa creada por un joven Luigi Scarani y su esposa, Anna.

De la compañía que más tarde se convirtió en Rio Yachts, salieron hermosos planeadores y lanchas rápidas motorizadas Rolls-Royce y Chris Craft. El primero fue exactamente el Espera.

No todas las historias son respetables. Depende de lo que se cuenta. La del Espera habla de visiones, pasión y esperanza aplicada al deseo de hacer negocios y por eso se identifica mucho con la historia de la marca.

Es por eso que en el entry level de Rio Yachts, queremos creer como una forma de respeto por esta historia, se percibe un aire un poco retrò, que en lugar de empobrecer el barco, mejora las líneas deportivas y los elementos de innovación. En este «comportamiento», nos encontramos con la fuerza de carácter de este barco.

Una personalidad que se expresa en la actualidad mediante elementos de diseño precisos, todos destinados a la comodidad. Inmediatamente reconocibles a través de una visión de las líneas externas, que a menudo pueden hacer que se olvide  que nos encontramos en frente de un barco de 9,99 metros.

Lo mismo en el salpicadero de popa tiene una profundidad digna de barcos de otros tamaños. Desde aquí se accede a la bañera que es una verdadera sala de estar al aire libre. Presenta tres sofás que decoran este espacio servido por una zona de bar/cocina que separa idealmente, la zona huèspedes del panel de control central.

En la versión probada por nosotros en Miami, en prueba tambièn la capacidad de personalización del astillero, los sofás eran sólo dos, con el de popa transportado hacia la izquierda para dar un paso más amplio popa- proa. En el centro de la bañera, la cubierta se eleva convertiendose en una mesa de comedor.

La consola de dirección, como siempre, manifiesta su ergonomía y características de la organización de herramientas de navegación. Un asiento puede alojar a un piloto, copiloto y una tercera persona.

La proa, accesible desde dos cubiertas en cada lado, está equipada con dos solarium separados cuya función es realmente notable cuando se va bajo cubierta.

Interior

El interior así como las líneas exteriores fueron diseñados por Marino Alfani. El lápiz del diseñador, da una sensación de la familia fácilmente reconocible para la producción de Rio Yacht. El enfoque minimalista absuelve tiene una funciòn estética y práctica.

El primero se refiere a la elegancia singular, capaz de enlazarce con la fisionomia externa de la embarcación. El segundo se refiere a una disponibilidad de espacio y volúmenes de estiba probablemente superior las necesidades reales de un day cruiser..

La parte delantera, donde debajo del sofá se encuentran amplias taquillas, se convierte en una gran cama doble y mientras otras dos camas se obtienen en la cabina en el centro del barco no sofocada por la escalera de descenso gracias a su diseño muy ligero.

La cocina interna es un optional, a diferencia de la que se encuentra en la bañera que es estándar. Exactamente pensando al caracter del day cruiser del Espera 34, probablemente la mejor opción es la de no ocupar espacio interior con un elemento que casi no se siente la necesidad de su uso.

En el lado de estribor del baño, que tiene plenamente el diseño del salòn y que goza de una vidriera, colocada en el lado de estribor de la consola de dirección, que lo inunda de luz.

Y la luz es un capítulo aparte en este barco. Se puede discutir la opción de «separar» en dos la proa y dividir un solarium que en la versión estándar es enorme, porque el cojín cubre toda la superficie, pero la realización de un largo ventanal en el centro de la cubierta, transmite al interior una cantidad de luz natural que resalta la sensación de espacio como los colores claros en la mayoría de los muebles. Da una sensación de ligereza muy agradable.

Prueba en mar

Hemos tomado los controles del Espera 34 minutos después de haber finalizado la prueba del Rio 42 Air. No es de extrañar entonces, y no lo estamos, si apenas hemos acelerado, hicimos una regresión a la edad de la adolescencia, cuando acelerar era sinónimo de pura diversión. Desde el paso suave del Rio 42, a los pasos regulares sobre la ola, de la andadura progresiva de un yate, pasamos a la visión deportiva y por lo tanto divertido, del ir por mar.

Es casi molesto tener que detectar los parámetros que estamos obligados a informar. De hecho, durante un tiempo bastante tiempo navegamos rápido alrededor del Rio 42, que aloja al fotógrafo, en un océano muy indulgente. Con poco aire y sin viento, vamos a intersectar nuestra estela para probar el paso de las ondas cortas y empinadas, tan pronto el de Rio 42 empieze a navegar para dirigirse hacia las aguas interiores de Miami, se producen una serie de acercamientos rápidos en si estela. El barco salta y recae sobre la superficie del mar y al igual que su hermana mayor, lo hace con gracia, sin perder nunca el contacto con el océano.

Cuando decidimos tomar los primeros datos, detenemos el Espera. Los dos Mercury 260 giran a punto muerto silenciosos. aceleramos, trim negativo, y hacemos la entrada en cepillado en 7 segundos a 13 nudos.

Volvemos a una velocidad más rápida de crucero de 2.500 rpm volvemos a tocar los 27 nudos. Con esta disposición tratamos de hacer algunos 360 estrechos perdiendo unos 5 nudos de velocidad. Ampliando un poco el rayo disminuye la velocidad de aproximadamente 3 nudos para reanudar inmediatamente la actitud de crucero.

El carácter deportivo del Espera 34 se expresa no sólo en el rendimiento – 37 nudos a 3000 rpm como velocidad máxima – pero sobre todo en su gran manejo, en la carrera con facilidad y el placer de correr ligeros y al mismo tiempo seguros sobre el agua.

Condiciones de la prueba.

La prueba se realizó con pequeños mares agitados y sin viento. Tres personas a bordo, 30% de combustible, 30% de agua.

2 Mercury 260 Hp

Datos tècnicos