Reduzco la velocidad, me pongo a unos 30 nudos y viro muy cerrado, el Scanner Envy 1100 T-Top se inclina y continúa el giro sin contonearse, como si estuviera pegado a un rumbo circular imaginario, lo que eleva la adrenalina y la diversión a los niveles más altos. Contravuelvo y la embarcación me sigue de inmediato, demostrando una capacidad de respuesta deportiva que ignoraba que existiera. Finalmente llego a mis propias olas que, a pesar de tener una altura considerable, son atravesadas por el casco de esta embarcación que, ya lo habrán adivinado, me gusta mucho.
En el uso cotidiano, la Scanner 1100 T-Top, a pesar de tener las embriagadoras prestaciones que acabo de describir, ofrece mucho, tanto para quien quiera utilizarla para salidas diarias como para quien quiera disfrutar de cruceros prolongados, dado el confort que consigue expresar incluso a velocidades bajas y medias.
De hecho, esta maxirrígida ya entra en planeo a los 10 nudos, tras lo cual se aleja de la estela, se libera del agua y aumenta su velocidad sin necesidad de «dar gas» hasta los 13/14 nudos. A partir de aquí, la navegación es suave y el nivel de confort muy alto. Así, en los largos traslados, es posible navegar de forma económica hasta unos treinta nudos de velocidad en los que, gracias a la suavidad del casco, se consumen unos 3 litros de combustible por milla náutica, lo que es muy poco para un barco tan completo y acabado. El mérito es probablemente de este casco, que evidentemente está particularmente bien hecho.
Como es el Scanner Envy 1100 T-Top
El nivel de acabado es evidente y visible. El uso extensivo de fibra de vidrio, recubierta además con un gelcoat al más alto nivel, permite elevar ligeramente la estructura del barco por encima de los tubulares, una operación que obviamente redunda en un mayor espacio interior y, evidentemente, también en una estética más refinada.
Así lo demuestran inequívocamente los dos grandes soláriums que, tanto a proa como a popa, tienen dimensiones propias de yates mucho más grandes. Es evidente que todo el barco puede «sombrearse» con las bonitas y prácticas planchas microperforadas y los postes de carbono.