Sergio Cutolo: la importancia de los accesorios náuticos a medida para los superyates

Los superyates no dejan de crecer, no sólo en tamaño sino -también y sobre todo- en su capacidad para ofrecer aquellas funciones o comodidades que marcan una gran diferencia en la calidad de vida a bordo. Esta evolución afecta en primer lugar a las plataformas de popa, que antes eran fijas, mientras que ahora suelen ser sumergibles y desempeñan diversas funciones, alcanzando dimensiones mucho mayores que en el pasado. Las plataformas de popa se han convertido así en verdaderos productos de una ingeniería náutica cada vez más avanzada, en un desarrollo tecnológico que ha implicado también pasarelas, grúas y todos aquellos elementos móviles que ayudan a satisfacer una demanda cada vez mayor de autonomía y versatilidad. Un universo de accesorios en constante movimiento hacia una ingeniería cada vez más innovadora, un área que nos impulsó a buscar una conversación en profundidad con uno de los principales expertos en este sector, Sergio Cutolo. Con más de treinta años de experiencia en el sector, Sergio Cutolo es el padre espiritual de Explorer Yachts y cofundador de Hydro Tec, una de las principales empresas de diseño e ingeniería naval del mundo.

En el otro lado de la mesa está también Sanguineti Chiavari, que, apoyándose en su liderazgo indiscutible en el sector, lleva más de 65 años haciendo realidad lo que diseña el genio del ingeniero naval, con una maestría que tiene pocos rivales en el mundo. Una empresa histórica que recientemente ha pasado a formar parte del grupo Quick, con Lorenzo Cesari a la cabeza, que pisa el acelerador y se lanza a la conquista de nuevos territorios.

Plataformas que se convierten en clubes de playa, cada vez más grandes y multifuncionales. Sergio Cutolo, háblenos de esta nueva tendencia: ¿cuáles son las consecuencias y los retos a nivel de ingeniería, y qué nos deparará el futuro en este sentido?

Sergio Cutolo: «Las formas de popa de los barcos han evolucionado de manera bastante imprevisible en los últimos años. Hoy en día ya no se puede diseñar un barco sin hablar con el cliente sobre el uso que quiere dar a la plataforma de popa. Érase una vez, cuando empecé a trabajar en la industria náutica, el «estilo de vida de los barcos»: te vestías como un barco, te comportabas como un barco, comías lo que se podía comer en un barco… En resumen, tenías que adaptarte a la vida a bordo, mientras que los propietarios de barcos de hoy quieren mantener su estilo de vida mientras navegan, y como resultado los barcos han empezado a adaptarse a ellos y a ser muy diferentes. Por eso también estamos en un momento de gran evolución del diseño en la náutica, y la popa es el elemento donde más se concentra este cambio. En primer lugar, hoy en día la popa se utiliza mucho para transportar embarcaciones auxiliares en travesías largas, por lo que tiene que ser un espacio multifuncional, que pueda actuar tanto de garaje como de club de playa cuando el barco está amarrado. En los cascos más grandes, la plataforma de popa puede incluso convertirse en la zona donde aterrizar un helicóptero o crear una piscina emergente. En resumen, es una zona que siempre debe mantenerse lo más flexible posible en su uso, y por eso en los últimos años las cubiertas de popa se han convertido en una auténtica concentración de tecnología de manipulación, con plataformas que suben y bajan, escotillas que se colocan a nivel de cubierta, apéndices para obtener nuevas entradas al mar, etc. A estas alturas, la zona de popa ya no tiene una sola función».

Lorenzo Cesari, desde la recepción de un diseño hasta la instalación de una obra maestra de ingeniería, ¿qué significa para Sanguineti Chiavari crear productos de excelencia, casi exclusivamente a medida?

Lorenzo Cesari: «Nuestros productos son todos a medida, ya que recibimos peticiones incluso en la fase de prediseño y a menudo los fabricamos tras una lluvia de ideas con astilleros, diseñadores y agentes que buscan soluciones únicas para sus clientes. Sin duda, las zonas de popa son las que desempeñan un papel más importante, ya que llegamos a buscar zonas multifuncionales manteniendo un diseño muy prestigioso y consiguiendo al mismo tiempo integrar soluciones mecánicas e hidráulicas muy innovadoras. Con nuestro departamento técnico, cuando nos enfrentamos a clientes que requieren un uso transversal de la popa, siempre intentamos plantear soluciones diferentes, pero sin olvidar nunca la viabilidad de la implantación. Básicamente, no tenemos una producción estándar a la que tengan que adaptarse los astilleros, sino que nos adaptamos a sus peticiones, siempre superando el reto de ofrecer soluciones lo más complejas, compactas, sólidas y fiables posible, como llevamos intentando hacer desde hace 65 años».

Sergio, ¿qué importancia tiene para Hydro Tec la relación con Sanguineti Chiavari? ¿Se considera más un proveedor o un socio?

Sergio Cutolo: «Sanguineti es oficialmente un proveedor de la obra, pero en realidad es un socio de diseño. Básicamente, recibimos insumos que intentamos transformar a nivel arquitectónico y de ingeniería, para luego hacerlos producir. Lo interesante de este proceso es que a menudo las propuestas que hacemos a Sanguineti se desarrollan más y llegan a tener su propio mercado independiente. Nosotros somos «generalistas» que nos ocupamos de diseñar un barco y sus subsistemas, mientras que ellos son especialistas que pueden crear soluciones muy interesantes.

Sus productos personalizados de alto nivel pasan buena parte de su vida en el mar, uno de los entornos más hostiles del mundo. Lorenzo, ¿qué importancia tienen para Sanguineti la calidad y el servicio posventa?

Lorenzo Cesari: «Nuestros productos están diseñados para permanecer sumergidos en agua salada durante mucho tiempo. Trabajamos tanto con acero inoxidable 316 como con aluminio, y este último en nuestras creaciones siempre cuenta con una protección anódica que garantiza su fiabilidad a lo largo del tiempo, incluso en el mar. Para nosotros, el producto Sanguineti debe durar decenas de años y ser siempre útil y fácil de desmontar para garantizar la asistencia, que ofrecemos en todo el mundo a través de una amplia red de centros».

¿Cuáles son los astilleros extranjeros e italianos más importantes con los que han trabajado?

Lorenzo Cesari: «En los últimos años hemos trabajado principalmente con cinco nombres: Cantiere delle Marche, Overmarine Group, Palumbo Group, Codecasa y Baglietto. Hemos colaborado con muchos otros astilleros, pero estos cinco son nuestros clientes habituales, de los que ya tenemos muchos pedidos con entregas hasta 2025 y con los que trabajamos semanalmente a nivel de estudio, proyecto ejecutivo y simple brainstorming».

Sergio Cutolo: «En los últimos cinco años nuestra cartera de clientes se ha ampliado, pero sobre todo las obras con las que trabajamos desde el principio han crecido mucho, tanto en tamaño como en número de proyectos. Cantiere delle Marche y Palumbo son dos nombres que compartimos con Sanguineti: trabajamos con ellos desde hace doce años; al principio eran astilleros nuevos y al margen del sector, mientras que hoy son dos actores muy importantes de la industria náutica internacional».

¿Cuál es, en su opinión, el producto más sorprendente desde el punto de vista de la ingeniería creado por Sanguineti Chiavari?

Sergio Cutolo: «Hemos creado productos increíbles, desde pasarelas muy largas a grúas que manejan tenders muy pesados, pasando por escotillas enormes. Uno de nuestros más recientes puntos de orgullo es una grúa retráctil con capacidad para tres toneladas, en la que estamos trabajando ahora mismo: será una solución muy elegante, hecha a medida con un gran astillero».

Lorenzo Cesari: «Por mi parte, soy un gran amante de las pasarelas Sanguineti. Creo que no tienen rival en cuanto a belleza y encanto: basta con mirarlas cuando el barco está amarrado en el puerto deportivo para percibir la sensación de alta calidad de todo el barco. Sus perfiles redondeados, sus líneas elegantes y su nivel extremo de personalización -desde las luces hasta la pintura- hacen de las pasarelas Sanguineti productos a los que ninguna otra marca se acerca siquiera. Para darse cuenta de ello, basta con caminar sobre ellas dos o tres pasos: la solidez y la inmovilidad que transmiten son algo único’.

¿Cuáles son los planes de futuro de Hydro Tec?

Sergio Cutolo: «Mi deseo es explorar los catamaranes. Es un tipo de barco con el que ya he trabajado en el pasado y que siempre me ha fascinado por sus límites y su potencial, así que he decidido abordarlo desde el punto de vista del concepto de yate. El catamarán obliga al diseñador a pensar de otra manera, empezando por el layout, que se desarrolla en anchura, por lo que todas las proporciones cambian y se trastocan, y eso te obliga a revisar tus cánones, no para aplicar tus conocimientos sino para explorar otros nuevos».

¿Cómo evoluciona el diseño de los yates y cómo cambia la necesidad de aprovechar el espacio a bordo?

Sergio Cutolo: «Igual que antes, en la industria del automóvil, sólo había tres tipos de coches (berlina, coupé y hatchback) y luego empezaron a salir híbridos y crossovers, lo mismo está ocurriendo en la náutica. En mi opinión, esto se debe principalmente a que a los clientes les gusta tener la posibilidad de hacer cruceros largos, porque la exploración en el mar es un instinto de la naturaleza humana y es una experiencia que cambia la vida. Así que a nivel de diseño hay que pensar en barcos pensados para poder pasar largos periodos a bordo. Los barcos son cada vez más dúctiles y flexibles, con cascos que ofrecen cada vez más capacidad en términos de autonomía, con espacios especiales para poder pasar largos periodos a bordo, desde la cocina al gimnasio pasando por el comedor. Para el futuro de la náutica, veo un barco global que pueda adaptarse a cualquier clima y escenario, que permita al propietario ir a cualquier parte con sus enseres personales, en lugar de tener que hacer la maleta para cada viaje. Y como la edad media de los propietarios tiende a bajar, preveo un uso cada vez más deportivo y exploratorio de los barcos. El interés del cliente ya no está en el barco en sí, sino en lo que el barco le permite hacer».