La última y extraordinaria aventura de Sergio Davì ha llegado a su fin, concretamente el viaje en solitario en una lancha neumática desde Palermo hasta Los Ángeles, bautizado como «Ocean to Ocean Rib Adventure». Después de haber cruzado el océano Atlántico, Davì pasó por el canal de Panamá, remontó el Pacífico y, tras cinco meses de viaje, llegó a la capital de California el pasado lunes 23 de mayo, desembarcando en el puerto de San Pedro a las 13 horas locales (22 horas en Italia). Le esperaban el presidente de Suzuki Motor of America, Masahiro Yamamoto (en la foto de abajo), junto con los dos vicepresidentes Blakely y Wahira, la cónsul general de Italia en Los Ángeles, Silvia Chiave, junto con el vicecónsul Pietro Bellinghieri, así como una nutrida comunidad de italianos e italoamericanos, entre los que se encontraban algunos pescadores de Terrasini, un pequeño pueblo pesquero situado a pocos kilómetros de Palermo, la ciudad de la que han partido todas las misiones de Davì.
El viaje de Sergio Davì, experto en navegación oceánica extrema y ya creador y comandante de nada menos que cinco empresas de categoría mundial que han marcado de forma indeleble el mundo de la náutica, tuvo lugar a bordo de su fiel y potente Aretusa Explorer, un Nuova Jolly Marine Prince 38cc equipado con dos motores fueraborda Suzuki DF300B de doble hélice de alto rendimiento y con la electrónica de a bordo de gama alta de Simrad, que incluye el sofisticado piloto automático AP™ 48, el radar HALO24 y la pantalla multifunción NSS evo3S, equipada con cartografía C-MAP.
Los números de la última aventura de Sergio Davì
Los números de la cautivadora hazaña de Sergio Davì son realmente impresionantes: 9. 201,80 millas náuticas recorridas a lo largo de un trayecto que abarcó nada menos que tres continentes (Europa, África y América) y 12 países, con paradas en España (Baleares y Canarias), Gibraltar, Cabo Verde, Guayana Francesa, Trinidad y Tobago, Curazao, Colombia, Panamá, Guatemala, México y Estados Unidos; un total de 519 horas y 32 minutos de navegación en solitario, de las cuales 152 horas sin parar durante la travesía atlántica récord desde Cabo Verde hasta la Guayana Francesa, con un consumo medio de combustible siempre en torno a los 3,5 litros por milla.
A lo largo de toda la aventura, en la que Davì también realizó la travesía del Canal de Panamá para llegar al Océano Pacífico, no faltaron los imprevistos y las dificultades, desde la parada forzosa en las Islas Canarias para el cóvido hasta las condiciones meteorológicas, a menudo adversas, e incluso el desvío de la ruta en el Mar Caribe para escapar del abordaje de un grupo de piratas.
Hace sólo tres meses, Sergio Davì había duplicado su récord del Atlántico con una maxicruzada de Cabo Verde a la Guayana Francesa, completada en sólo seis días de navegación sin escalas, y poco después se lanzó a la excepcional hazaña de conquistar el Pacífico a través del Canal de Panamá. Tras dos breves escalas en el Caribe, en Puerto España y Curazao, Davì se detuvo en la maravillosa ciudad colombiana de Cartagena para una revisión exhaustiva de su Arethusa Explorer, y luego transitó por el Canal de Panamá: una operación bastante larga y delicada, no sólo por las ocho horas y media de navegación para recorrer sólo 49 millas náuticas (que Davì hizo de noche), durante las cuales hubo que seguir con mucha atención las instrucciones proporcionadas por la autoridad del canal, sino sobre todo por las etapas previas a la autorización, para las que hubo que esperar nada menos que ocho días.
En Colombia, Davì estuvo acompañado por Stefano Germani, director financiero de I-Tronik, que le ofreció apoyo durante la travesía panameña. De hecho, las instrucciones de tránsito incluyen la obligación de tener un ayudante a bordo para gestionar las instrucciones de radio y las cuerdas en caso de tránsito de un convoy. Durante la difícil travesía del Atlántico, sin embargo, el navegante estuvo acompañado por Teo Aiello, copropietario de Nuova Jolly Marine, que comenta la hazaña: «Estamos muy contentos de que Sergio haya conseguido cruzar el Pacífico y conquistar Los Ángeles. Nuestro astillero está encantado con la aventura de Sergio a bordo del Prince 38, que ha demostrado ser un barco fiable y seguro incluso para un viaje tan extremo».
El viaje de la «Ocean to Ocean Rib Adventure» fue seguido día a día por el rastreador GPS en línea, donde fue posible seguir la ruta de Davì.