La salida del Vendèe Globe narrada por Alessandra Peparini, capitana de Greenpeace.
Con un mar bastante calmado y viento ligero, hoy han dejado los amarres de Les Sables d’Olonne los 40 capitanes, entre ellos las seis mujeres, que en las próximas semanas participarán en la regata más dura de la historia: la Vendée Globe.
Por muchos definido el Everest de la vela, consiste en una vuelta al mundo en solitario, sin escala y sin asistencia, pasando los tres miticos jefes (Buena Esperanza, Leeuwin y Cabo Horn) para un total de unos 45.000 kilómetros.
El velero italiano Giancarlo Pedote, de 48 años, representará a Italia en su segunda edición de la Vendée. El patrón italiano ya había participado en 2020, terminando la regata en una excelente posición y sobre todo con el barco en excelentes condiciones.
Durante la entrevista nos cuenta del deseo de revivir esas emociones y «respirar ese aire con sabor particular», que son únicas de los mares del sur y nos explica cómo, la decisión de reutilizar el mismo barco, ha sido determinada también por razones ecológicas, las mismas que ya han señalado los organizadores de la Vendée Globe.
El propio Presidente, declaró que para la décima edición de este evento, también el pueblo que acoge la regata se ha comprometido a mantener un bajo impacto ambiental y a sensibilizar al público y en particular a las generaciones más jóvenes, La urgencia de proteger los océanos y nuestro planeta.
Así, la Vendée Globe aspira a convertirse en un laboratorio de innovación e investigación ofreciendo una oportunidad inestimable para observar los océanos y recoger datos científicos en uno de los rincones más inaccesibles de nuestro planeta: los majestuosos mares del gran sur.
Un mensaje muy fuerte e importante, por lo tanto, el que abrazan los equipos, los patrones y la organización: proteger los océanos.
El aire que se respira en el muelle y entre los stands es increíble; en Francia, la vela se siente muy fuerte y los navegantes de la Vendée Globe, son considerados como héroes del gran mar, para los adultos, pero sobre todo para los más pequeños.
Si nos quedamos en el tema de los jóvenes, no podemos dejar de hablar de Violette Dorange que, con sus 23 años de edad, es la participante más joven de todos los tiempos. La navegante, de nacionalidad francesa, a pesar de ser un poco esquiva a las entrevistas y apariciones públicas, se ganó el amor y el apoyo de todos los aficionados y nosotros también, por supuesto, nos aseguramos de desearle lo mejor.
Junto a Violette, otras cinco capitanas (Samantha Davies, Pip Hare, Justine Mettraux, Isabelle Joschke, Clarisse Crémer), para que esta Vendée Globe se haga con el mayor número de regatistas y nos regale grandes emociones.
Siempre en el tema de la igualdad, tenacidad y accesibilidad al deporte de la vela, entre todos los competidores, nos ha impresionado el patrón chino Jingkun XU, 35 años, que participa a pesar de presentar una notable amputación del brazo izquierdo, que se hizo a sí mismo a la edad de 12 años con un fuego artificial. Sin duda tendrá más dificultades que los navegantes con habilidades normales, pero el mensaje, también en este caso, es muy importante y de gran inspiración. Bravo Jingkun y bien hecho los demás que llevan discapacidades físicas a esta edición demostrando que la fuerza de voluntad y la pasión por un deporte pueden superar cualquier barrera mental y física.
Desde la primera edición lanzada en 1989 hasta hoy, la tecnología ha dado pasos gigantescos y con ella los materiales y perfiles de los barcos han cambiado, por lo que, a pesar de la clase es la misma, las prestaciones de los barcos de esta décima edición de la Vendée Globe, serán notablemente diferentes y también será en la habilidad de los patrones y en la capacidad de sus elecciones de estrategia, para determinar quién será el ganador, aunque para miles de franceses, todos serán ganadores, por el valor de su empresa y los sueños regalados a tantos espectadores.