Cuando algo es bonito, pero bonito de verdad, no hacen falta demasiadas palabras… y éste es el caso del nuevo crucero de alto rendimiento Wellcraft 435. El nuevo buque insignia de la conocida marca americana, que pasó a formar parte del Grupo Beneteau hace casi diez años, es una mezcla calculada (a la perfección) de potencia, confort y elegancia.
Durante más de 65 años, Wellcraft ha estado produciendo barcos diseñados para aquellos que no se conforman, empujando todos los límites posibles en términos de eficiencia, navegación, seguridad y belleza absoluta. Wellcraft 435 nació para ser el nuevo estándar de «lujo sin compromisos», consiguiendo satisfacer las más difíciles exigencias del mercado, dando así un paso adelante en comparación con la media de los demás cruceros.
Un barco que, si ya es bonito de ver, subir a bordo y probarlo lo es mucho, mucho más.
La prueba nocturna
El sol ya se ha puesto detrás del Suquet, la parte más antigua de Cannes, el cielo se tiñe de diferentes colores entre naranja y rosa, y la vista del Cannes Yachting Festival desde el muelle del Wellcraft 435 es realmente impresionante.
De noche Subimos a bordo, desamarramos y a baja velocidad salimos del puerto… en pocos minutos ya es de noche. Esta vez la prueba será un poco especial, la haremos frente a la costa de Cannes, pero de noche. El ambiente es tranquilo, la oscuridad del atardecer contrasta con las luces de los pequeños restaurantes y hoteles de la Croisette, listos para recibir a los invitados a cenar.
Mientras navegamos en la Wellcraft 435, las luces suaves están encendidas, el puesto de gobierno tiene una excelente visibilidad panorámica gracias a los grandes ventanales, y estamos bien resguardados del viento tras cerrar tanto la puerta lateral de la cubierta de estribor (útil para las maniobras de amarre) como la puerta corredera de la bañera, pero hemos dejado el cristal del techo ligeramente abierto para que pase algo de aire.
El ruido del viento y del motor en el interior no es molesto, tanto que puedo hablar con las personas a bordo sin tener que levantar la voz. El asiento del conductor es cómodo y alto, lo que permite una excelente visión del exterior. La electrónica y las pantallas de a bordo son grandes, llenan todo el salpicadero, y para la navegación nocturna las ponemos en modo «noche» para que no molesten a la vista.
Enseguida noto la respuesta de los tres fuerabordas Mercury Verado V10 de 350 CV: a pesar de su imponente tamaño, se nota que este crucero ha nacido para ir rápido. Acelero cada vez más y poco después de los 20 nudos entramos en planeo, me establezco en los 26 nudos, su velocidad de crucero óptima, e intento dar unas cuantas vueltas.
La estabilidad de la Wellcraft 435 es impresionante, el casco en V sin escalones diseñado por Michael Peters saca aquí lo mejor de sí mismo y da una sensación de control que no se da en absoluto por supuesta. Los giros y contragiros son suaves, precisos y limpios, el impacto con las olas es increíblemente suave, surca las olas con una suavidad poco común.
El confort a bordo durante la navegación es alto, las ventanas laterales, tan amplias, permiten ver bien incluso en la oscuridad, sin desorden ni pilares molestos. El silencio es otra cosa que me impresionó: a pesar del tamaño, el peso y los tres potentes fuerabordas exteriores, a 25 nudos (con las puertas cerradas) se respiraba un silencio impresionante.
Pero hay más: nada más soltar los mandos, fui a probar la navegación exterior, como si fuera un pasajero, sentado en la zona de relax de proa. La percepción fue fuerte, una mezcla de emociones: el viento en la cara, las luces de la costa reflejadas en el agua y la sensación de suavidad y seguridad incluso navegando al aire libre.
Este barco no es sólo un crucero de prestaciones de lujo… es una auténtica experiencia que hay que vivir.
El exterior del Wellcraft 435
La nueva Wellcraft 435 tiene todas las papeletas para convertirse en uno de los cruceros más elegantes y confortables que he visto nunca. Con más de 4 metros de altura, 13,4 metros de eslora y una manga máxima de más de 3,80 metros, esta imponente embarcación llama inmediatamente la atención tanto por su estética como por su tamaño.
Diseñada por el famoso Studio Garroni y el arquitecto naval estadounidense Michael Peters, la Wellcraft 435 es la respuesta a las demandas más exigentes del mercado. Con esta embarcación, los niveles de confort y elegancia a bordo de un crucero se rebajan, y el listón se eleva ahora a otro nivel.