Zar 49, un bote auxiliar de lujo con el carácter de un semirrígido deportivo

Es un poco difícil acostumbrarse a la idea que lo que estamos a punto de probar pueda ser concebido como un bote auxiliar de lujo. Sin embargo, el Zar 49 SL, donde las iniciales indican la línea Sport Luxury, a menudo puede ser visto como bote de servicio de grandes yates. En resumen, es un bote auxiliar de lujo en todos los efectos.

De hecho, el fundador de la línea Sport Luxury, el Zar 49 precisamente, nace para refinar y ampliar la calidad de la línea Tender de Zar Formenti. Abiertamente inspirado en la gama que hizo famosa mundialmente la compañía de Piero y Luca Formenti para la producción botes neumáticos de lujo, la línea SL representa un importante paso adelante en términos de diseño, pero también en rendimiento y equipamiento base.

Aunque no se trata del modelo más reciente de la producción del astillero, hemos querido probarlo durante el último Miami Boat Show, para apreciar su rendimiento, pero también la calidad de vida a bordo y la ergonomía rel de su cubierta. Porque lo que llama la atención, mirando el entry level de la LíneaSport Luxury es el cuidado evidente con el que ha sido diseñada la bañera, los cuales indican un objetivo primordial: la seguridad de los pasajeros y, un factor no secundario, comodidad durante la navegación, ya se trate de distancias cortas, como trabajo de su función como bote auxiliar, o en cambio se deban cubrir más millas en la versión de semirrígido.

Partimos de una toma de contacto general con el diseño del bote neumático. Los bordes que interrumpen las líneas, su discontinuidad, nos guste o no, crean inmediatamente una motivo de atracción. El Zar 49 no pasa desapercibido. No se trata de un valor absoluto, pero sin duda este barco tiene una personalidad única y singular, incluso una armonía de las formas que se expresa en la fluidez con la cual están conectadas todas las partes que lo componen.

El resultado, en términos de estética es, en nuestra opinión, un producto de diseño innovador, que juega muy bien la carta de las líneas deportivas. A nivel funcional, el astillero ha puesto en campo la experiencia de una producción que hace un gran énfasis en la facilidad de uso del medio y en la calidad de los materiales de su montaje. Los tubulares están hechos de poliéster recubierto con Ypalon y neopreno y su unión al casco es doble y reforzada a lo largo de todo el perímetro.

Volviendo a la funcionalidad, esta es una característica que se puede apreciar desde la popa, donde hay dos plataformas profundas en cada lado, la de la izquierda equipada con una escalera de acero inoxidable. Desde aquí se accede a la estación de piloto. El salpicadero se distribuye de forma inteligente a estribor. De esta manera, en lugar de tener dos pasos estrechos hacia la proa, hay un acceso muy cómodo, y servido de canales delanteros, a la izquierda, mientras que en el lado opuesto, aunque mucho más sacrificado, no se impide el paso.

Detengámonos ahora en la consola de dirección. El asiento de dos plazas tiene la capacidad de ser ajustado con el fin de conducir bote incluso en posición semi sentada. Al igual que es ajustable la altura de la timonera. Una combinación útil, que permite una amplia adaptabilidad para adaptarse a las características físicas del piloto. Esto implica un alto grado de ergonomía del puesto de comando, que se completa con un salpicadero que, en la versión estándar, incluye la instalación de sólo el tacómetro y el indicador de combustible. El espacio disponible permite una dotación mucho más amplia, incluyendo un mapa del navegador que encuentra su posición natural a estribor del piloto.

El triángulo de proa, en la versión  del Zar 49 que hemos probado en Pompano Beach, a unos cincuenta kilómetros al norte de Miami, tiene el planteamiento típico de bote auxiliar de lujo, con las sillas que rodean los tubulares y una en las inmediaciones de la consola. De esta manera hay capacidad para 9 personas sentadas, que también es el número de pasajeros que están aprobados para este barco de casi 5 metros de eslora.

Pero la versatilidad de la embarcación le permite instalar un revestimiento para cubrir el triángulo y obtener un gran solarium, creando así un «ambiente» más mediterráneo. Lo que es cierto para todas las configuraciones, es una muy apreciada disponibilidad de espacio para estiba. En total, 8 armarios disponibles: cuatro hacia proa, uno lateral a la consola, uno en la popa y dos en la zona de popa de la bañera. De esta manera, incluso las necesidades de espacio de una tripulación comprometida para salidas diarias, se cumplen en su totalidad.

Si la estética, diseño y calidad de los materiales, son los elementos a la vista y apreciables del Zar 49, el menos perceptible para el ojo, pero siempre componente decisivo del éxito de este bote, es el casco. Apreciaremos las cualidades durante la navegación, pero observándolo detenido los elementos que lo hacen único y le decretan el éxito son evidentes.

Para llegar al diseño final, han sido necesarias las instrucciones de de Francesco Ambosini, las habilidades técnicas de Piero Formenti y la elaboración de varios prototipos. Esto llevó a la realización de este casco se caracterizado por su profunda V y especialmente por los dos túneles laterales que aumentan la elevación y derriban la presencia de salpicaduras en la cubierta incluso en mares agitados. Además, la elección de Formenti y socios de eliminar el tubular de proa y retraer el espejo de popa hasta el límite de los conos de popa, hace que el casco del Zar 49 sea más largo, y por lo tanto también más potente, que el de los botes de igual tamaño.

Prueba en mar

Vamos hacia el mar con unos 15 nudos del este y una onda de alrededor de medio metro que se atenúa durante el día. Nos mantenemos el centro de la alineación y en cámara lenta pasamos las últimas señales que nos confirman que estamos en mar abierto. El Suzuki 90 caballos se ejecuta en silencio a 1800 rpm empujándonos a 8 nudos. Este es el motor estándar incluso si la casa proporciona una gama entre el mínimo y máximo que oscila de 40 a 100 hp.

Actuamos con el trim llevándolo negativo y comenzando a aumentar las revoluciones y la velocidad. El planeo lo alcanzamos a velocidad cero en 3 segundos a 11 nudos, por lo que la progresión es realmente brillante: 4000 rpm estamos estables en los 20 nudos y son necesarias solo 500 revoluciones para ganar 5 nudos. La ola de proa insta al bote, pero el puesto de conducción está protegido y seguro. También probamos la posición más externa a la izquierda, donde los canales delanteros en la consola nos ofrecen un agarre firme y seguro.

Y a esta velocidad comenzamos a probar la calidad del casco. Tanto en contra de la onda como a través de la misma, donde también tenemos el viento que bajo ráfaga excede a veces los 18 nudos: la cubierta permanece seca, con las salpicaduras absorbidas por los túneles laterales. Nos convence sobre todo la estabilidad de la rueda, muy buena tanto con el mar en la popa, en la proa y cruzado. Y la profundidad de la V, asociada con los patines generados por la curvatura hacia el exterior del casco, se manifiesta en el paso a través de las olas más regulares, así como en algunos saltos, cuando el impacto con la superficie del mar no detiene el barco que mantiene la velocidad y la gobernabilidad.

Todavía en condiciones de mar revuelto, llevamos el acelerador hacia el fondo para probar la velocidad máxima que toca los 37 nudos a 6000 rpm. Mucho más de una detección de velocidad, parece una promesa hecha por el Zar 49: «Quítame unos pocos centímetros de onda, y te doy los 40 nudos enteros»

Condiciones de la prueba. La prueba se llevó a cabo en Pompano Beach, Miami, con olas de unos 50 cm, 15 nudos de viento, dos personas a bordo, combustible 30%

Suzuki 90 Hp

Datos técnicos