Muchos navegantes lo conocían, sin saberlo. Mario Amati, cuyo texto dicho al revés suena Itama, falleció a la edad de 83 años. Fue el fundador de Astilleros Navales Itama( Cantieri Navali Itama), compañía que fundó en Roma en 1969.
Sus disenos fueron icono del motocasco mediterràneo, rápido e inconfundible. En su llegada, tuvieron un gran éxito, copiados e imitados en todas las maneras posibles. Su creador los había descrito de la mejor manera posible: «El Itama no cambia todos los años para seguir las tendencias … hago barcos para los que estàn bien en el mundo y quieren estar aún mejor, ya que el barco es un símbolo de felicidad».
Cascos azules, mantas blancas, tantos caballos y puentes de proa sin límites. Era imposible no notarlos,que nació como un símbolo de una náutica (y de una Italia) que ya no existen, pero que siempre han encontrado su lugar de excelencia entre barcos simbolos de la construcción naval mediterránea.
Itama se había unido al grupo Ferretti en el 2004 (comprado por los propietarios anteriores, el Grupo de Opera, además de tres excelentes socios como Luca Cordero di Montezemolo, Giovanni Melagò y Alessandro Benetton) y había mantenido su identidad intacta, incluso mostrando modelos cada vez más grandes, alcanzando un máximo de 75 ‘producidos en la Mondolfo.