Hablar del Allure 38 con su padre ideal, el ingeniero Maurizio Marzocca, es como echar un vistazo a la realización de un sueño: un barco que hoy expresa el estado del arte de las embarcaciones de paseo porque, y esto hay que aclararlo antes que nada, el Allure 38 está homologado como barco con todo lo que ello conlleva en términos de menos burocracia y menores costes de gestión.
El sueño del Sr. Marzocca se ha desarrollado en dos etapas fundamentales: en primer lugar, cuando hablamos de Allure Yacht hablamos de un astillero joven, sí, pero formado por personas que conocen los barcos a través de al menos veinte años de experiencia: desde los directivos, hasta los ingenieros, pasando por los trabajadores especializados, todos ellos antiguos subcontratistas de larga trayectoria que primero adquirieron el astillero y luego dieron el paso de producir barcos con su propia marca para la clientela más difícil, los fletadores de la zona de Nápoles y de la Costa, personas que utilizan el barco durante al menos 700 – 1.000 horas al año y saben lo que quieren y sobre todo lo que no quieren.
La segunda etapa en la realización del sueño puede situarse idealmente en los días del cierre: cuando Italia estaba encerrada en casa y lo único que se podía hacer era pensar y diseñar… y el primer día de la reanudación, el ingeniero Marzocca llegó al astillero con la maqueta del futuro Allure 38 ya lista y pintada… un barco en el que todos los veinte años de experiencia y la suma de lo que debe ser un walkaround de 38 pies hoy en día, hecho como debe ser.
Y aquí hablamos de cuatro características fundamentales: la navegabilidad (los barcos están hechos, ante todo, para llevarnos al mar con seguridad), la calidad (porque para el cliente no hay nada más molesto que tener que pedir que se realicen trabajos en algo que acaba de comprar), la versatilidad (porque el casco del Allure 38 ya fue diseñado con tres opciones de transmisión y motorización diferentes) y, por último, pero no menos importante, el estilo (porque la verdadera belleza es clásica, atemporal, no sujeta a modas extrañas y pasajeras).
Empecemos por la navegabilidad, es decir, la capacidad de la embarcación para llevarnos con seguridad al mar: Significa huir de los caprichos estéticos para dejar que el mar «diseñe el casco», significa ser capaz de afrontar una travesía importante con el corazón ligero (en julio de 2022 un Allure 38 realizó el trasbordo marítimo Nápoles-Ibiza a una media de 29 nudos, a lo largo de 600 millas náuticas, con una ola de 1,10 metros y 25 nudos de viento y a la llegada ya estaba perfectamente operativo) pero sobre todo significa tratar con un barco diseñado para llevarnos a la seguridad en las condiciones más difíciles.
Hablando de calidad, empecemos por decir que toda la mano de obra se realiza íntegramente en el astillero Allure Yachts, con la única excepción del sistema eléctrico, para un auténtico control de calidad total.
Además, el Allure 38 está fabricado con la técnica de infusión al vacío y el uso extensivo de fibra de carbono, lo que además del evidente ahorro de peso, supone un mayor coste de producción, pero sobre todo supone crear un objeto que no dará problemas en el futuro y por tanto no requerirá trabajos de garantía para el astillero, además de la evidente satisfacción para el cliente de tener un objeto libre de grietas y fisuras y el consiguiente retorno en términos de imagen para el astillero (un cliente satisfecho es la mejor publicidad).
Para que el lector tenga un ejemplo tangible de todo esto, considere que uno de los primeros Allure 38 producidos, vendido a una empresa de chárter en la Costa de Amalfi, totalizó 720h en su primer año de navegación sin una sola grieta.
Otro aspecto: la creación de un casco polivalente ha hecho que el Allure 38 nazca ya con 3 transmisiones posibles diferentes, es decir, motores calibrados para 3 usuarios ideales diferentes:
CLASSIC: Cubierta superior en T, 2×300 diesel con línea de eje, un camarote, con dinette y baño extragrande, producido con la vista puesta en el chárter y, en general, en los usuarios aficionados a la línea de eje, de ahí su fiabilidad y facilidad de manejo en todas las condiciones de mar;
COMFORT: Cubierta superior T, intraborda 2×270 o 2×300 diesel, dirigida a un usuario más atento a la habitabilidad, con cabina II, bajo rendimiento y consumo (25 nudos de velocidad con un consumo total de 60lt/h) y toda una serie de pluses que hacen más serena la conducción del barco, como ancla virtual, joystick, piloto automático, es decir, agilidad y facilidad de maniobra, especialmente en puerto. En definitiva, un barco para los que hacen el clásico crucero de 300h/año, con menos preocupaciones en la conducción, todo automatizado, con 2 literas extra;
SPORT: abierto, 2×300 fueraborda o 2×350 gasolina, un barco para el usuario joven, más atento a la moda del momento, calibrado para el mercado americano y dirigido al usuario amateur, que exige bajos costes de funcionamiento y mantenimiento, hecho con un ojo también para aquellos que vienen del mundo de las semirrígidas y que aprecian la versatilidad del fb.
Hablando de los nuevos modelos que Allure Yachts presentará en breve, podemos anticipar en primer lugar un 35 pies, ya en desarrollo, obviamente una embarcación como el 38 pero, si nos permiten, más sencilla, que es de espacio abierto en el interior, teca sintética en la cubierta y motorización de 2 x 250 / 270, disponible tanto con transmisión por eje como fuera de borda; finalmente un 45 pies, 3 cabinas, disponible con T top o hard top
Terminamos este repaso al astillero Allure Yachts hablando de la distribución: además de Italia, Allure Yachts se distribuye en Europa en Alemania, Austria y Suiza (recordemos el atractivo que tienen los motores efb en los mercados centroeuropeos), España, Francia, Croacia y Holanda.
Por último, es curiosa y emblemática la historia de los pedidos procedentes de Estados Unidos, dada la fama de «paladares exigentes» de los norteamericanos: todos estos pedidos llegaron al astillero sin necesidad de publicidad ni promoción.
Bastó que unos turistas estadounidenses que visitaban el Golfo de Nápoles alquilaran y probaran el Allure 38 para que se enamoraran de él al instante y pidieran una embarcación «igual» para utilizarla en Florida… en definitiva, la prueba más palpable del éxito de una embarcación, según lo expresado por el usuario náutico más exigente.
Por eso podemos definir sin duda el Allure 38 como el epítome del walkaround.