El ojo de buey permite mirar hacia fuera cuando se está dentro de la embarcación, pero pocos se molestan en mirarlo. De hecho, muchos quisieran, incluso, no verlo. Sin embargo, este «agujero vestido», esencial para la comodidad y seguridad a bordo, se habìa mantenido sin cambios durante décadas, hasta que Amare Group comenzó a poner los ojos en èl. Así, además de hacerlo más seguro y más cómodo, lo hizo aún menos visible. La idea de trabajar en este accesorio se puso en práctica por Michele Preziuso que en 2012, dos años después del nacimiento de la compañía, decidió dedicarse a la nàutica. Y así, en poco tiempo se ha convertido en una de las realidades más innovadoras del sector. De hecho fue la primera empresa en el mundo para en tener un ojo de buey integrado en una vidriera, en el Ferretti Navetta 28, certificado de Rina: su revolucionario Infinity.
Ahora se produce una gama completa de productos para embarcaciones que van desde los 14 a los 200 metros de longitud y que también incluye pasarela hidráulica, puertas correderas y puertas estancas para la sala de máquinas. Precisamente debido a sus peculiaridades, Infinity es el elegido entre un gran número de astilleros mundiales, incluyendo Absolute, Sunseeker, Azimut, Sanlorenzo, Gulf Craft además del grupo grupo italiano-chino citado anteriormente. Si desde un punto de vista estético es inmediatamente comprensible debido el motivo de la preferencia, los aspectos técnicos son menos evidentes. Así que en el Boot Dusseldorf nos encontramos en el stand de Amare Grupo al fundador de la empresa.
«Desde un punto de vista técnico, que a su vez se traduce en una ventaja práctica para aquellos que utilizan nuestros ojos de buey – explica Michele Preziuso – los cierres y bisagras de fricción son los elementos distintivos. En concreto, el cierre con lazo lateral hace que sea rápido y fácil de abrir, no hay necesidad de apretar un tornillo, es suficiente actuar sobre la palanca que abre o cierra el mecanismo de bloqueo. Además, la bisagra de fricción tiene dos ventajas. En primer lugar impide que la parte móvil, que es muy pesada, caiga sobre los dedos de quienes la trabajan, y ademàs permite elegir cuanto mantener abierto el ojo de buey: no solo cerrado o abierto, pero todas las vìas de medio son posibles.
El proceso de producción de cada ojo de buey se realiza de forma manual, ya que las peticiones específica para cada barco pueden ser cumplidas por Amare. Los Infinity son adaptables tanto por el material constructivo, acero o carbono, y también por el tipo de instalación a bordo, podría también ser colocado en las ventanas curvadas. También están certificados de acuerdo con el Pleasure Craft Regulation, la normativa adoptada por las instituciones navales del Reino Unido y que las hace adecuadas para su uso en los yates de más de 80 metros de longitud.
La renovación de los accesorios náuticos emprendidas por Amare también se refiere a las pasarelas. Y aun aquí se pasa a través del uso del vidrio, en este caso en la particular versión Madras que lo hace irrompible, antideslizante y permite personalizar el estampado. También la transición es diferente de lo que permiten otras pasarelas, por lo que permite acceso desde toda la manga, sin marcos de contención, creando una ventaja de facilidad de uso. Además, la altura del suelo desde la banda de rodadura o, si lo desea, el ángulo vertical entre la pasarela y el espejo de popa, no está regulada por un pistón vertical, sino por una brecha de deslizamiento horizontal. De esta manera se puede reducir el volumen del mecanismo con el fin de ocupar menos espacio durante la instalación.
