Entrevista a Anna Scarani de Rio Yachts
Las mujeres han llegado en excelencia de cada arte donde han puesto su cuidado , citaba Ludovico Ariosto, y Anna Maria Ziliani Scarani sobresale de hace más de 50 años en el arte de la nàutica dedicando illo tempore un infinito cuidado por su amado astillero: Rio Yachts . Rio nació en las costas del lago Iseo en 1961 de la mente volcánica del empresario Luigi Scarani, esposo, compañero de vida y profesión de Anna, quien lo seguirá paso a paso para realizar un sueño totalmente italiano: construir barcos.
Entrevistar a la Sra. Anna es como viajar a bordo de un runaboat, que atraviesa un mar de recuerdos, filtrados por un potente, humilde, coraje e imperturbable fuerza.
Más de 50 años, permita el juego de palabras, en la cresta de la ola. ¿Cuáles fueron las estapas náuticas cruciales vistas a través de los ojos de Anna Scarani?
Me siento particularmente vinculada a las primeras décadas desde que se fundó la compañía, eran las más dificiles y las más tumultuosas. Era el año 1961 cuando nació Avionautica Rio, llamado así porque construìa planeadores y barcos, hasta que mi marido se dio cuenta que el mercado de la aviación era un mercado muy estricto, mientras la nàutica comenzaba a afianzarse. Desmanteló este departamento, pero manteniendo intacta la capacidad y el conocimiento de los artesanos que trabajaban allí, asegurando inmediatamente al astillero artesanìas de altisimo nivel y calidad, los runaboat que producíamos estaban cubiertos de caoba preciosa.
Recientemente conocí a mi capataz, un tal Billi, que me contaba de cuando fue a Génova, al puerto, para examinar los troncos que llegaban de África, marcaba los que compraba con el fin de verificar la calidad. Luego vinieron los años 70 y con ellos la primera embarcaciòn con cabina, el Rio 10 metros, que tuvo un éxito increíble, fue tan grande la cola de aspirantes compradores y visitantes, cuando la expusimos por primera vez en el salón de París, que mi esposo le vino la duda de haber hecho un precio equivocado.
Barcos de madera que se convierten en plástico. ¿Cómo implementaron los armadores esta transición de época?
Eran los años 70, la sociedad italiana estaba cambiando, eran los años en que se estaba formando la clase media y comenzaba a hablarse de weekend, sin experiencia previa hasta poco antes. Fue desde aquí que naciò la idea de diseñar un barco más pequeño al alcance de todos, pero construirlo en madera era impensable, los costos de mano de obra habrían sido demasiado altos.
Así hemos construido el primer barco impreso, hecha de ABS (acrilonitrilo, butadieno, estireno), un material plástico termoformado, era el Rio 310. Con una máquina especialmente diseñada, en 10 minutos se imprimieron los cascos de los barcos, se inyectaron de poliuretano espuma de celda cerrada para hacer que el barco fuera insumergible. Recuerdo que cuando lo llevamos al salón de Génova, la sumergimos en rodajas en una bañera llena de agua para demostrar que no se hundìa. Con el Rio 310, estallò tal interès, habíamos planeado 3 turnos de trabajo en la empresa, 200 personas empleadas, para una producción de más de 50,000 ejemplares.
Usted fue una pionera en la comunicación de la náutica. ¿Recuerda algún eslogan particular de esos años?
Desde el principio, cuando entré en la empresa, hacìa la «charladora», mi papel era entretener a las damas, las esposas de los clientes. Pero yo misma no estaba preparada, pero me di cuenta que no era suficiente el trabajo incansable de mi esposo para producir, servía alguien que comunicara el hecho al mercado. Entonces no había una oficina de relaciones públicas, nadie la tenía, ni siquiera Riva.
Aprendí mucho a proposito de la relación con la Piaggio Motori, tenían una agencia de comunicación florentina con personas buenas y preparadas, fui a reuniones robando ideas, acogìa sus conocimientos y luego los depositaba, parece que desde entonces mi trabajo lo he hecho bastante bien. Ciertamente recuerdo el eslogan «Rio, el barco para todos» cuando lanzamos la producción del Rio 310, y luego fue el turno de «Rio, todo el panorama barco» cuando ademàs de las lanchas motoras comenzamos a construir los barcos con cabina.
Una náutica de 360 ° la de Río, los ‘80 marcan el desarrollo de la división «barcos de trabajo», ¿cuánto ha afectado la tecnología desarrollada para el mercado profesional en embarcaciones de recreo?
Tanto. Trabajo y recreo siempre estuvieron estrechamente vinculados, técnicamente nuestros ingenieros aplicaron las mismas certificaciones requeridas por el mercado profesional en embarcaciones de recreo. Comenzamos a seguir algunas llamadas, además de las 200 patrulleras suministradas al Arma dei Carabinieri, también equipamos a los bomberos de Milán, y luego producimos el barco ambulancia. Recuerdo un contrato para la producción de un barco blindado, suministrado al Banco de Italia para efectuar transporte a Venecia.
En el 2012 ganó el premio «The Best Marine Woman of the Year», ¿Fue difícil afirmarse en un mundo, el de los años 60/70, puramente masculino?
No sé si por temperamento, entrenamiento, pero nunca me he puesto el problema del hombre frente a mí o detrás de mí. No. Nunca me he sentido menos que mis amigos, ya sean ingenieros, periodistas, expertos en náutica o deportes. Ese aire a fines de los 60 lo encontrè solo en los periódicos, pero no me tocò en particular modo, tal vez porque nunca me ha importado y nadie me lo ha hecho pesar. Siempre he recibido grandes cortesías y gran estima, reciproca por otras cosas.
Desde siempre se ha ocupado de valorizar los jóvenes dentro de la empresa. ¿Cuáles son las oportunidades actuales que Rio les ofrece?
La atención para los jóvenes siempre ha estado en nuestro ADN. Con motivo del 50 ° aniversario del astillero, anunciamos una competencia reservada para los estudiantes de la Accademia di Brera, proporcionando algunas becas para los jóvenes ganadores. Era el verano de hace muchos años cuando se aperece un muchacho en el astillero, estaba en la universidad y quería ganar algo de dinero.
En el astillero, se encuentra conmigo y me pregunta si tiene alguna posibilidad. Necesitábamos mostrar y probar el nuevo Rio 410 Jet, pero reunir a todos los distribuidores aquí habría sido complicado. Así que equipamos al chico con un auto, un bote apoyado en el techo, uno en el carro, de esta manera él podía viajar por toda Italia, haciendo probar a cada concesionario los barcos Jet, que ademàs también tenían considerables ventajas.
El muchacho permaneció en nuestra empresa responsable del departamento de compras hasta hace 6 meses.
Una última pregunta, personalmente muy importante para mí. La amistad con el industrial Marcello Candia la lleva a interesarse por el mundo misionero y la acerca a la caridad. ¿Cuánto el compromiso social ha influido en su forma de «hacer negocios»?
Fue gracias a la periodista Giorgio Torelli que conocì el industrial milanés Marcello Candia, quien a los 50 años de edad había vendido la empresa de su padre para acercarse al mundo misionero y luego fundó un hospital en Brasil. Lo seguí inmediatamente, fui a Amazonia a visitar sus obras y comencé a organizar eventos de todo tipo para financiar sus actividades.
En los salones náuticos que tuve la oportunidad de conocer las principales figuras que ayudaron a organizar la noche benéfica para recaudar los fondos que necesitabamos, recuerdo Gino Paoli y Luciano Pavarotti, por ejemplo. Pero tengo que responder sinceramente que la caridad no me ha influenciado demasiado, ya estaba atada a ciertos valores, no hice más que sensibilizarlos. Siempre he estado atenta a los demás, la empresa entonces, era para mí lo mismo que una familia, los patrimonios número uno siempre han sido mis colaboradores.
Así termina mi soñado viaje en Rio Yachts. Y la Señora Anna, antes de decir adiós recuerda con cariño a su marido «Gigi», tratteggiandone sus habilidades empresariales a través de las palabras de Luigi Einaudi:
» … miles, millones de personas trabajan productos y ahorran a pesar de todo lo que podamos inventar para molestarlos, detenerlos y disuadirlos. Es la vocación natural que los impulsa;.. No sólo la sed de dinero»
Rio Yachts es mucho más que un astillero, es hoy un creer profundo nacido de un sueño hecho realidad a través del amor, el coraje y la perseverancia incansable de la joven pareja.
Siempre serán los diseñadores, los ingenieros a dar forma al casco de un barco, los arquitectos y diseñadores a estudiar su interior, los ingenieros a hacer que se mueva, pero un barco necesita mucho más para poder navegar. La familia Scarani siempre ha dado un alma a sus barcos y cualquiera que compre un Rio Yachts debe ser capaz de mantenerlo.
