Cien ciudades en el mundo en las que se celebra el diseño italiano. Y este es el alcance de la iniciativa, que se abrió ayer, martes 2 de marzo de 2017, a las 16.00 horas en Farnesina, se titula:» Primera jornada del diseño italiano en el mundo. «
Y nuestro mundo, el mundo de la náutica, tendrá una embajadora de la excelencia, Barbara Amerio, que el 5 de marzo (la fecha se pospuso a causa de un día de fiesta nacional importante) llevará a Madinat al-Kuwait en el College dell’Università di Architettura, la enorme riqueza de la experiencia adquirida en la empresa familiar, la Permare-Amer Yachts.
El corazón del evento, buscado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional, el Ministerio de los Patrimonios y De Las Actividades Culturales y del Turismo, y de la Trienal de Milán, en colaboración con todos los sectores de la industria y las empresas de producción que exportan lo «hecho en Italia «, que se celebró en Roma con la participación del ministro Angelino Alfano, y una gran representación tanto institucional y como de emprendedores.
La sensación de cuanto es apreciado en el extranjero el desing italiano, y junto a esto toda esta cultura ligada al concepto de la belleza y al «saber vivir» que nos acompaña, está presente en todos nosotros. Tiene sus raíces en el Renacimiento y se desarrollará hasta el día de hoy contaminando no sólo las artes, pero, con la modernidad, incluso el diseño industrial, la artesanía, y la producción de cada objeto relacionado con nuestro día a día.
Sin embargo, cuando este sentimiento se traduce en cifras (100 mil millones de facturación anual en todo el mundo relacionado con el diseño, la tercera parte de lo que es la prerrogativa de la producción italiana), nos damos cuenta de encontrarnos frente a un motor extraordinario para la economía de un país.
Así que es justo, o incluso meritorio, que sea promovido por parte de las instituciones. Incluso el «cómo» es digno de elogio: al menos 100 los «embajadores» de la cultura italiana. Elegidos en el ámbito empresarial, pero también docentes, artesanos, periodistas, etc., que en muchos lugares del mundo cuentaràn un proyecto de excelencia, sus métodos, procesos, y, probablemente, la mayor parte de lo ello no se encuentra en los libros, pero es parte del ADN productivo italiano.
La embajadora Barbara Amerio es una de las figuras líder de la iniciativa empresarial femenina, en nuestro panorama nacional e internacional. La compañía, que dirige con su hermano Rodolfo, nace en 1973 en el territorio de Sanremo por iniciativa del padre, Fernando Amerio. El astillero en sus primeros años madura cada experiencia vinculada a las actividades de reparación, y más tarde se especializa en la producción de grandes yates.
Hoy en día, la serie de los yachts Armer, entre los 72 y los 116 pies, es una de las joyas de la construcción naval italiana. Sus modelos son absolutamente representativos de nuestro diseño, y cuentan con una característica especial: además del casco no hay un Amer igual a otro, son todos diseñados por encargo, cada uno tallado en la personalidad y el gusto de su propietario. Una oportunidad única para expresar en todos las particularidades capacidad de expresar la belleza y la innovación técnica. Fuera de cualquier normalización.
Barbara Amerio, en sus actividades empresariales, es muy consciente del proceso, incluso empático, que lleva a reconocer un producto como «típico», y al mismo tiempo «único». No casualmente, siendo entrevistada, da el ejemplo de la marca Ferrari y su significado simbólico en el mundo, y de como «vender en el exterior es siempre el signo de reconocimiento de la habilidad y la pasión con la que fabricamos nuestros productos.» Multilingüe y amante del arte, juega un papel importante en Ucina Confindustria Nautica, y desde el 2015 es Presidente del sector naval de las embarcaciones de recreo de más de 24 metros.
Sin duda, una elección de alto perfil para representar el diseño italiano relacionado con el sector náutico.