50 metros de largo, 340 metros cuadrados de espacios para vivir dentro y fuera, carbono en todas partes, una gran superestructura de vidrio para alumbrar y no terminar en el interior. BlackCat será el mayor catamarán hecho completamente de fibra de carbono en el mundo. Su velocidad, aseguran desde el astillero, tocarán los 30 nudos y todo en plena comodidad y seguridad. Será un mega yate adaptado a todos los propietarios hasta en los detalles más pequeños.
Fundador del Brand Black-Cat es el australiano Mitch Booth, no uno cualquiera, en el cuello tiene dos medallas olímpicas, participaciones en la Copa América y docenas de otros títulos mundiales. El proyecto fue dado al Inglés Malcolm McKeon, designer de más de 200 barcos, 50 de los cuales más de 30 metros.
Entre los grandes yates el de los catamaranes es un mundo casi inexplorado, a pesar de las ventajas que un cat a vela asegura: inmensas extensiones a la comodidad de la navegación poca escora, la extraordinaria velocidad al poco calado que reducen los límites de los grandes yates en términos de atraques y amarres.
» El concepto de este “supercat” – declara Mitch Stand – es sorprendente, porque no hay nada más que pueda garantizar tales espacios grandes y estables a un rendimiento increíble. Estoy seguro: que el desarrollo natural de los Superyachts seràn los catamaranes».
«El interés por los catamaranes está creciendo – dijo Malcolm McKeon – probablemente gracias a la Copa América, que aumentó la investigación y el desarrollo de los supercat en carbono de alto rendimiento. Para mí es un honor trabajar con el nuevo proyecto BlackCat».