Veinte metros de eslora, tina con hidromasaje en la bañera, velocidad máxima de 40 nudos, y el costo de aproximadamente dos millones seiscientos mil dólares. Aquí está el Bugatti Niniette 66 totalmente inspirado en un símbolo del lujo automotor, el Bugatti Chiron.
De este proyecto en realidad se hablaba ya desde el 2015, cuando, entre los líderes de la casa automotriz y los de la Palmer Jonhnson, compañía que produce yates de altísima gama, se había empezado a hablar de una idea no del todo original, pero muy eficaz: juntar las fortalezas de las dos marcas y crear un barco de inspiración automovilística. En casi dos años, el proyecto se ha definido y ahora llegó el anuncio oficial: el proyecto del primer ejemplo de la Palmer Johnson Bugatti Niniette 66 (este es el nombre completo del Yate) por fin está listo, y abre el camino a una serie de embarcaciones con en el mismo estilo desde los 50 a 80 pies.
El barco está construido completamente en fibra de carbono y como resultado tiene un desplazamiento medio-ligero al tiempo que garantiza robustez y alta rigidez. El casco tiene una V profunda en la proa que tiene una inclinación hacia delante. Las líneas de agua a continuación se ensanchan hacia la popa para definir una manga máxima muy amplia a la cual se asocian dos estabilizadores laterales que reducen el balanceo y aumentan la estabilidad de ruta.
La cubierta refleja plenamente el estilo Bugatti respecto a los materiales, los cuales son todos trabajados a mano, desde las pieles a los tejidos, y los colores. Pero lo que más destaca es la presencia de un jacuzzi en la bañera detrás de la posición de conducción, que una vez cubierta se convierte en un solarium.
Otra peculiaridad de esta cubierta es la presencia de un tipo de alojamiento llamado fire pit, una especie de agujero donde se puede encender un fuego. La idea pone los pelos de punta, pero los dos fabricantes garantizan la seguridad total del dispositivo.
Sobra decirlo, la posición de conducción, desde los asientos al salpicadero de comando, que es, obviamente, la huella de Bugatti, con el volante que ha sido arrancado directamente del Chiron y montado en la Niniette 66. Los motores del yate son dos MAN a partir de 1000 y 1200 CV.
El interior se organiza de una manera realmente original. Principalmente por la presencia de una única cabina grande situada en medio del barco. Este es el diseño propuesto por los diseñadores, pero como es obvio el nivel de personalización es muy alto. Lo que es seguro es que el aumento del número de cabinas también significa distorsionar un poco el diseño de este barco, donde el lujo también se expresa en términos de espacio. De hecho, en la proa se ha creado un gran salón con sofás que siguen el perfil del casco. Los materiales se combinan con un efecto de extraordinaria elegancia: cepillado de metal, fibra de carbono, cuero y mármol.
Como ya hemos dicho se trata de un primer ejemplo nacido de la colaboración entre las dos empresas. Aunque a decir verdad, el fundador de la casa automotriz, Ettore Bugatti, en 1930 construyó una embarcación a nombre del príncipe Carlos Maurizio Ruspoli. La rápida lancha fue llamada Niniette que había sido el nombre de un perro muy amado por la familia Bugatti.