Las vicisitudes de un comandante borracho.
Ponerse al volante de cualquier vehículo después de beber es una mala idea. Si el volante es en realidad el timón de un barco que, además, está navegando cerca de la costa, la situación solo puede volverse inexorablemente peor.
Desafortunadamente, esto es precisamente lo que ocurrió el pasado 28 de febrero cerca de Busan, un gran centro en la costa surcoreana. Aquí, un comandante, al mando de un gran buque de carga ruso, que parece haber bebido demasiadas copas, ha sembrado el pánico cerca de algunos muelles utilizados como amarres para embarcaciones de recreo.
En el primer video que te proponemos puedes ver el accidente tomado desde tierra firme.
El incidente
El Seagrand, que llevaba una carga de bobinas de acero, acababa de abandonar el puerto de Busan y se dirigía hacia el mar japonés. Después de unos pocos kilómetros de navegación, el barco, inexplicablemente, viró hacia la costa y entró en una bahía no lejos del puerto de partida.
En la bahía, el barco, como podemos ver en las tomas tomadas desde su puente, golpea algunos barcos amarrados en el muelle. Después de repetidas colisiones, el comandante maniobró tratando de reanudar la ruta, casi como si quisiera escapar del lugar del accidente. Esta maniobra apresurada y mal ejecutada, sin embargo, lleva la carga a un curso de colisión con el puente Gwangang, un largo puente que se extiende por toda la bahía.
Y la colisión no se hace esperar.
Como si fuera una bola loca en una máquina de pinball, Seagrand posiciona la proa debajo del tramo del puente. El golpe es fuerte, una grúa utilizada para la carga de las curvas de carga y vemos a los hombres de la tripulación huyendo asustados hacia la parte de popa del puente. Afortunadamente, la estructura del puente Gwangang no cede y detiene la nave.
El comandante o, mejor dicho, el nuevo «pirata de la carretera» no se da por vencido, continúa maniobrando para liberarse como si nada hubiera pasado. Incluso en este caso, parece querer despegar con su carga.
Para poner fin a la locura, fue necesaria una intervención masiva de la Guardia Costera de Corea, que con cuatro barcos intervenidos en el lugar, obligó a Seagrand a regresar a la fuerza al puerto.
De las investigaciones posteriores al accidente, se supo que el nivel de alcohol del comandante de Seagrand estaba por encima de la norma y también se sospecha que el primer cambio de curso se produjo después de una primera colisión, que tuvo lugar en el mar.
En el segundo video puedes ver todo el incidente, tomado del mismo barco. Lástima que el audio no haya sido traducido!
https://www.youtube.com/watch?v=uBCGmGfh1IY