La importancia de renovar en lugar de sustituir: con GlassRenu, las superficies acristaladas de los yates y superyates vuelven a ser perfectas
El vidrio, un material eterno, eficaz, higiénico, reciclable y, por tanto, ecosostenible, con un alto contenido tecnológico, es uno de los elementos omnipresentes e imprescindibles en el mundo de la náutica, basta con pensar en los parabrisas, escotillas, ojos de buey y ventanas de los yates y superyates.
De hecho, la industria del vidrio se ha expandido por todo el mundo, estrechamente vinculada a sus crecientes usos, especialmente en el sector naval, así como en el de la construcción y la automoción. No es casualidad que las estadísticas de Assovetro confirmen el aumento de la producción de la industria italiana, también en el segmento específico del vidrio plano, que registró una producción de 1.034.234 toneladas en 2019.
Material de elección para la producción de ventanas y puertas, confirma su capacidad de ofrecer ventajas de rendimiento que dan fe de los altos estándares de calidad. De hecho, la creciente demanda de vidrio arquitectónico recompensa las peculiaridades que garantiza este material: el confort innovador y la eficiencia energética se combinan perfectamente con las prestaciones estéticas. Estas soluciones requieren el uso de planchas con determinadas características técnicas, de gran tamaño y con un grosor considerable.
Así pues, en el sector de la construcción naval, el reto consiste ahora más que nunca en optimizar la relación coste/beneficio de la utilización del vidrio, alargando el ciclo de vida de las superficies acristaladas, antes de recurrir a su sustitución debido a los daños causados por errores durante la instalación a bordo, el desgaste provocado por la sal del mar, las inclemencias del tiempo o el vandalismo.
Hay que tener en cuenta también que en tiempos de crisis económica, ya sea real o percibida, la atención de los consumidores, incluidos los propietarios de yates y superyates, es siempre muy sensible a las estrategias que permiten reducir los residuos. En muchos mercados, en los que el margen de explotación de los fabricantes es cada vez menor, salvaguardar los productos durante la instalación se ha convertido en una obligación.
GlassRenu es el producto elegido para satisfacer estas mismas necesidades. Ha llegado a la vanguardia del mercado y atrae cada vez más el interés de los operadores de diversos sectores.
Un problema, muchas soluciones
Siguiendo el patrón habitual de muchos inventos técnicos estratégicos, el sistema GlassRenu se creó para resolver una emergencia puntual. La eficacia demostrada por la acción de este kit lo convirtió rápidamente en la solución ideal para toda una serie de problemas específicos que pueden presentarse antes, durante y después de la instalación de una hoja de vidrio.
El resultado es un auténtico sistema escalar, que funciona en seco y permite modular la intervención en función del tamaño y la profundidad del daño: desde manchas de óxido y caliza, pasando por arañazos perceptibles con la uña hasta daños causados por piedras, cuchillas y ácidos. Esta patente fue diseñada por la empresa estadounidense GlassRenu, de la que ADI Srl es el distribuidor mundial (a excepción del mercado estadounidense, donde IGP Tools, la rama estadounidense de ADI, es responsable de su comercialización).
Por lo tanto, GlassRenu es la respuesta ideal a las necesidades de restauración de superficies para el reacondicionamiento de barcos, así como para las empresas de vidrio, para resolver las imperfecciones de las láminas en las obras de construcción, para las fachadas de vidrio, los marcos de las ventanas, los escaparates, pero también para las estructuras de mobiliario urbano. «Es cierto que en presencia de vidrios que cumplen ciertas normas de calidad, renovar en lugar de sustituir, mediante la adopción del sistema GlassRenu, representa ciertamente una ventaja económica, además de resolver el problema en menos tiempo», afirma Dino Zandonella – Presidente de ADI.
Trabajando completamente en seco, directamente sobre el vidrio instalado, GlassRenu también restaura la superficie en mucho menos tiempo que cualquier otro sistema alternativo. Elimina la necesidad de desmontar y volver a montar la hoja dañada, eliminando también cualquier riesgo relacionado con la manipulación y la integridad del vidrio. «Cabe destacar que la ausencia de agua en el proceso permite trabajar de forma extremadamente limpia, sin dañar el entorno y aumentando la estabilidad de la herramienta, mientras que los tres diámetros diferentes de los discos abrasivos permiten optimizar al máximo el área de intervención», continúa Dino Zandonella.
Por citar sólo algunos ejemplos, los cristales ya instalados en los cruceros o yates, que se dañan como consecuencia de trabajos de acabado posteriores, ya no tendrán que ser sustituidos, sino que volverán fácilmente a su perfecto estado original, sin peligro de ensuciar el mobiliario y las molduras instaladas. Las lunas de los propios vehículos se pueden restaurar en poco tiempo, sin necesidad de incómodos tiempos de inactividad ni costosas sustituciones.
A diferencia de otros sistemas, GlassRenu también puede utilizarse felizmente en superficies curvas, lo que lo convierte en la solución perfecta para parabrisas, claraboyas y ventanas.
Sistema escalar
La línea de productos GlassRenu se compone de:
- Discos de lijado con 3 niveles diferentes de agresividad
- Discos de fieltro para pulir
- Soportes de velcro para la herramienta eléctrica
- Escofina de abrillantado y limpieza
Formación y asesoramiento específicos
El sistema seco de GlassRenu se completa de forma sistemática gracias a una red de ventas muy profesional. ADI no sólo vende un producto, sino que también proporciona todas las habilidades necesarias para aprovechar al máximo su potencial, a través de cursos de formación que pueden adaptarse a las necesidades específicas del cliente y a la solución requerida.
«Para garantizar la eficacia de la intervención y el beneficio de la inversión, ADI ha integrado su red de ventas con un plan de formación perfectamente personalizable, según las necesidades específicas del cliente. El servicio incluye visitas de asesoramiento a la obra y estará disponible para desarrollar la formación necesaria, partiendo por ejemplo de una básica de 4 horas hasta una formación que puede requerir 8 horas. Para las intervenciones más complejas, existe la posibilidad de un paso posterior de retirada», concluye Dino Zandonella.
Cada necesidad será atendida con prontitud: en algunos casos, para intervenciones especialmente delicadas, ADI ha proporcionado también las competencias necesarias a los técnicos encargados de la construcción acrobática. Un servicio que promete la máxima eficacia y precisión incluso a bordo de buques pequeños y grandes.