Curricán de altura: presas, zonas y periodos
El curricán de altura es una técnica de pesca de altura practicada en todo el mundo, que tiene como objetivo grandes depredadores pelágicos y que, incluso en nuestro Mediterráneo, puede dar grandes emociones a los pescadores que se dedican a ella con pasión.
En muchos lugares del planeta, especialmente donde esta técnica se practica en aguas oceánicas, es a esta disciplina a la que se suele hacer referencia cuando se habla de Pesca de Altura.
Es el tipo de pesca experimentado, y narrado en sus novelas, por «Papá» Hemingway, que tanto emocionó y sigue emocionando a los amantes del mar como nosotros, relatando sus aventuras en busca de su gran marlín, navegando por las aguas de la Corriente del Golfo.
Se trata de un tipo de curricán rápido (en el Mediterráneo se practica a una media de entre 6 y 8 nudos), realizado mayoritariamente con cebo artificial, o combos entre cebo artificial y natural (a veces sólo con cebo natural aparejado de una forma determinada), que suele practicarse en aguas profundas y la mayoría de las veces a una distancia considerable de la costa.
Presas, profundidades y distancias de la costa
Como en toda pesca, en la pesca de altura los señuelos se calan donde se cree que están los peces que buscamos, por lo que lo que nos hace elegir la batimétrica, y por tanto la distancia relativa a la costa para nuestra acción de pesca, son precisamente las presas típicas de este tipo de curricán.
Con el calentamiento de nuestro mar, está cambiando el panorama de las presas objetivo, así como la mejor época para pescarlas.
El curricán de altura está muy ligado al calentamiento del agua en superficie, al fotoperiodo y, en general, a la disponibilidad de alimento y a la cadena trófica que se crea en aguas más altas en determinadas épocas del año.
En general, las mejores épocas son el final de la primavera, el verano y, en los últimos años, también se obtienen grandes resultados en la primera mitad del otoño.
La presa emblemática de las profundidades es seguramente el atún blanco, también conocido como albacora, un pez que también vive a grandes profundidades pero que, precisamente, puede capturarse con curricán de altura en determinadas épocas del año, en la superficie.
Otros peces muy codiciados son los rostrados, cuya presa más común es la garza imperial (Tetrapturus belone). Este depredador es cada vez más frecuente en muchas zonas, pero debe pescarse con extrema moderación. Se trata de un pelágico endémico del Mediterráneo, pariente cercano de la aguja. Los congrios, muy parecidos a nuestra aguja imperial pero de origen atlántico, también pueden darse ocasionalmente en nuestras aguas, como también se dan, aunque raros, casos de captura de aguja blanca.
Otro de los peces más buscados es el pez espada, que, aunque frecuenta las grandes profundidades durante el día, un pez que nada hacia las partes más someras de la columna de agua sobre todo por la noche, en determinadas ocasiones y periodos es un depredador que ataca a los señuelos de curricán de altura durante las horas diurnas (hay que tener en cuenta que existen modalidades específicas de curricán con pez espada que se practican por la noche).
El listado, o atún listado, con su color azul acero en el lomo y blanco nacarado en el vientre, atravesado por unas características líneas oscuras horizontales, es muy bello e inconfundible
Otro pez muy apreciado por el curricanero de altura es el atún rojo: una especie que ataca con frecuencia a los señuelos de curricán, sobre todo si se trata de ejemplares jóvenes (atunes en cardumen que frecuentan las profundidades marinas), que en la mayor parte del mar Tirreno tienen un tamaño medio de entre 15 y 40 kg (en el Adriático, el tamaño medio de los atunes en curricán de altura puede ser superior).
Otra presa objetivo es la lampuga: las capturas de grandes ejemplares de esta especie son cada vez más frecuentes en los últimos años.
Probablemente también como consecuencia del calentamiento del mar, el listado, un pez que ya se capturaba en algunas zonas en el pasado, pero que ha desaparecido y vuelto con cierta frecuencia en los últimos años, es mucho más frecuente en nuestras aguas. Es un pez cosmopolita, que se encuentra en muchos mares templados y cálidos y que últimamente, incluso aquí en Italia, puede proporcionar a menudo combates entretenidos, sobre todo si se pesca con equipos ligeros.
¿En qué batimétricas pescar?
La batimetría de los fondos marinos está estrechamente ligada a los hábitos de los peces objetivo que se buscan (no siempre todos los peces objetivo de los fondos marinos frecuentan las mismas zonas en el mismo período), sin embargo, en general, en muchas zonas de Italia, las profundidades más rentables se sitúan entre los 500 y los 2000 m, sobre todo si hablamos de atún blanco, listado o atún rojo. Pero el discurso es diferente si lo que buscamos son garzas imperiales, de hecho estos peces en muchas zonas también frecuentan, sobre todo en verano y principios de otoño, batimetrías entre 70 y 500 m.
Este es especialmente el caso si estas batimetrías se encuentran en el borde de cañones sumergidos, o cerca de ascensos rápidos desde 500 m hasta 100. En estos puntos concretos, en determinados momentos también podemos encontrar los otros peces objetivo de las profundidades marinas.
Así pues, antes de decidir rígidamente las zonas de pesca basándonos en la batimetría, intentemos comprender cuáles pueden ser las mejores zonas, refiriéndonos también a la zona en la que estamos pescando, a los hábitos de los peces de esa zona del mar y teniendo en cuenta también la época del año.
Pero, ¿cuáles son las mejores zonas para el curricán de altura?
En términos generales, para conocer las mejores zonas en las que pescar, debemos estudiar las cartas náuticas, es decir, la cartografía de la zona que queremos explorar, prestando mucha atención a las depresiones batimétricas caracterizadas por las pendientes más pronunciadas.
De hecho, son los saltos bruscos en el lecho marino, es decir, caídas abruptas, bancos que se elevan varios centenares de metros, cañones sumergidos, los que pueden hacer que una zona sea especialmente rentable. Esto ocurre porque las fuertes corrientes que llegan de mar abierto, una vez que chocan con un repentino afloramiento del fondo marino, no hacen sino empujar hacia la superficie las aguas más profundas, ricas en nutrientes (fenómeno denominado afloramiento). Así, estas aguas ricas en fitoplancton y zooplancton, al llegar a los tramos superiores de la columna de agua, desencadenan una importante cadena alimentaria. Sardinas, boquerones, caballas, peces voladores y muchas otras especies (también fases juveniles de depredadores de mayor tamaño), al ser plantófagos, es decir, peces que se alimentan principalmente de zooplancton, catalizan en estas zonas, atrayendo así aquí a los depredadores pelágicos que se alimentan de estos pequeños peces.
La cadena alimentaria que se desencadena atrae a estas zonas a todos los peces que son el objetivo de nuestra jornada de pesca, por lo que es en estos tramos de mar donde vamos a practicar el curricán de altura.
Esta disciplina, para ser practicada en su máxima expresión, debe seguir algunas reglas importantes, relacionadas con el tipo de cebo, el número de cañas que se hacen girar en el agua y su montaje, así como el propio lugar de pesca al curricán. Aspectos muy importantes que trataremos en próximos artículos, también aquí en Todoslosbarcos Pesca.