Han pasado 90 años desde 1927, cuando en Vienna nacía el astillero Frauscher. Su objetivo era diseñar y construir barcos de vela y, sólo unos pocos años más tarde, barcos de motor que dejasen una marca. En estas nueve décadas, el astillero austríaco ha cambiado su piel, pero no su alma. De empresa de artesanía con aires un poco más de locales, la marca Ohlsdorf se ha convertido en una referencia internacional, presente en más de 20 países repartidos en los cinco continentes.
Mérito de este éxito internacional es el también debido al cambio en el estilo y el contenido que se produjo en los primeros años del tercer milenio. Después de haber comenzado la producción de lanchas de madera a propulsión eléctrica en 1955, que fueron de los primeros en proponerlas de una manera moderna, pero en un envoltorio estéticamente bien caracterizados, capaz de mostrarse completamente contemporáneos sin dejar de seguir los pasos de su estilo clásico para las lanchas rápidas de pequeñas dimensiones, ricas en sus estudiados acabados, de detalles no comunes y siempre marcados por una sobria elegancia. En este entonces, para entender completamente el crecimiento de la marca, se debe añadir el gran trabajo realizado en Italia por Cantiere Nautico Feltrinelli, importador oficial de las embarcaciones hechas por Frauscher.
Y el continuo entre los buenos tiempos pasados y el radiante presente es el plano en el que se desarrolla la historia del fabricante austriaco. Resumen en cinco palabras en la visión corporativa empresarial «la historia escribe el futuro». Esta frase también se incluye el viaje a través de las nueve décadas de vida, llena de momentos que representan auténticos hitos de la náutica de recreo internacional, todo claramente en evidencia en la fiesta realizada para celebrar el acontecimiento.
Como por ejemplo el original Olympia-Jolle, también llamado O-Jolle, diseñado por Hellmut Wilhelm E. Stauch para los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 y cuyo primer modelo fue construido y lanzado en 1933 justamente por Frauscher (aun en la actualidad la clase incluye 500 miembros activos, alrededor del mundo), o el glorioso H-Boot, barco de regatas de 8,28 metros, nacido en 1967 pero llegó en 1980 y puesto en marcha hasta la fecha en más de 5000 ejemplares (en 1982 Hans Frauscher con uno de sus barcos nos ganó un mundial de clase).
A la la fiesta de cumpleaños no han faltado los modelos más recientes, como el 1414 Demon pero incluso los aun más nuevos, por ejemplo, el Frauscher 858 Fantom Air, que será presentado al público durante los meses de verano en la isla española de Mallorca, sede de Frauscher España .
Quien ha hablado en nombre de la familia propietaria de la marca ha sido Stefan Frauscher, la tercera generación de constructores, que de este modo ha subrayado el interés suscitado por la larga historia de la empresa que hoy está conduciendo con su hermano Michael: «Hoy en día seguimos siendo el astillero de conducción familiar más innovador en Europa.
Los factores de nuestro éxito, que nos han permitido convertirnos en una marca en crecimiento a nivel mundial, se pueden encontrar en la misma medida en la historia de nuestra empresa, como en la fuerza de la innovación orientada al futuro.» Le hizo eco su hermano: «Nos gusta pensarnos como engineers of emotions, (ingenieros de las emociones, que aparecen también como recompensa de la marca) y tratamos de siempre
mejorar nuestros barcos. Nuestros clientes no sólo esperan un diseño atractivo y sencillo, sino también una excelente calidad. Nos encontramos con estas demandas y tratamos de hacer que el tiempo transcurrido en el barco sea lo más agradable posible.»
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