Se ha levantado la prohibición de entrada a los puertos de la UE para todos los las embarcaciones rusas, incluidos los que han abandonado su pabellón ruso registrándose en otro Estado después del 24 de febrero de 2022. Así lo estipula el quinto paquete de sanciones aprobado por la UE contra Rusia, publicado el pasado viernes 8 de abril. La restricción afecta a todas las embarcaciones rusas que entran en el ámbito de aplicación de los convenios internacionales pertinentes, así como a todas las embarcaciones de más de 15 metros que no transportan mercancías y a las embarcaciones de recreo definidas en la Directiva 2013/53/UE «Recreational Craft Directive»..
La prohibición, que entrará en vigor a partir del sábado 16 de abril, es una medida sin precedentes en el sector náutico y ha sido decidida por Bruselas como una medida más para penalizar a la Rusia de Vladimir Putin, que como sabemos lleva casi dos meses librando una violenta guerra contra Ucrania. Por ello, en las últimas semanas se han impuesto una serie de sanciones en toda la Unión Europea para penalizar a la economía rusa, incluyendo -de nuevo en el ámbito náutico- innumerables incautaciones de barcos de lujo registrados a nombre de oligarcas rusos y amarrados en puertos europeos.
La prohibición de que los barcos rusos entren en los puertos europeos, especifica la medida de la Comisión de la UE, no se aplica a los buques en situaciones de emergencia, como en los casos de necesidad de asistencia, búsqueda de un amarre por seguridad o salvamento de vidas en el mar.
«La Comisión Europea acoge con satisfacción el acuerdo sobre la adopción de un quinto conjunto de medidas restrictivas contra el régimen de Putin en respuesta a la brutal agresión a Ucrania y al pueblo ucraniano», reza una nota de la Comisión de la UE. «Estas sanciones se suman a las ya existentes y aumentarán aún más la presión económica sobre el Kremlin, contribuyendo a socavar su capacidad de financiar la invasión de Ucrania. Se trata de medidas aún más amplias y severas, establecidas en coordinación con los socios internacionales, que debilitarán aún más la economía rusa».