El uso adecuado del trim tiene como directa consecuencia la de hacer navegar el barco en condiciones correctas, más rápido y sobre todo más seguro. Y no menos importante, optimizando el consumo.
Por desgracia es una herramienta a menudo ignoroda por los armadores con poca experiencia. El tema es amplio y se presta a consideraciones relativas a las distintas condiciones de navegación entre las primeras el estado del mar.
En primer lugar establezcamos inmediatamente cual es el efecto del uso del trim. Si damos un trim positivo, es decir, lo aumentamos, el empuje del motor fuera de borda se ejerce hacia abajo, con el resultado de hacer levantar la proa. Si, en viceversa, llevamos el trim en negativo, es decir bajamos el motor fuera de borda, la presión será ejercida hacia arriba con el resultado de hacer bajar la proa.
Establecida esta regla general, debemos entender cómo y bajo qué condiciones es más apropiado dar el trim negativo o positivo. Para mayor comodidad podemos establecer alguna otra regla general, la cual aplicación debe ser interpretada a la luz de las condiciones que encontremos en ese momento en el mar.
Cuando damos trim positivo aligerimos la carga en la proa, lo que limita la parte Bangata y ofrece resistencia, desde el centro del barco hasta la popa. En estas condiciones, se tienden a tener mayor velocidad y menor consumo de energía en comparación con el estado en que nos encontramos cuando damos trim negativo, bajando la proa y luego navegando con màs casco húmedo, mayor resistencia, menor velocidad y mayor consumo. Además, con la proa demasiado cargada, es decir con los trim demasiado negativos, el casco sentirà aùn màs el efecto de las ondas
Un hábito que se adquiere con el tiempo es el de empezar con los trim negativos, si no al 100% como mínimo al 50% y luego ajustar las condiciones que creemos más apropiadas. Desde luego, no se trata de una regla, sino simplemente preferencia nuestra que no se está obligado a observar.
Ahora vamos a aplicar estas reglas simples a las condiciones prácticas que como veremos introducen alguna variable. Si por ejemplo estamos navegando con onda formada, digamos alrededor de un metro, y probablemente también con viento, debemos de encontrar un justo compromiso. La regla teórica nos indica mantener el casco con la proa más alta que serìa trim positivos, para reducir la superficie sujeta al efecto de la onda. Pero también hay que tener en cuenta la acción del viento, especialmente si es fuerte de proa. En este caso, entonces, dar el 30% de trim negativo puede ser un buen compromiso. El casco será húmedo de aproximadamente 3/4 de su longitud hacia la popa.
Con menos onda, digamos alrededor de medio metro y menos viento, podemos llevar el trim a una posición neutral, descargando un poco la proa y reduciendo de este modo la parte húmeda y por lo tanto la resistencia.
Por último, con mar en calma, podemos optar por dar trim positivo incluso al máximo descargando completamente la proa y reduciendo al mínimo la parte húmeda de obteniendo, al mismo rpm, la velocidad máxima con la optimización del consumo.
Como se ha mencionado se trata de normas generales dictadas sólo por la intención de esquematizar los efectos de la utilización del trim. En cualquier caso, respetando las consideraciones relativos al tipo de casco que tenemos y a las condiciones climáticas, la cosa importante es la de tener idea de qué efecto produce el trim en nuestra navegación y no dejarlo sin utilizar.
Excelentes Articulos
Hoy aprendí algo más, muy buenos artículos