Sucede, paseando por el salón más lujoso del mundo, que se hagan encuentros inesperados. A medida que caminabamos el muelle cerca del Quai Antoine, los reservados a los «Tender and Toys», la mirada nos ha llevado a descubrir un fantástico ejemplar de Naumatec Freccia 1200 que estaba allí, justo delante de nuestros ojos y que ademàs, era presidido por Franco Aiello, un piloto excepcional, a quien conocemos bien.
Ya que estábamos allí probamos a preguntarle a Franco, si nos podìa llevar a dar un paseo con esta super RIB y, sin esperar mucho, acepta de buen grado, y luego saltamos a bordo, rompemos los amarres y dejamos el puesto de atraque.
Para aquellos que no están familiarizados con el Freccia 1200, es un RIB de alto rendimiento, equipado con dos Cummins 480 caballos, empujado a una velocidad de 70 nudos por un par de hélices de superficie. Diseñado por Federico Fiorentino, este open logra ser no sólo «agresivo», sus líneas modernas y elegantes son capaces de suavizar el perfil deportivo, dejando claro el carácter lujoso de todo el proyecto.
Equipado con áreas solarium, tanto en proa y popa, el Freccia de Naumatec no pasa de hecho desapercibido. El diseño de la cubierta es único y logra crear un área de paso central nunca antes visto en otros barcos. Los dos còmodos asientos se colocan en los dos extremos laterales del RIB y cada uno tiene su función de uso.
El puesto a estribor está reservado para el piloto y expone adecuadamente todos los controles y pantallas necesarias para llevar a este barco a velocidades muy altas que el Freccia 1200 alcanza en unos pocos segundos. A la izquierda se encuentra la estación de navegación, aquí nos encontramos con todo lo que es necesario para la función específica e incluso una réplica de algunos de los instrumentos puestos en la consola de dirección.
Un gran T-Top se apoya en el RIB con cuatro apoyos muy sólidos y eficaces, son de hecho también utilizados para la navegación como pasamanos. De hecho, el RIB está equipado con muchos pasamanos que se colocan en las áreas apropiadas, para ofrecer seguridad a esta embarcaciòn de alto rendimiento.
Salir de los amarres con el Freccia significa atraer la atención general, el sonido del motor es único y atrae la atención de las personas, que primero se giran, y luego se quedan a ver las formas de este bote, mientras desfilamos entre los superyates.
Fuera del puerto pedimos a Franco de hacernos sentir la aceleración de lo cual este medio es capaz, una simple presión sobre la palanca y el Freccia avanza como un misil, la proa no se mueve y permanece baja, mientras que las hélices de superficie transforman la potencia en velocidad.
Un par curvas y empezamos a ir más despacio, estamos aquí para visitar el Salòn y una prueba en mar requerirìa mucho más tiempo y sobre todo, mucho menos tráfico de barcos en nuestro alrededor. Un recorrido por el Falcone maltese y regresamos al puerto para ver los barcos expuestos de cerca. Franco acelera de nuevo y en cuestiones de segundos, vamos ya a más de 40 nudos.
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Entramos en el puerto, en el Mónaco Yacht Show, y tan pronto como nos acercamos a los muelles, aunque si ahora el ruido del motor está abrumado por el tráfico que tenemos alrededor, el Freccia 1200 nuevamente atrae la mirada de los visitantes.
Entonces, por desgracia, es hora de volver al muelle. Los «focos se apagan» a medida que bajamos del Freccia pero, ahora podemos decir, bastaron sólo unos minutos para entender cuáles son las motivaciones para que los armadores la compren, la belleza, el estilo y la velocidad son definitivamente un brazalete en esta súper embarcaciòn.