Estabilizadores Quick MC2 X
Durante el Salón Náutico Internacional de Génova fue posible, para aquellos que lo desearon, probar los estabilizadores MC2 X producidos por Quick, el líder italiano en accesorios náuticos y la vanguardia de la innovación tecnológica.
La compañía con sede en Ravenna adquirió recientemente MC2, que ya producía estabilizadores, pero logró una reingeniería completa del producto y basó su nueva operación en lógicas mecánicas opuestas a las que se encuentran en la actualidad.
Ya tuvimos la oportunidad de probar estos nuevos estabilizadores revolucionarios en una salida de demostración para todos nosotros, pero aquí hoy hay un aspecto diferente e interesante, y es el del público a bordo.
Público privado y profesional
En realidad, el stand en el muelle de Quick MC2 X siempre ha sido asaltado por aquellos que querían probar los estabilizadores, tanto que se necesitaba reservar el propio tour y que a la hora programada había más cola que en el barco a Rialto en Venecia.
Entre otros, cuando subimos a bordo encontramos dos italianos con la pasión por la pesca muy interesados en la efectividad del producto (es uno de los más solicitados por aquellos que pasan largas horas esperando que los peces muerdan), dos estadounidenses que veremos muy bien en Key West en busca de Marlin, una pareja italiana cuyas discusiones en el barco parece que escuchamos el eco hasta aquí, y sobre todo un constructor de barcos que evidentemente ha venido a probar para creer.
Al salir del puerto, el barco se coloca transversalmente a la boca e incluso en aguas tranquilas, pero ya con un inicio de retrolavado es posible notar la diferencia entre el momento en que se desactiva el estabilizador y el barco ya denota un cierto giro, y el momento en que se activa el estabilizador y el balanceo se detiene de repente, como si alguien hubiera tirado del freno de mano.
En medio del tráfico
El efecto fuera del rompeolas es mucho más evidente. Aunque es un día tranquilo y un mar relativamente tranquilo, el tráfico frente a la entrada del puerto es notable sobre todo por semirrìgidos y lanchas que prueban su poder para los visitantes del salón.
Esta situación proporcionó una excelente prueba para nuestros propósitos, ya que las olas se formaron a diferentes alturas y direcciones, lo que dificulta la detención del barco en una posición favorable con el mar al Mascon.
En este caso, la contribución del estabilizador fue muy evidente, sin el cual el movimiento estaba asegurado, mientras que una vez que se insertó el bote, se detuvo de inmediato, con una repentina sensación de anclaje al suelo.
Después de unos momentos, si las nuevas olas venían de otro lado, el movimiento comenzaba nuevamente un poco, pero el estabilizador recuperaba casi de inmediato su equilibrio.
Menos evidente es el efecto en movimiento, pero probablemente pueda apreciarlo mejor si conoce el bote porque los factores de conducción y actitud dinámica pueden ser muy variables. Cuando regresamos con un último curioso, un marinero pregunta si los nuevos estabilizadores también afectan el movimiento: pero no, para la bolina nuestro amigo tendrá que esperar.