Cayman 23.0 Sport: la prueba del nuevo barco de Ranieri International
Los botes de Ranieri International riman con calidad, confiabilidad y velocidad. Por esta razón, cuando surgió la oportunidad de probar el nuevo Cayman 23.0 Sport, no lo dejamos escapar, porque queríamos tener una confirmación más del cuidado y la pasión que el astillero calabrés pone en la creación de botes inflables innovadores, estudiado en detalle, hermoso a la vista y divertido de conducir.
El Cayman 23.0 Sport no es una excepción, una novedad 2020/21 presentada en el último Salón del Automóvil de Génova junto con las otras dos nuevas entradas en la división de botes ligeros, el 26.0 Sport y el 28.0 Executive, y el nuevo solarium Next 285 LX.
Nos familiarizamos con el 23.0 Sport en Marina di Varazze, durante una hermosa mañana de principios de otoño, y en esa hora a bordo lo disfrutamos mucho, con el viento en la cara y la adrenalina corriendo.
Funcional, versátil y con un diseño refinado
El aspecto del Cayman 23.0 Sport es tan dinámico que, con solo mirarlo en el muelle, nuestra mente comienza a correr incluso antes de subir a bordo y encender ese Suzuki de 175 caballos de fuerza ansioso por dejarnos volar.
Con una eslora total de unos 7 metros y una anchura máxima de casi tres, el 23.0 Sport es un barco decididamente espacioso, capaz de acomodar hasta 16 personas.
Hoy somos dos, lo que significa poder verificar mejor el rendimiento de esta pequeña joya, ágil, ligera (en seco pesa 700 kg) y fácilmente remolcable.
Un elemento práctico y estético, presente en toda la gama Cayman, que por tanto no podía faltar en el 23.0 Sport y que nos gusta especialmente es la serie de eficientes y elegantes asas de sujeción a lo largo de los tubulares, demostrando la gran seguridad de las embarcaciones neumáticas diseñadas de Ranieri International, que no renuncia al diseño ni siquiera en la disposición de los accesorios más funcionales. La versión que probamos presenta tubulares Artic Grey con inserciones negras y tapicería Antilope de lujo.
Además de ser confiado y refinado, el Cayman 23.0 Sport también es cómodo y flexible.
Hay dos terrazas: una en la proa y la otra en la cómoda sala de estar bajando el respaldo de popa. Una mesa abatible, ubicada detrás del stand-up, hace que la estancia a bordo sea aún más agradable.
En el centro de la cubierta encontramos la gran consola de control, protegida por un pequeño parabrisas con pasamanos de acero, que en pocos minutos estamos seguros de agarrar en cuanto el piloto pise el acelerador.
El asiento consta de dos sillones boolster con reposabrazos envolventes, que se utilizarán como cómodos soportes lumbares si se quiere conducir de pie.
La prueba de mar: gran reactividad y sorprendente estabilidad
Estamos fuera del muelle, nos vamos. Lo que estamos a punto de redescubrir es el placer de ir en un bote de goma, así como el contacto inmediato con el mar que solo un bote puede ofrecer. El Cayman 23.0 Sport nos ofrece más: dinamismo, diversión, pero también control total del vehículo y un alto nivel de confort que se puede disfrutar incluso cuando los nudos aumentan de forma espectacular.
Ni siquiera el tiempo de darle el gas al motor que a 2.000 rpm, a unos 8 nudos, ya estamos en el avión.
Cada vez que aceleramos, el barco responde sin sacudidas y esta prontitud de reflejos se combina con un sello sorprendente: hoy el mar está en calma, es cierto, pero no por eso poco convincente, tanto es así que se nos escapa el riesgo de que el timón se nos escape. La mano con agua plana es alta, especialmente si viajas a 25 nudos, una velocidad de crucero bastante alta en relación con el tamaño de nuestro barco.
Por supuesto, a esta velocidad, es muy recomendable para el copiloto aferrarse al pasamanos del parabrisas, sin embargo, el casco mantiene una estabilidad sensacional incluso cuando estamos encantados con giros cerrados y repentinos. Luego, cuando cruzamos la ola de retorno a 25 nudos, el casco no tartamudea sino que corta la trayectoria en dos de forma decisiva, generando sacudidas casi imperceptibles o en todo caso muy blandas.
Antes de exprimir el Suzuki al máximo, echemos un vistazo al camino detrás de nosotros, perfectamente nítido y limpio. Además, los tubulares aguantan muy bien las salpicaduras, prueba del gran confort a bordo.
Bien, es hora de ponernos manos a la obra: un ligero golpe de trimado, solo para facilitar el rendimiento, pisar el acelerador hasta el fondo y a 5.000 rpm, con un (buen) consumo horario de 48,6 litros, alcanzamos los 32 nudos, velocidad máximo respeto, considerando el motor instalado.
Quién sabe cómo hubiera ido con la potencia máxima permitida de 250 caballos de fuerza, pero ya podemos estar súper satisfechos con lo que nos acaba de mostrar el Cayman 23.0 Sport. Un bote inflable que no puede ser más deportivo.
Ranieri Cayman 23.0 Sport: los números de la prueba
RPM | Nudos | L/h | Lt/m |
600 | 2 | 0,7 | 0,3 |
1.000 | 4 | 2 | 0,5 |
1.500 | 6 | 4,7 | 0,8 |
2.000 | 8,3 | 7,6 | 0,9 |
2.500 | 10 | 11,8 | 1,1 |
3.000 | 15 | 19,4 | 1,3 |
3.500 | 20 | 22,9 | 1,2 |
4.000 | 25 | 24,5 | 0,9 |
4.500 | 27,2 | 35,8 | 1,3 |
5.000 | 32 | 48,6 | 1,5 |
Ranieri Cayman 23.0 Sport: ficha técnica
Longitud total | 7,10 m |
Ancho Total | 2,80 m |
Diámetro tubular | 0,60 m |
Compartimentos tubulares | 5 |
Personas | 16 |
Peso | 700 kg |
Potencia mínima del motor | 100 cv |
Potencia máxima del motor | 250 cv |
Depósito de combustible |
200 lt |
Depósito de agua | 45 lt |
Categoría CE | B |
Haga clic aquí para leer la página dedicada a los botes inflables Ranieri International en nuestro Salón Náutico Virtual.