En primer lugar la estética: El Silver Fast de la Australiana Silver Yachts no puede pasar desapercibido. No sólo por sus 77 metros de longitud, sino también por su design futuristico que se destaca – y de mucho – de los cánones de moda de las últimas temporadas en el mundo de los “Big Boats».
En segundo lugar las prestaciones: el Silver Fast es el megayate de aluminio con propulsión tradicional que puede presumir de la mayor autonomía en relación a la velocidad. Lo que significa que, además de ser capaz de alcanzar la velocidad máxima de 27 nudos, tiene sobre todo una gama de navegación de 4.500 millas a 18 nudos , y 6.200 cuando viaja a 14 nudos.
Esto significa, por ejemplo, que puede viajar, sin poner en modo alguno en esfuerzos instalaciones y estructuras, el Océano Atlántico en un promedio de 22 nudos .
El Silver Fast está impulsado por dos MTU 3.650 HP cada uno, y tiene tres generadores a bordo, dos de 155 kW y uno de 230. El astillero también garantiza un nivel muy bajo de vibraciones y un silencio absoluto, con los decibelios que varían dependiendo de los puntos de la embarcaciòn de 40/45 dBA a velocidad de crucero.
A bordo se pueden hospedar hasta 18 pasajeros, con una tripulación de 16 personas y el nivel de lujo es obviamente altisimo, desde la gigantesca suite principal en el piso superior que puede contar con una vista espectacular a 360 ° sobre el horizonte. No pueden faltar, por supuesto, spa, gimnasio, pista de aterrizaje y tres botes neumàticos diferentes, de los cuales el más grande está hecho a medida solo para el Silver Fast.
Un yate «exagerado», el Silver Fast es también la insignia de la flota de los astilleros de Australia, y no puede tener nada más que un precio en consecuencia: el Silver Fast cuesta, más o menos, dependiendo de la personalización, 86 millones de dólares, 77 millones de euros.