Cuando uno piensa en un barco de pesca, la imagen que se le viene a la mente es bastante precisa: altas superestructuras, potentes muros, cabina equipada para el «vivo», interiores completos pero con volúmenes un poco sacrificados a espacios al aire libre y sobre todo bastante esenciales.
Viking Yachts nos ha acostumbrado a una visión más compleja, destinada a hacer convivir las necesidades del pescador en alta mar con los de aquellos que desean un nivel de comodidad a bordo típico del yate de crucero puro. Como todos los años, Viking juega en casa para exhibir sus nuevas cartas, y ha elegido el Miami International Yacht Show para presentar sus dos nuevos modelos, el 44 C y el 68 C.
Y es precisamente el más pequeño que más ha llamado nuestra atención. Debido a que es en estas dimensiones más pequeñas que se ve la capacidad del astillero en aplicar criterios de diseño y soluciones constructivas que pueden devolver espacios interiores insospechados en un barco de este tamaño.
El Viking 44 C, donde la letra C representa «Convertible», tiene todos los números para ser un gran barco de pesca. Construido sobre el mismo casco del 44 Open, tiene un perfil que no muestra ningún compromiso: el fly que se acopla como plomo en la caseta inclinada hacia la popa, gran empuje hacia adelante y amuras de casi tres metros de alto y ligeramente abocinado para separar las olas y mantener las salpicaduras lejos de la cubierta. Una vez más, un dead rise abierto, para ofrecer elevación y rendimiento cuando se trata de llegar rápidamente a una zona de pesca o tan rápido como para regresar el puerto. Rendimiento garantizado por dos motores diesel MAN de 800 CV en el equipamiento estándar o, como opción, por dos Volvo Penta D13 de 1.000 caballos de fuerza, con los que el barco ha registrado 38 nudos de velocidad máxima y 33 velocidades de crucero.
El Viking 44 C está diseñado para acomodar la instalación de un estabilizador de giro SK Seakeeper SK 6, que ofrece una gran estabilidad, reduciendo los inconvenientes posibles en paradas largas durante los viajes de pesca.
Desde la cabina del piloto, que además de los soportes para las cañas de pescar y el tanque para el vivo, también está amueblado con un sofá apoyado al deckhouse para acomodar a los invitados del propietario del barco que no comparten la pasión por la pesca, pero no quieren renunciar relajación al aire libre, a través de una escalera bastante protegida, que se encuentra a la izquierda, se accede al flybridge.
Desde aquí se tiene una vista externa de 360 grados. La consola central tiene dos asientos desde donde se puede dirigir con excelente visibilidad incluso cuando está sentado. Pero incluso aquí, el astillero ha previsto la posibilidad de que este espacio se comparta entre el capitán y sus invitados, proporcionando un sofá en frente de la consola de conducción y uno lateral a estribor.
El voladizo de fibra de vidrio del flybridge cubre la cabina inferior, mientras que un hardtop de fibra de vidrio puede ser riesgoso como una opción para crear una zona de sombra indispensable sobre el fly.
A través de una puerta corredera, se accede en el interior de la deckhouse. Nos recibe un salón que no solo sorprende por su tamaño, sino también, y sobre todo por la calidad de los muebles, por el excelente nivel de acabado, realzado por un gran uso de teca pulida.
Una sala de estar en la que los diseñadores de Viking Yachts han logrado crear tres entornos que interactúan entre sí, pero cada uno muestra su propia identidad. A la izquierda, una mesa elevada rodeada por un sofá, crea el área de comedor. En el lado de estribor, un sofá en forma de L con mesa de servicio, identifica la sala de estar, más allá del cual, siempre a estribor, una especie de península con dos taburetes crea una separación de la sala de estar de la cocina, y al mismo tiempo, una pequeña zona de convivencia entre los invitados que toman un aperitivo y el chef de turno en la cocina.
Un registro por separado, lo merece la cocina. Sin duda, por la cantidad y calidad de los 
electrodomésticos, que también incluyen un congelador y un horno de microondas, pero sobre todo por una idea del uso real que inspiró a los diseñadores. Muchisimo volumen de estiba, tiene previsto planos en Corian para trabajar, fregadero, siempre en Corian con acabado en hueso, muy grande, una estufa con sólo dos fuegos con el espacio efectivo, per, para dos ollas de buen tamaño.
Y si realmente desea encontrar el pelo en el huevo, puede criticar la ubicación de la cabina del propietario, exactamente en frente de la cocina. Pero las críticas se detienen aquí. Somos conscientes de que estamos en un 44 pies, y vemos, además de la habitual calidad de los muebles, incluso las dimenciones de la cama matrimonial, el espacio de cubierta libre, un baño privado, hace inclinar la balanza hacia una percepción positiva .
La segunda cabina en la proa, con una cama doble colocada a 45 grados con respecto al eje de la embarcación, con una cama individual superpuesta y utilizable por el hijo de la pareja que usa la cabina de invitados cuyo baño se encuentra al externo.
Y mientras se está inmerso en esta dimensión de elegancia, es realmente difícil mantenerse concentrado en el hecho que nos encontremos en un barco de «solo» 44 pies y además, dedicado a la pesca.
